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«Chanta» es un adjetivo muy del Río de la Plata que se usa o bien para señalar a una persona que «tiene poca disposición para hacer algo que requiere esfuerzo o constituye obligación, especialmente trabajar» o una persona «que presume de tener algo, especialmente una capacidad, un conocimiento o un poder, que en realidad no posee» poco mas o menos para nosotros sería un vago buchipluma, algo así.

Deportivo Cali el pasado martes en Ibagué hizo, si bien un partido carente de belleza o lujo, uno en donde por ningún lado le podemos decir «chanta». Los jugadores lo tenían claro, había que ganar y eso salieron a hacer al costo que fuera y con el sacrificio que fuera, en este caso la vistosidad y la lírica con la pelota. Sand a Mosquera, Mosquera a raya, centro, cabeza de Sand, gol para celebrar y desde ahí cuidar, ganamos, no nos remontaron como en jornadas anteriores y por primera vez en el semestre y tras diez fechas logramos regresar a casa con los tres puntos en la maleta y no otra decepción.

Gerardo_Pelusso_CaliPelusso organizó una férrea defensa que, más en el segundo tiempo, se aplicó de gran manera con mucho orden y entrega para cuidar el botín. Tolima de a poco se fue agotando de estrellarse contra el muro de los dirigidos por Gerardo que, aunque no ganaban un rebote, no perdieron la cabeza ni el control. Andrés Roa, de quien particularmente me alegra su regreso a la cancha, entró como si hubiese estado desde el vamos y tampoco se ahorró nada. Deportivo Cali hizo lo que a muchos no les gusta: ir por el resultado sin mediar el cómo.

A mi, aunque preferiría ver más no lo niego, no me molesta el ganar por fuera y menos en Ibagué, esa plaza es complicada. Ganamos, hay que celebrar y anotar los puntos en la tabla. Punto, no le busqués mas pelos al calvo.

La discusión sigue abierta, a pesar de que en cada rueda de prensa y ocasión don Gerardo es claro: su Deportivo Cali, nuestro verdiblanco, poco va a jugar a divertirse, poco lo hará por el show y menos para agradar, este Deportivo Cali juega por y para el resultado, para sumar, para asegurarse en la tabla, para tomar distancia del rival primero y, si se puede y el partido lo permite, darse gusto con el talento de los que así lo tienen, pero, únicamente después de asegurar el marcador.

Miremos lo de ‘Pepe’ Sand, el «viejo» llegó a poner orden (ese sí vino a poner orden) en el campo y desde su profesionalismo junto a su liderazgo así como inconmensurable entrega muestra el camino a los demás. Lucha, guapea con inteligencia, no solo testosterona. Usa la cabeza, de verdad y lo hace en pro del equipo, para honrar su profesión, para respetar al club y a su entrenador. Un ejemplo, de verdad, para aplaudir y, ojala desde la cantera y cada uno de los muchachos, imitar.

Deportivo Cali no juega bonito, lo lees en los grupos de hinchas de WhatsApp y, curiosamente como plastilina tibia, se van (algunos) acomodando con los resultados y, al que critican por su estilo, terminan agradeciéndole por, entre otras, volver a ver jugadores metidos 90 y más minutos (incluso desde el banco) en el partido, corriendo, sudando, entregando todo al club como es su deber. A mi eso no me disgusta.

Diez fechas sin celebrar por fuera del Estadio Deportivo Cali de Palmaseca, hace mucho rato no estábamos entre los tres primeros de la tabla. Entrar en sintonía, seguir apoyando sin alcahuetear y creer en lo nuestro, en los nuestros, dejemos que algunos hinchas (son libres) se queden en casa, no importa, en el estadio estaremos los de siempre, sufriendo, viviendo y, Dios mediante, celebrando con este Deportivo Cali que, de chanta, no tiene nada.

Vamos Cali.

Nos vemos en el estadio, nos leemos por acá

Germán Salcedo C.

@germanchos

*Foto: El País Cali.

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