La RAE tiene, entre varias definiciones, una para la palabra “paciencia” que dice así: “Es la capacidad de realizar una actividad larga, pesada o que requiere mucha precisión”, pero así mismo tiene esta otra: “Es la capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas molestas u ofensivas, con fortaleza, sin quejarse ni rebelarse.”
¿A cuál de estas definiciones se habrá referido don Gerardo Pelusso en su intervención en la rueda de prensa pasada cuando aseguró que le “sorprendía la impaciencia” de la gente?
Probablemente nuestro DT siente que nosotros, como asociados e hinchas, no entendemos que estamos metidos en un proceso que implica una “actividad larga”, “pesada” y que “requiere mucha precisión” y seguro habrá quienes la ansiedad los traicione y piensen así, con afán, pero, ¿Lo estamos? Es decir, la Liga Águila es un torneo semestral, de 19 partidos todos contra todos más las llaves de la fase final, unos, contados rápidamente, unos 22 partidos. Ni tan largo, ni tan corto.
Pesada, seguro, por los desplazamientos, las condiciones de los estadios, la ausencia de coherencia en la programación de partidos junto con los compromisos internacionales y un manejo criticable en los horarios, pero así que sea una carga brutal intratable, no sé eh, tendría que preguntar a quien la padece, porque desde la grada no se ve tan grave.
Y que requiere precisión, obvio que sí. No es posible, no para el Deportivo Cali, que no tengamos la capacidad (mental, física o deportiva) para remontar un partido, no nos digamos mentiras, de 15 veces que empezamos perdiendo remontamos una sola vez y de esas 15 en nueve ocasiones tuvimos el entretiempo para revisar, corregir y motivar, no lo logramos ni una sola vez.
Precisión, sí, para poder poner el talento junto y sacarle provecho. Todavía no brillan Nico y Mac, Mac y Nico. Otros pasan saliva al verlos juntos, otros se saborean sabiendo que los van a ver jugar, pero la verdad las babas quedan ahí, en chorro, porque el uno se pierde en el otro y así es complicado. Sé que por talento no es, ¿será que deben jugar juntos, pero diferente?
La gente se impacienta, claro que sí, porque no siente que sea una actividad larga o pesada, pero sí que le falta precisión y es ahí de donde viene el reclamo que, siempre debe ser con respeto y sin atentar contra la integridad de un ser humano. Ojo, exigir respeto irrespetando no es la vía.
Entonces ahí entramos en la segunda definición de “paciencia” y es que, mas en casa, la hinchada ya no tiene el corazón para “sufrir y tolerar desgracias” y mucho menos aguantar por “adversidades o cosas molestas u ofensivas” porque, hemos sido complicados e histéricos, la mayoría, siempre, entonces se nos acaba la “fortaleza” entonces esa hinchada ya no puede quedarse alentando únicamente, no puede hacerlo “sin quejarse ni rebelarse”. Es un tema que une todo.
No podemos creer que no haya otro recurso humano superior al que se ve en la cancha, dejémoslo sin nombre propio, y que jornada a jornada (aun sin conocer la convocatoria, porque es un misterio) veamos de titulares jugadores que, por su nivel y/o condición, no deberían estar en el gramado sino en la banca e, incluso, en la casa. Esa parte molesta, hiere y pone a prueba la paciencia y la fe de cualquiera.
¿Hay impaciencia por la definición uno o por la dos? Tal vez lo sea por una tercera, también de la RAE, que define a la “paciencia” así: “Es tener calma o tranquilidad para esperar”. Pues bueno, el fútbol, bendito sea Dios, siempre da revanchas y podemos, siempre junto al Deportivo Cali por y para él, esperar por un mejor resultado en cada fecha, uno que nos permita trabajar para mejorar, ponga acciones que validen las palabras y que, punto a punto, nos lleven a la Gloria y no solamente a aspirar a ella.
Paciencia tendremos, sí, porque los procesos son largos y pesados, porque llegará la precisión y porque esto que ahora se vive como una desgracia o adversidad será lo que nos dará la fortaleza para seguir, pero, ignorar que el equipo no presenta dinámica, contestar alevosamente a la prensa y equivocarse sin corregir no es el camino.
Podemos, debemos y lo haremos, pasar por este momento y darle vuelta a todo, ir por todo, ganarlo todo mas que con paciencia, con voluntad e inteligencia.
Se puede, juntos, fuertes, lo haremos porque somos lo que somos, el Deportivo Cali y eso se respeta, se fortalece y se hace grande, no de forma contraria.
Vamos Cali, no es impaciencia, son las ganas de tu hinchada y asociados por verte mejor, sentirte mejor, saberte mejor. Contá con mi aliento, ahí estaré, con vos, siempre.
No dudo de vos, solo que te quiero ver ganar siempre. Tenéme paciencia.
Nos vemos en el estadio, nos leemos por acá
Germán Salcedo Cajiao
*Foto: Elpais.com.co
*Originalmente escrita y publicada en Te Quiero Cali
umm ???
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que va, que va, que va, que vaa
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Ah ya
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