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El fútbol es un deporte de talento, de estrategia y de dos estados, el físico y el anímico, por eso, si desperdicias un penal, cuando no han transcurridos cinco minutos de juego, frente a un rival que está disputando con tu equipo la punta y además oficias de visitante, tu estado anímico se vendrá abajo, y eso pasó con el Junior de Barranquilla. Jamás recuperó la confianza y no pudo remontar el marcador. 

Los jugadores: 

Edison Toloza, paradójicamente fue el que más oportunidades tuvo, me preocupa que en los penales, su «especialidad» y por la cual salió goleador el campeonato pasado, ya no sea su punto fuerte. Caminó la cancha, jamás se interesó por hacer una diagonal. Espero que los «traguitos» que se tomó con sus amigos, de ser cierto, no les hayan afectado. Luis Carlos Ruiz, protagonista del penal, luego una oportunidad clara de anotación y un tiro al arco en el segundo tiempo, de resto nada. Vladimir Hernández, algunas pinceladas. Edwin Cardona, vi el mismo del semestre pasado. Andrés Felipe Correa, lejos la mejor contratación del semestre, sin mucho escándalo, es titular inamovible. 


El tema arbitral:


No es raro que se presenten estos episodios con los árbitros cuando tienen que moderar un partido del Junior. Ellos nos han regalado penales, se me viene a la mente la «extraña falta» que le cometieron a Emerson «El Piojo» Acuña en un encuentro ante el América, que luego fue capitalizado por Hayder Palacio. Pero han sido más las veces que nos han robado, y ante Santa Fe, fueron dos errores grotescos del central Ulises Arrieta y sus asistentes. 

Es difícil detallar en el estadio y en fracciones de segundo, si hubo fuera de lugar o si realmente existió falta en el área, entonces al ver la repetición detalladamente, no hay duda que la primera anotación del cuadro cardenal fue completamente ilegal, más de un metro de diferencia entre el delantero y la línea defensiva, luego en el penal, hay un forcejeo común y corriente de un deporte de contacto. 

Por lo anteriormente dicho, sumándole la ocasión de gol que no concretó Ruiz y la definición en el palo de Edison Toloza, el resultado (3-0) en El Campín ante Santa Fe, un rival que no fue más que Junior futbolísticamente, fue exagerado y mentiroso. Pero el libro de la Liga Postobón es extenso, y este capítulo ya hace parte del pasado. 

Por otro lado, y es quizás lo único que le destaco a Pimentel (porque como persona es un pedestre) son sus reclamos a la Dimayor, cuando éste, se siente robado. En Junior, debería haber una persona que reclame pacíficamente y con pruebas sólidas, las decisiones de los jueces, porque nos están perjudicando en cuanto a resultados y en tarjetas, muchas de ellas, sin justificación. 

Ahora se viene un rival exigente, que está jugando bien y que además, y esto es algo que solo ocurre en Colombia, es patrocinado por la misma entidad que auspicia la Liga, ya ustedes saben a que equipo verde me refiero, así que ojo con el tema arbitral. Junior, como institución grande y como lo manifestó «El Zurdo» López, merece respeto. Pero el respeto hay que ganárselo y si no reclaman, seguirán los desaciertos de los colegiados. 
¡ATENCIÓN! 
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Gracias por leer, comentar y compartir amigos Junioristas. Hasta una nueva oportunidad.
Edson Cabeza Jabba
Twitter: @ECabezaJabba
Facebook: Edson Cabeza – Jabba 
Puedes leer las anteriores columnas del blog << Sangre Juniorista >> aquí 

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