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Las taquillas de los partidos del
Deportes Tolima en condición de local son cada vez más preocupantes. Los
hinchas se están alejando del Murillo Toro y nadie parece encontrar la
formula para ver llenas las tribunas cuando juega el Vinotinto y Oro.

El Club Deportes Tolima y los diferentes
medios de comunicación siempre apuntan a los hinchas como los
responsables de las bajas asistencias que registra el equipo de Ibagué.
Algo superficial resulta esta postura si vemos que más allá de los
hinchas existen otros factores incluso de mayor importancia que hacen
que los aficionados no lleguen al Murillo Toro.

La Policía es uno de estos factores que
hacen que la gente no vaya al estadio. Cambian las medidas de seguridad
para cada partido. Se entiende que hinchadas como las de Nacional y
Millonarios sean peligrosas y se deben tomar medidas de seguridad
especiales cuando alguno de estos equipos nos visita. Pero, ¿tener unas
medidas de seguridad para recibir al Real Cartagena y luego cambiarlas
en el partido siguiente cuando nos visita Envigado?

Llegar al estadio para un hincha es
realmente incómodo. Cualquier cantidad de barristas se acercan a pedir
‘moneditas para la boleta’ en tonos bastante intimidantes. Algo así como
‘si no me das la monedita, te robo’. Después de haber pasado el anillo
de barristas, el hincha llega a la puerta de su tribuna donde se
encuentra con un policía que le decomisa el poncho con el que lleva
veinte años yendo a fútbol, gorra y otras pertenencias porque consideran
que son ‘elementos contundentes’. Todo esto da más piedra cuando vemos
que en la tribuna Lateral sur los barristas entran cualquier cantidad
droga o de puñales como se puede ver en esta foto.

En lugar de estar pensando en decomisar
ponchos, radios y gorras que no representan ningún peligro, los policías
deberían estar preocupados por evitar las decenas de atracos que se dan
en los alrededores del estadio. La carrera 4ta estadio hacia el puente
del Sena es un verdadero fortín para los ladrones los días en los que
juega el Deportes Tolima. Ahí si no se ve ningún policía.

La Policía, entonces, resulta ser un
arma de doble filo que espanta a los ibaguereños de ir al Murillo Toro.
Por un lado la inseguridad al llegar o salir del estadio y por otro, las
absurdas medidas de seguridad a la hora de entrar a los partidos. En
Oriental y Occidental decomisan ponchos pero en Lateral sur mágicamente
aparecen tipos con puñales.

El Club, que debería ser el más
interesado en que las tribunas del Murillo Toro se llenen, es quien más
ha encargado de alejar del estadio a los aficionados del Vinotinto y
Oro.

Lo primero que tienen que hacer los
directivos del Deportes Tolima es dejar de pensar que los hinchas le
debemos algo al Club. Ese cuento de que los hinchas deben ir siempre al
estadio porque es su equipo del alma y siempre hay que acompañarlo, está
mandado a recoger. Eso es verso, el fútbol ya cambió. El hincha del
fútbol se comporta como un consumidor normal de cualquier espectáculo.

El nivel del fútbol colombiano, en
general, no es bueno. Es decir que una persona que decide ir al estadio
sabe que en un alto grado de probabilidad, le va a tocar un partido
malo. Esto, al ser un mal común de toda nuestra Liga Postobon, será muy
difícil de cambiar en el corto plazo.

Lo que si se puede mejorar y en lo que
está fallando el Deportes Tolima es en todo lo demás que acompaña el
espectáculo. En hacerle fácil y agradable al hincha ir al estadio, así
le toque ver un bodrio de partido.

El tema de la boletería se convirtió en
un dolor de cabeza desde hace mucho tiempo. Este es sin duda el problema
más grande que enfrenta un aficionado cuando quiere ir a algún partido.
Pensamos que con la llegada de Ticket Shop se iba a solucionar, pero,
al parecer, lo que hizo el Club fue dar un paso hacia atrás. Empezando
porque el Club no asumió la totalidad del valor del servicio de la
boleta, es decir que la boleta ahora es más cara. Ese costo del servicio
se compensaría si el hincha viera facilidades a la hora de comprar su
entrada. Pero, por el contrario, ahora todo es más complicado. Las
boletas no llegan a los puntos de venta a la hora que es. No hay
suficientes puntos de venta en la ciudad. Estamos en el año 2012 y
todavía no se puede comprar un boleta con una tarjeta débito o crédito y
mucho menos por Internet.

Para los partidos de Copa Postobon la
situación es peor. Nunca son claros los precios de las entradas y mucho
menos los puntos de venta. Para estos encuentros se habilitan pocas
puertas y las filas para entrar son interminables.

Resulta increíble, pero ni siquiera es fácil comprar una camiseta del equipo en el Club.

Es claro que en Ibagué no existe una
cultura futbolera y por eso hay que motivar e incentivar a las personas a
que apoyen al Deportes Tolima. El Club no puede pensar que con el
famoso gancho de un hombre y una mujer va a solucionar el problema de
las bajas asistencias de cada quince días.

Si a usted un amigo le cuenta que fue a
cine y que la película estuvo malísima, pero que además conseguir la
boleta fue un martirio, que entrando al centro comercial le quitaron el
saco y que al salir del teatro lo atracaron, ¿le quedan ganas de hacer
el mismo plan de su amigo?

totetolima

tote@furiapijao.com

Twitter: @totetolima

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