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Deportivo_Cali_Millonarios_2018Ve, ¿cuántas boletas se han vendido para el partido contra Millonarios? fue la pregunta que hice en la sede al ir al reclamar las que, por ser asociado, tengo derecho para el juego del sábado. Esperé, como siempre, una respuesta positiva. La cara de quien me dio la cifra se transformó, de alegría moderada por el reencuentro pasó, y así mismo yo, a un rostro preocupado, triste. No voy a revelar el número porque, la verdad, no solo me da pena sino que también un poco de rabia.

Seremos, salvo que algo suceda en la taquilla de manera inesperada, los mismos de siempre ante el actual campeón de la Liga Águila, seremos entre 10.000 y 12.000 contando asociados, abonados, taquilla, patos, cortesías y demás. Eso, con el respeto que me merecen, es una vergüenza.

Está bien, el estadio Deportivo Cali es lejos, listo el horario es complicado para muchos que trabajan o estudian; perfecto se entiende (con el bolsillo de nadie se mete uno) que no haya plata o que existan otra obligaciones, pero, con el equipo levantando su juego, con la nomina que tenemos, con el DT que contratamos, el rival que enfrentaremos y con escenario propio deberíamos, al menos tener tres veces más boletas vendidas.

Muchas veces, en el tono acostumbrado del anónimo de redes o en el gentil y educado de los comentarios argumentados, me han dicho que no van al estadio «porque el equipo no enamora», «porque no van a pagarle a esos vagos» o, lamentándolo, por lo que les decía antes: no hay plata, no hay tiempo, no hay transporte u, ojalá no, no hay salud.

Cerca de 2.000 abonos se vendieron para este semestre. ¡2.000! Es el costo de un segundo semestre para el olvido en lo deportivo y para una, sí todavía, desgastante campaña electoral. Viejo, ¿cómo hacemos para que el hincha entienda que sin su apoyo nos vamos a joder y que esto va más allá del ego de dos o tres? ¿Cómo?

Quisiera poder entenderlos, de verdad y sin juzgarlos, eso no me toca a mi. Los jugadores se quejan de que los que vamos a la cancha no alentamos cuando ellos juegan para hacernos ir lo más rápido posible del lugar. Coherencia pura. Quizá el hincha se aburrió de tanta gente hablando y ninguno haciendo.

Quisiera poder entender al hincha que exigió a bocanadas el tener un DT de jerarquía y un goleador de raza. Ahí están. Luego pidieron un equipo seguro en defensa. Bueno, es deuda todavía, pero se ha mejorado.

Nos falta, eso sí, que algunos referentes recuperen o muestren algo mas del nivel que nos acostumbraron tienen. ¿Será eso? O, entramos en circulo, no levantan el nivel porque como no vamos a verlos, ¿para qué?

Es, siento yo, como si el hincha se quedará en el resultado y no en el juego, en la dinámica del mismo, en lo que se ve más allá de la estadística. ¿Fue que no vieron el primer tiempo ante el DIM? ¿No han visto absolutamente nada en el equipo que valga el ir a nuestro estadio? ¿Nada?

Bueno, conmigo es simple, soy de hechos no palabras, soy de recuerdos no promesas y cuando digo amar a alguien o a algo lo demuestro, porque los hechos hablan mas que las frases bonitas.  Entonces, ¿qué nos hace falta para decirle al Cali que lo amamos de frente, en su cara, en la casa?

10.000 y si acaso 12.000 no los 15.000 que tímidamente nuestro presidente el señor Mejía declaró espera para el sábado 24 de febrero. Los mismos de siempre, los que vamos por el gusto de ver al Deportivo Cali, alentarlo y acompañarlo.

Los mismos de siempre, los que disfrutamos el ir a casa, el Estadio Deportivo Cali, a encontrarnos con nuestra familia verdiblanca, abrazarnos, saludarnos y compartir alegrías y penas.

Los mismos de siempre, a quienes lo que nos importa es el escudo, el nombre, la institución y por eso la cuidamos, apoyamos y hacemos respetar. Amor puro, amor de verdad.

Es una pena, de verdad, que para medirnos en el clásico del fútbol colombiano, con un equipo jugando mejor y al alza como el nuestro, enfrentando al actual campeón, no tengamos ni siquiera una tribuna llena. Viejo, no sé qué más decir.

Trabajo duro de todos. Comité ejecutivo, gerente de mercadeo, DT, jugadores, asociados e hinchas fieles. Empezar a remar y con urgencia para que esa actitud de los otros hinchas cambie, atraerlos, acompañarlos y enamorarlos para pasar de la declaración a la acción.

Ojalá los vea en el estadio, seguro nos leeremos por acá

@Germanchos

 

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