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Millonarios cosechó los frutos del fútbol
jugado con ganas, amor propio e, incluso, orden. A tres fechas de que finalice
el ‘todos contra todos’ sólo faltan tres puntos para estar instalados en las
semifinales. El jueves América y el domingo Santafe. 

«Cuando un compañero cae, están diez para levantarlo. Por eso MILLOS se acerca a las finales. Dios los bendiga». No lo escribió un hincha. Es un ‘tweet’ que nuestro arquero Nelson Ramos envió la noche del domingo, tras el emocionante partido en el que Millonarios venció a Equidad Seguros mostrando amor propio, confianza, garra y también, por pasajes, buen fútbol.
Millonarios no es el mejor equipo del torneo en términos estrictamente futbolísticos o tácticos. Pero compensa con creces sus falencias técnicas. Tiene mística. Y, por primera vez en varios años, tiene jugadores enfocados en un objetivo común, hambrientos de gloria.
Que si lo va lograr, eso no lo sé. Lo espero con todo el corazón. Lo cierto es que los tres puntos logrados el domingo acerca el equipo cada vez más al objetivo. Ahora sólo faltan 3 puntos para estar instalados en las semifinales.
No es solamente por la victoria en sí misma. El equipo volteó un marcador adverso en 80 segundos y no bajó los brazos hasta superar el posterior empate. En últimas, vimos los frutos del buen fútbol que no se tradujo en goles ante Nacional y ante Envigado.
Y no es poco lo que se logró. Ante un rival que, fiel a su estilo confunde enjundia, garra y buen fútbol con agresividad, fuerza desmedida y fútbol brusco, Millonarios tuvo un primer tiempo muy flojo. A pesar de que tuvo el balón más tiempo, sólo generó una opción clara, frente a un gol y tres chances claros de Equidad. 
La historia cambió en el segundo tiempo. Sin hacer cambios, el equipo modificó el libreto y le bastaron 7 minutos para empatar. El fútbol ofensivo no lo generó Candelo, que volvió a lucir lento e improductivo.
Fue Rafael Robayo, quien desde la mitad de la cancha metió un balón clarísimo para Luis Mosquera -tal vez el mejor de Millonarios-, quien se la sirvió al goleador Toloza para el empate.
Y el segundo también llegó por la izquierda. Esta vez Mosquera relevó a Domínguez, quien con la confianza que se tiene para atacar puso al equipo arriba.
Quiero invitarlos a opinar sobre tres jugadores clave en este Millonarios: Robayo, Mosquera y Domínguez.
El primero, capitán, referente obligado y ciento por ciento ‘embajador’, es casi que nuestro amuleto de la buena suerte. Quita balones, distribuye juego e infunde confianza. Ortíz, quien estuvo impecable como siempre, se vio mucho mejor complementado por el regreso de Robayo a la titular; no me cansaré de repetir que el ‘Ganicita’ es uno de los mejores jugadores de este equipo.
Esta es la cuenta en Twitter de Robayo. Les recomiendo su gran foto de perfil, tomada en el partido frente a Nacional. Él, Domínguez y Cichero, alentando al equipo desde la tribuna.
Mosquera, por su parte, ha sido la solución para crear volumen de juego y mandar buenos centros. Y Domínguez no solo mete fútbol sino también liderazgo y compromiso.
¿Ustedes qué opinan? ¿Cómo los han visto? ¿Creen que nos pueden dar más de cara a las semifinales?
Pero volvamos al partido. Creo que es importante reconocer lo bien que Páez movió al equipo. En vez del habitual cambio para meter a Omar Rodríguez, ingresó Elkin Blanco, un volante neto de marca. Y a pesar de que ese cambio se dio antes de que Equidad empatara, la presencia de Blanco permitió que a la postre el equipo pudiera volcarse, sin quedar tan expuesto, a buscar la victoria.
Lo cierto es que así como hubo aciertos, Millonarios también cometió errores que se tradujeron en dos goles.
El primer gol, gran cabezaso a la base del palo, es, a mi juicio, un error grosero de marca de Henríquez, quien a duras penas se empinó para buscar el balón.
Y el segundo fue un error colectivo. Según lo veo, Leonard Vásquez quería dejar que el balón saliera de la cancha, pero no se esperaba que el delantero le ganara el balón por la izquierda. No sé si Ramos se confió al ver a Vásquez, o si no le habló y los dos no fueron por el balón. Lo cierto es que tampoco hubo marca una vez Equidad recuperó el balón.
Para colmo de males, la pelota entró por el palo del arquero. Pero un error lo comete cualquiera y Ramos, al igual que en partidos pasados, estuvo enorme, haciendo tapadas muy importantes.
Lo cierto es que cuando el arquero falla, se notan más las falencias de una defensa en la que Cichero es figura. ¿Y Pedro Franco qué?
Pero el gol llegó y premió a un Millonarios que, a pesar de saberse presionado por la necesidad, buscó con orden y encontró en los pies de un Carpintero inspirado y que debería ser titular el jueves a las 3 p.m., en Palmira, ante América. Debería ir en lugar de Carlos Preciado. ¿Cuál sería su once para enfrentar a los ‘diablos’?
¿Qué tal traernos la clasificación del Valle del Cauca para enfrentar así tranquilos a un ya eliminado Santafe el próximo domingo?
«La hinchada de MILLONARIOS ahora debe tener mas fe para que nosotros en la cancha lo sintamos y salgamos a ganar. Dios los bendiga», tuiteó Ramos el lunes por la noche.
Así es, Nelson. Que Dios, desde el cielo azul, los bendiga.
¡Sus comentarios, como siempre, son más que bienvenidos!
Un saludo muy especial a los hinchas de otros equipos que comentan en este blog. Este también es su espacio, todos somos hinchas del fútbol.
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