Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.
Si el ‘maestro’ Alexis quería un árbitro que le diera garantías, pues ahí lo tuvo. En un partido en el que le faltó fútbol pero la actitud volvió a sacar el resultado, Millonarios dejó abierta la llave y se dio una nueva inyección anímica en el camino hacia la anhelada final. 

¿Por qué la pataleta del ‘maestro’? Así como le concedió a Equidad un penal que no existió (los invito a que revisen la jugada), Óscar Julián Ruiz pitó en el minuto 93 una sucesión de faltas que sí existieron: mano de Canchila y falta contra Juan Guillermo Domínguez. Gol de Toloza, 2-2, el estadio estalla en un grito de felicidad y la serie queda en tablas. 

No nos metamos mentiras. La razón por la que celebramos a rabiar este empate, como si hubiera sido una victoria, es porque Millonarios no jugó bien, porque el rival supo contener el ataque azul y porque fue, nuevamente, la actitud, el amor propio y los ‘huevos’ los que lograron lo que el fútbol no.
El planteamiento del equipo rival fue práctico y efectivo para bloquear a Millonarios. Líneas adelantadas casi hasta la mitad de cancha, anticipando -en particular durante los primeros 35 minutos- los pases de los generadores de fútbol, que a diferencia de otros partidos, no buscaron los espacios sino los pies. Por esa razón, Toloza no fue efectivo y Preciado no tuvo perfil para generar peligro. Siempre tuvieron que recibir de espaldas al arco.
Prueba de que Millonarios, durante el primer tiempo, salvo un par de incursiones por las bandas y un remate de media distancia, nunca pudo aproximarse con peligro al área del rival es que el gol llegó a través de un tiro libre. Cobro soberbio de Omar Rodríguez, quien no tuvo un buen partido.
El segundo tiempo fue durante un buen tramo la reedición de los primeros 45 minutos. Diagonales para romper a las líneas de Millonarios, intentos de contragolpe y pases horizontales para romper las marcas dieron paso al segundo gol del rival. El resto de la historia ya lo conocen ustedes. Como dice la canción, «Embajador, ponga huevo y corazón».
Y el premio llegó. Millonarios obtuvo el empate de la misma forma en que logró tantos puntos definitivos y victorias clave a lo largo del campeonato. 
Lo cierto es que el equipo del ‘maestro’ -que, fiel a su estilo quemó tiempo, hostigó a los rivales desde el banco e hizo ‘show’ al final del partido- la puedo haber tenido más difícil. Sin embargo, Páez, apegado a su estilo de ‘matar o morir’, puso desde el principio toda la carne en el asador.
Los invito a ver el resumen del partido y a comentar sus impresiones.
 

Ortíz fue el único volante de marca del equipo. Rodríguez, con perfil cambiado -jugó por derecha en el puesto que habitualmente ocupa Preciado-, se fue siempre en ataque sin lograr mayores resultados. La de Robayo, definitivamente, sólo la sabe hacer Robayo. 
La apuesta del equipo por jugar al pase corto terminó convirtiendo a ‘Ganiza’ en el generador de juego. La quitaba y la distribuía. Mayer, metido entre las marcas y centrales del equipo rival, se perdió en varios pasajes del partido y no pudo poner pases claros. A su lado, Mosquera y adelante Preciado y Toloza no lograron tampoco mayores incursiones.

Pero no creo que esa sea justificación para meter a Tancredi.

Ustedes saben que nunca ofenderé a un jugador que vista mis colores. No obstante, debo decir que el uruguayo por momentos me recordó a algunos de los más perversos futbolistas que hayan pasado por Millonarios. Pases sin sentido, ni un balón quitado, torpe en el hombre a hombre, desconcentrado. Fatal.
Algo parecido le pasó a Jefferson Angulo, quien tal vez acusó la falta de fútbol, pues tampoco marcó diferencia en los minutos finales del partido.
Caso distinto el de Domínguez quien, a mi juicio, fue una de las figuras. Los invito a mirar el video, a ver cómo va a buscar la falta que a la postre generó el penalti. Cómo se levanta y va a buscar el contacto. De verdad muy hábil. Pese a haber cometido el error que abrió la jugada del segundo gol del rival, ‘Carachito’ nunca aflojó y es elemento clave en estos empujes anímicos que nos dan goles.
En la retina se queda la buena actuación de Ramos, a pesar de los dos goles recibidos, lo mismo que el buen papel de Carpintero, quien buscó asociarse y jugó un rol fundamental en el remate del partido. Y qué decir de la emocionante celebración de Edison Toloza (CINCO fechas de suspensión por un accidente, mientras que los demás se pasan por la faja a la sesuda y sabia comisión disciplinaria) luego de anotar el penal del empate.
Lo que preocupa del Millonarios que enfrentó a Equidad es que, si bien tuvo ánimo para buscar el gol hasta el final, careció del fútbol claro que lo ha acompañado en el torneo.
Destaco que parte de ese ánimo, la mayor parte si se quiere, es producto de la comunión de la hinchada por el equipo. El detestable -sí, detestable, horrible- «movete Millos, movete» sólo se escuchó un minuto durante el partido. De resto fue aliento positivo, buena energía. Eso es lo que se necesita.
En cualquier caso, si el equipo juega el miércoles como jugó el sábado, no es seguro que vaya a alcanzar la final.

Millonarios no puede solamente mirarse el ombligo y confiar en su buena estrella. Una miradita al rival, por jarto que sea, vale la pena y nos evita dolores de cabeza. Las soluciones están a la mano. El fútbol está en la cancha y en los pies de estos jugadores que nos tienen cerquita de hacer el sueño realidad.

Sólo eso le pedimos al equipo, a cambio le garantizamos amor y apoyo incondicional. Igual que todos estos años en que hemos soñado con una final que está a la vuelta de cinco días.
Mientras tanto, me apego a la sabia frase del inmortal Rocky Balboa: «No se acaba hasta que se acaba».

¡Vamos Millos!

¿Cuál es su once ideal ante Equidad? ¿Qué cambios tácticos le meterían a Millonarios?
Les dejo también una pregunta que me atormenta: ¿Saben si Samuel Moreno, suspendido por la Procuraduría, utiliza el palco de El Campín? De hacerlo, ¿no sería esa una falta?
*************
Entre domingo y lunes se definirá finalmente dónde se va a jugar el partido de ida. La palabra final no la tiene la Equidad sino la Policía, que es la encargada de la integridad de los hinchas.
Toma cada vez más fuerza la posibilidad de que se juegue en El Campín por motivos de seguridad. Les estaré contando.
**************
¡Sus comentarios, como siempre, son más que bienvenidos!
Un saludo muy especial a los hinchas de otros equipos que comentan en este blog. Este también es su espacio, todos somos hinchas del fútbol.
Todo comentario ofensivo será removido y su usuario bloqueado para comentar en este blog. No pierda su tiempo. Lea un libro.
Nos vemos en Twitter: @LuisGForero

Compartir post