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La postal de la Centenario no fue la de Bravo alzando la Copa sino la de Messi llorando desconsolado. El foco se lo llevó el genio ya que el partido fue un largo bostezo apenas animado por un árbitro confundido y los episodios de virilidad desbordada de ambos bandos.

La gastada frase de que el fútbol no es de merecimientos nos permite salir del trámite de saludar al campeón: Chile coronó el bicampeonato y punto. Eso no se discute: así quedará estampado en las estadísticas y será por siempre razón de orgullo de sus nacionales. Otra cosa, que olvidaremos mañana, es que las dos veces no fue capaz de ganarle a Argentina y –lo peor- no pudo marcarle un solo gol en 240 minutos. Tampoco lo hizo Argentina, pero de nada vale reclamarle al subcampeón.

Messi Copa América 2016

La soledad de la genialidad. Si esto fuera tenis…

¿Perdió realmente Argentina? En el mundo exitista de hoy día, sí. Pero visto en una perspectiva más amplia lo empiezo a dudar. Se habla de que en dos décadas y media perdió siete finales y no de que llegó a siete finales (aquí pregunto a los ruidosos que hoy festejan: ¿a cuántas finales llegó Colombia en estos 23 años?). Se le recuerda que perdió la final del Mundial con Alemania ¡la Alemania del 7 a 1 con Brasil!

Curioso que a ese equipo alemán y a los chilenos, poco después de las finales (y en su propia casa) los venció; pero claro, esas no eran finales y no daban títulos.

¿Perdió el fútbol argentino ayer? Para los coleccionistas de trofeos, sí. Pero examinando numeritos lo dudo: en las Copas América de 2015 y 2016 hubo 6 técnicos argentinos dirigiendo selecciones ¿saben cuántos brasileros? Uno, Dunga, que ya perdió su puesto. Es más, la final la disputaron técnicos argentinos (hasta de la misma ciudad) y remato con esta: la Chile de hoy día es pura escuela argentina; una mixtura de Bielsa, Sampaoli y Pizzi… vuelvo a preguntar ¿Perdió Argentina?

Un párrafo para la antipatía generalizada por Argentina: los odian porque fueron los que enseñaron a jugar fútbol en América Latina; para el caso colombiano de los cerca de 9.000 extranjeros que han jugado en Colombia, casi seis mil han sido argentinos… incluso se nacionalizaron para jugar por nuestro país y actualmente nuestro técnico ¿adivinen de qué nacionalidad es? La época mitificada de nuestro balompié “El Dorado” es, fundamentalmente, argentina (rioplatense que significa paraguayos y uruguayos que jugaban en Buenos Aires y de ahí saltaron a Colombia). En resumen: la verdadera escuela futbolística del surcontinente es la argentina.

Un párrafo para Messi: no es de otro planeta, pero tiene la mala suerte de haber sido precedido por Maradona (y peor: que Diego esté vivo y no se calle nunca). Lo comparan con Cristiano Ronaldo; sin embargo, hablando en serio ¿son comparables? Me quedo con la frase de Valdano: “a Messi se le nota el potrero, a CR7 el gimnasio”. Lio es un patrimonio de Sudamérica, encarna el talento labrado en el fútbol de barrio y la supremacía de esta región del mundo sustentada en el peso cotidiano de este deporte en nuestras vidas.

¿Perdió el fútbol argentino? Sigo revisando las cifras y veo que esta nación sigue siendo la mayor exportadora de futbolistas del mundo y que incluso después de la Copa seguirá 1ra en el ranking Fifa. No perdió Argentina, perdió una final más, que es diferente.

@quitiman

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