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Junio 5 de 2011

Por Azzurro

Me ha costado mucho trabajo celebrar, o disfrutar aunque sea un poquito, el empate de ayer. Me quedó un sabor de boca extraño que espero que se vaya rápido; solo quiero que el camino de la ilusión en el que Millos ha metido a su hinchada este semestre regrese lo antes posible. Todos sabemos que el partido de Millos fue muy flojo. No tiene que burlarse Gabriel Meluk de Millonarios en su columna de hoy para que la hinchada azul se dé cuenta de que el partido se jugó como Equidad quiso y de que Millonarios empató con corazón y no con estrategia.

Luego de un partido flojísimo de nuestro equipo, en donde el rival no se desconcentró y el árbitro influyó (para bien y para mal) me parece que se están configurando dos tragedias anunciadas para este miércoles, las cuales espero se eviten, a toda costa.

La primera es la posibilidad de que el partido se juegue en el Estadio de Techo. La sola idea, me pone la piel de gallina. Es evidente que las condiciones de seguridad en ese estadio para un partido de estas características, no están dadas. ¿Qué harán con los miles de hinchas que no podrán entrar al estadio pero que con seguridad se acercarán al escenario deportivo? ¿Cómo manejarán la situación en un lugar que no está adecuado para soportar las reacciones impredecibles de una masa de hinchas que no podrá ver a su equipo? Si Equidad en el pasado ha utilizado El Campín para jugar partidos decisivos contra Nacional o Junior, en esta oportunidad no hay diferencia. La hinchada de  Millonarios será mayoritaria en Techo, El Campín, en la Conchinchina o en donde quieran jugar. El partido debe hacerse en El Campín, no solo por el tamaño de la taquilla que recibiría Equidad, sino también por la seguridad de los hinchas y el buen nombre del juego. Las autoridades, periodistas, y patrocinadores deben interceder para evitar esta tragedia anunciada.

La segunda tragedia es también muy grave. Me preocupa que Páez no sepa leer el partido, y al rival, igual a como pasó ayer. Richard Páez sabe a qué juega Equidad. Conoce de antemano la forma de jugar de su rival. Sin embargo, ayer salió a jugarle sin ninguna variante evidente que demostrara que había estudiado a Equidad y que con estrategia iba a derrotarlo. Millonarios jugó con el mismo esquema de siempre y con un nivel muy bajo. Hizo el mismo partido que ha hecho siempre. Y se encontró con un rival estructurado en la táctica que lo enredó, lo confundió y por poco lo derrota. Si el miércoles Páez vuelve a ignorar estas advertencias; si se resiste a estudiar a su rival y a meterle la mano al equipo en términos de variantes tácticas, estaremos de nuevo al borde del asiento, comiéndonos las uñas e implorando a Dios algo de clemencia. Sé que el tiempo es corto, pero la mano del DT se tiene que mostrar no solo en la construcción de unidad de equipo, sino también en el trabajo durante todo el año en la construcción de variantes y esquemas.

El miércoles Millonarios pondrá mucho en juego. Será un día determinante para la historia reciente de nuestro equipo. Solo espero, imploro y ruego que las dos tragedias anunciadas se eviten y que Millonarios vuelva a pisar una final, luego de tantos años. Estamos, no solo, en las manos de las autoridades que deben evitar a toda costa una tragedia humana, sino también en las de Páez, que además de meterle corazón al equipo, debe sorprender a su rival y mostrar que Millonarios puede ser campeón luego de dos décadas de sequía insoportable.

Azzurro

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