El planeta fútbol recibió con sorpresa un par de noticias que por su impacto han estado en la primera plana de la prensa especializada en estos días: el anuncio de Pep Guardiola de cerrar su paso por el Bayer Munich al final de esta temporada y el del traspaso de Jackson Martínez del Atlético de Madrid al Guangzhou Evergrande, de la naciente liga China de fútbol.
Guardiola, el muy exitoso técnico catalán, después de tres temporadas al frente del más grande equipo alemán, consideró que necesitaba nuevos retos y finalmente aceptó la propuesta que desde la Liga Premier le hizo el Manchester City. Las enormes inversiones que han hecho sus dueños, el Abu Dhabi United Group en las recientes temporadas, lo han convertido en un gran animador del torneo inglés. A sus filas llegaron jugadores del renombre de David Silva, Sergio “Kun” Agüero, Yayá Touré, De Bruyne, Sterling, Otamendi, y muchos otros astros de primerísimo nivel.
La prensa deportiva veía al City como un muy probable destino de Guardiola, más cuando se sabía que al frente del proyecto futbolístico del club se encontraban los españoles Txiki Begiristaín y Ferrán Soriano, exdirectivos del Barcelona en la época de Joan Laporta, con quienes construyó el proyecto del club catalán que catapultó a Guardiola a la élite mundial de directores técnicos. Bajo su mando, el Barca conquistó casi todos los torneos en los que participó.
Jackson, el potentísimo delantero colombiano de 29 años de edad, tomó la decisión de ir al Guangzhou después de un fugaz y opaco paso de seis meses por el Atlético de Madrid, a donde llegó avalado por una magnífica temporada con el Oporto. Con el equipo portugués, a lo largo de tres temporadas, marcó 99 goles en 113 partidos, fue el goleador de la liga portuguesa y ganó títulos con su equipo. Por el contrario en el equipo español nunca pudo consolidarse como titular, sufrió lesiones que lo apartaron del equipo y en 22 partidos oficiales marcó tan solo tres tantos.
¿Y por qué se va Guardiola? Conviene recordar que su llegada al Bayer se dio después de que el equipo alemán conquistara bajo las órdenes de Jupp Heynckes la Bundesliga y la Liga de Campeones, competición en la que se dio el lujo de marcarle 7 goles al Barca sin recibir ninguno, si sumamos los marcadores de los dos juegos de las semifinales. El reto de Guardiola al llegar al equipo alemán consistía en introducir a esa máquina de fútbol, exponente fiel del juego vertical de los alemanes, los conceptos de posesión de pelota y control del campo que hicieron grande a su Barcelona. Le tomó algún tiempo hacerlo pero lo logró. El Bayer cambió su estilo de juego, recibió el apoyo de los directivos que le consiguieron muchos de los jugadores que quería y obtuvo importantes logros al frente del club bávaro. Pero no siempre el público y los directivos se sintieron cómodos e identificados con el nuevo fútbol del Bayer. Así se lo hicieron saber a Guardiola. Finalmente, en medio de rumores que señalan un deterioro importante en las relaciones entre el técnico y los jugadores, seis meses antes de concluir esta campaña y con muchas opciones de cosechar triunfos importantes, como la Liga de Campeones de Europa, el español anunció su desvinculación del club y el inicio de una nueva experiencia, esta vez al frente de un equipo grande en la Liga Premier, por tres años.
