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El reloj marcaba el minuto 79. En ese momento asomaba la
desesperación en la tribuna porque el gol cardenal no aparecía. Antes, se lo
negó el palo a Martínez Borja y Dida, el arquero rival, con 3 atajadas. Costaba
llegar con claridad. Omar no tenia el mejor de los partidos y ya solo quedaban
11 minutos reglamentarios. Pero rompió el molde, Wilder Medina rompió el molde.

Salió del área para escapar de la marca y recibir el balón
de Valencia. Pensé que le pegaba pero no, cambió la fórmula, la que finalmente
desequilibraría el juego.  Le propuso la
pared a Omar, el 10 santafereño se la devolvió redondita para que Wilder entre
gambetas y garra eludiera a tres rivales y la acomodara a un costado de Dida.
No lo dudo, antes que el balón tocara la red, 39 mil personas en conjunto
aguantaron la respiración. Golazo.

Se desató la locura en el Campín. Cada santafereño que
estuvo ahí,  no cambia nada por ese
momento. El León, con suspenso, con el reloj marcando los últimos minutos e
inclusive con sufrimiento, clasificó a los cuartos de final de la Libertadores.
Eliminó a un encopetado Gremio, lleno de figuras que especuló y apostó solo al
contragolpe.

Gol de Wilder, gol agónico. Imposible no recordar en ese
instante ese fatídico gol que nos marcó en 2010 con la camisa del Tolima. Pero
ya no me importó. Wilder se encargó de devolver algo de lo que nos quitó ese
día. Y digo algo porque creo que puede seguir entregándonos más alegrías en
Liga y emociones en Copa Libertadores. Eso que nos quitó, seguro lo devolverá
con creces. Ahora los «wilderazos» traen mucha alegría santafereña.

En estos 180 minutos de los octavos de final, Santa Fe fue
más. No tuvo mucha claridad en la vuelta pero fue más. La actitud del equipo y
la búsqueda del resultado dio sus frutos. Santa Fe arriesgó más que el rival,
hizo historia y se ubicó en los cuartos de final de la Copa Libertadores.

La fiesta en la tribuna fue espléndida. La hinchada cardenal
armó un espectáculo, creo que no visto antes en Colombia.  En los himnos un tifo que cubrió todo
oriental con una frase que no sale de la cabeza de todo santafereño:
«vamos León queremos la copa». 
Luego en el entretiempo,  el
lienzo de fe, más grande que antes, adornó el Campín.  En la reposición, un susto gigante después de
una increíble opción desperdiciada por Gremio, esta fiesta era para Santa Fe.
El pito final y la alegría cardenal.

Ahora el rival en cuartos será Real Garcilaso. Rival que
enfrentamos en la fase de grupos con un empate de visita y una victoria de
local como resultados. Eso sí, en este momento, en esta instancia ya eso no
indica nada, sólo que son dos rivales que se conocen, y se deben respetar por
alcanzar esta fase de la copa. Así que Santa Fe no podrá confiarse, no debe
cometer el error de Gremio y su hinchada. El partido de ida será este miércoles
22 a las 5:45 p.m. y la vuelta el martes 28 a las 8 p.m. en el Campín. Garcilaso no es Gremio pero, es un equipo que con
otro estilo eliminó a un tradicional de este torneo como Nacional de Uruguay.
Los dos partidos serán durísimos.

Por ahora, no hay que ver más allá de esos dos juegos. Paso
a paso. Lo único que importa son esos dos partidos, inclusive la Liga con la
clasificación asegurada, pasa a un segundo plano en estas dos semanas. A Pasto
para el juego del domingo viajará una nómina emergente, ojalá se traigan un
buen resultado pero ahora la prioridad es única y clara: los cuartos de final
de la libertadores.

Gracias León, el momento de grandeza que nos regalaste el
jueves fue único. Ahora con toda la responsabilidad y humildad hay que pelear
hasta el último aliento el paso a la semifinal. 52 años después podríamos
volver a esa instancia. La historia te espera Santa Fe. ¡Vamos LEÓN queremos la
Copa!

Saludos santafereños,

Por @jegonzalezj

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