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Serenos estamos. Pero se equivoca quien diga que no se ha ganado nada: un equipo en alza, más confiado y cohesionado, nos entregó la victoria 102 en la historia de los clásicos ante el rojo.

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Pendientes todos de sus cuentas en Azul y Blanco. Allí pueden consultar si se han hecho acreedores a los paquetes accionarios de nuestro nuevo Millonarios. Recuerden que las consignaciones deben hacerse antes del próximo viernes.
Basta con ingresar su usuario (que es el número de cédula) y la clave. 
El sistema les generará el recibo que deben imprimir y con el que podrán pagar en las oficinas del Banco Caja Social o de Colmena.
No se queden sin ser parte.
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Una afortunada mezcla de prudencia y la experiencia de quienes hemos aprendido a punta de golpes a la ilusión que, como dice Rocky Balboa, «no se acaba hasta que se acaba», nos tiene a los hinchas de Millonarios con un optimismo moderado frente al futuro inmediato del equipo.
Esa conclusión saqué luego de conversar con por lo menos una decena de personas que, como ustedes y yo, comenzaremos esta semana con una orgullosa sonrisa en la cara tras la victoria en el clásico ante Santafe.
Ellos ganaron el clásico de los papelitos, los pitos y el humo. Nosotros la versión 102 de este derby histórico y los 3 puntos.
No faltará quien diga que parte de los 17 puntos que nos tienen cuartos en la tabla de posiciones han sido el producto de victorias ante equipos chicos o en crisis. Cada quién tendrá su opinión. Lo cierto es que las victorias ante Itagüi, Chicó, Real Cartagena y Santafe le han permitido a este Millonarios comenzar a estabilizarse, conocerse y crecer.
En campeonatos pasados, rivales así fueron los que más nos complicaron. En esta ocasión, esas victorias han sido la cuota inicial de una clasificación sólida a las semifinales y del proceso para integrar un equipo en todo el sentido de la palabra: capaz de remar unido, con pequeñas sociedades e individualidades destacadas, pero también capacitado para jugar colectivamente.
Igual, mejor escépticos para enfrentar lo que se viene. Tolima (Visitante); Quindio (Local); Pereira (V); nacional (L); Envigado (V); Equidad (L); América (V); Santafe (L); y Junior (V). Son 27 puntos en disputa y un mínimo necesario de 13 unidades  para estar tranquilos al otro lado.
Creo que hay razones para creer que lo de este Millonarios no es simplemente una racha, sino el producto de un proceso que si continúa como va, puede traer muchas satisfacciones. 
Páez encontró el equipo. Ramos no tiene discusión en el arco. Inmenso en el clásico, donde tapó cinco opciones clarísimas para los rojos, luce seguro por arriba y abajo y le aporta tranquilidad a sus centrales, que están en un gran momento. Así como les hemos dado duro cuando han estado mal, hay que reconocer que Mera pasa por uno de sus mejores momentos en Millonarios, y que Cichero, con ganas y uno que otro golazo de cabeza hace merecimientos para estar en la titular.
Leonard Vásquez, resistido el campeonato pasado por varios amigos comentaristas de este blog, le quitó con merecimientos en puesto a Lewis Ochoa. Creo que el hecho de tener delante a Toloza, que se va hasta el fondo y genera fútbol en la zona ofensiva le ha permitido a Vásquez concentrarse más en la marca.
Caso distinto al de Domínguez, que sale tan bien como cierra. 
Robayo y Ortíz, este último el mejor de los refuerzos, no tienen discusión. Sin embargo, Elkin Blanco estuvo en un gran nivel ante Cartagena y los puede reemplazar cuando sea necesario.
Las combinaciones que ha encontrado Páez en la zona de creación son interesantes. Ante la ausencia de Tancredi y el mal momento de Candelo hace tres fechas, el técnico se animó a tener allí a dos volantes. Luis Mosquera le aporta no solo volumen de juego hacia el centro, sino también desborde por las puntas. Y el gran momento de Jefferson Angulo ha sido el complemento ideal.
Lo mejor es que Candelo ha respondido cuando ha entrado. No solo puso el pase gol para el tercer gol ante Cartagena. Contra Santafe, ayudó a tener el balón y a administrarlo después del minuto 60, cuota inicial del segundo gol. Aprovecho para decir que… ¡qué gran pase de Robayito!
Adelante, Preciado, sin ser espectacular, trabaja al lado de un sorprendente Toloza que las corre todas y las mete casi todas.
Y Carpintero, al igual que Candelo, responde cuando entra. Espero verlo pronto como incialista junto a Toloza.
No hay ciencia. Es un equipo de fútbol y ya. Solo que hay quién ataje la mayoría de las que van para adentro y hay quién meta las que deben ser gol. Eso, que parece tan fácil, no lo había.
Me gusta que el equipo luce cómodo consigo mismo. Suple con ganas lo que a veces le falta en fútbol. Y funciona. Además se nota el buen ambiente. Los jugadores celebran cada victoria a rabiar, pero con la evidente conciencia de que no se ha ganado nada.
La tranquilidad del buen paso que lleva el proceso de recuperación administrativa se ha reflejado en el funcionamiento interno del equipo.
¡Así que celébralo, hincha azul! Paso a paso. Sin prisa, pero sin pausa vamos construyendo el sueño. Viene Tolima. Ya veremos qué pasa. Por lo pronto, es un gran día para llegar con la cabeza alta al colegio, la universidad o la oficina. Los que no te sostengan la mirada son rojos.
¡Sus comentarios, como siempre, son más que bienvenidos!
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