¿Y por qué se va Jackson? Es evidente que su nivel de juego y su cuota goleadora no estuvieron a la altura de lo que se esperaba de él. Su rendimiento y la mala estrella de las lesiones lo metieron en un círculo vicioso del cual no pudo salir: Necesitaba continuidad para afianzarse en la titular de su equipo pero la sequía de goles lo condenó al banco de suplentes, desde donde vivió esta temporada los partidos de su club. Al no contar con minutos de juego, Jackson fue perdiendo oportunidades para poder participar activamente en la selección Colombia, que después del mundial de Brasil, pide a gritos un delantero con la pólvora suficiente para acompañar a Bacca. Pero no nos digamos mentiras. Ni siquiera en sus momentos estelares con el Oporto Jackson fue considerado por Pékerman como uno de los dos delanteros titulares del equipo. Es más: no fue el tercero ni fue el cuarto. Asistió puntual y cumplido a las convocatorias del combinado nacional y aun necesitando goleadores de raza, no fue para Pékerman una alternativa real para la selección. Y en los pocos minutos que actuó no pudo regalarnos ni un solo gol.
¿Qué se espera de Guardiola? Que triunfe. Así de simple. Los seguidores del City esperan que finalmente ese proyecto de los últimos años adquiera la mayoría de edad y se imponga con categoría tanto en el torneo doméstico como en la Champions. Será la culminación de un sueño, que en las últimas cuatro temporadas le significaron al equipo dos títulos y dos subtítulos en la liga inglesa. Sin embargo, el City aun no logra cuajar una actuación destacada en la Liga de Campeones. Esa es la asignatura pendiente para Guardiola, que puede aún ganar la Champions con el Bayer y esperaría hacerlo de nuevo al frente del Manchester City. Los seguidores del fútbol esperan, con expectativa, si se verá en la próxima temporada a un equipo inglés renegando, hasta cierto punto, de su esencia: fútbol vertical, aéreo, de fortaleza física.
¿Qué se espera de Jackson? Que vuelva a jugar, que disfrute haciéndolo. Que retome el ritmo de juego y vuelvan a aparecer sus goles. Que vuelva a creer en sus condiciones. Es indudable que la liga China hoy es una liga de menor calidad que la española y que sus rivales no serán tan exigentes como lo eran los equipos con los que usualmente competía a nivel doméstico e internacional. Pero la Liga China se está esmerando en llevar figuras mundiales que eleven su nivel en corto plazo. Creo que Jackson volverá a jugar, será titular y eso será muy importante para la selección Colombia. Tendremos un delantero en plena actividad, ojalá haciendo muchos goles, para ofrecerlos de nuevo como aval a un hipotético llamado a los juegos de la eliminatoria. Clamamos por la necesidad de que los jugadores colombianos de la selección sean titulares en sus equipos y ahora Jackson tiene esa posibilidad. Esperamos que pueda entonces venir a la tricolor a regalar alegrías al pueblo colombiano en este difícil camino a Rusia 2018. Claro, si Pékerman quiere.
Respetables decisiones personales de estos dos grandes del balompie universal. Es entendible que el fútbol adicional a ser el mejor espéctaculo del mundo tambien es un gran negocio tanto para los clubes como para los jugadores. En el caso de Chachacha el tiempo va pasando y quiso asegurar su futuro porque no solo se vive de «aplausos» hay que asegurar su retiro. Escucho comentarios acerca del bajo nivel de la liga China, pero esto me hace recordar los comienzos de la MLS por alla en 1996, contrataban jugadores al borde del retiro como estrategia de ventas y masificación del «soccer» en USA y ya vemos los resultados: 20 equipos, 14 con estadio propio, promedio de entradas por juego al triple de nuestra «liga» colombiana, televisión a gran escala (Win tiene que aprender muchisimo de esto), alegria en las graderias, buen nivel de juego, pobre arbitraje (estan mejorando) y lo más importante: futbol en paz. China no inventó, esto, esta replicando un modelo gringo que está funcionando. Felicitaciones a los 9 nueve jugadores colombianos que hacen presencia en la liga China asi a muchos de los colombianos no les guste esto.
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Son dos muy buenos Pep seguirá siendo Pep donde llegué ojalá sea un buen equipo y a Jackson su pasión lo dejará continuar disfrutando donde sea China o conchinchina…bendiciones para estos dos que que los queremos mucho….
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