Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

La derrota ante Santa Fe quedó atrás. Fue un partido donde en el primer tiempo Junior fue inmensamente superior y fácilmente pudo mandar goleado al equipo capitalino al vestuario, pero lo perdonó y en un error individual durante los primeros minutos de la etapa complementaria, los visitantes  marcaron el único tanto del partido. Después de eso,  Junior lució confundido, no volvió a ser el del período inicial. Por eso, más allá de la pérdida del invicto y de los tres puntos, vale la pena  preocuparse por lo mucho que le cuesta a Junior recomponerse luego de recibir el primer gol, se desconcentra y su fútbol se vuelve impreciso.

Junior ha jugado 27 partidos este semestre, de los cuales ha comenzado recibiendo el primer tanto del partido en nueve de ellos, en cuatro terminó perdiendo y en igual número logró empatar, pero tan sólo en uno pudo salir victorioso. Y no es sólo el hecho de no poder ganar en la adversidad, si no la forma cómo el equipo se desconcentra cuando está abajo en el marcador.

Por Liga, Junior ha disputado 15 encuentros, saliendo victorioso en diez, empatando en uno y perdiendo en cuatro. Es decir, que en cinco partidos no ha logrado sumar tres puntos y en todos ellos el común denominador fue empezar abajo en el marcador: frente a Alianza Petrolera, Huila, Once Caldas, Cortuluá  y Santa Fe. Únicamente frente al Medellín, en partido válido por la fecha 15, logró revertir el resultado.

En la  Copa Águila, son ocho los enfrentamientos de Junior, donde contabiliza cinco victorias y tres empates, uno de ellos frente al Medellín, donde comenzó perdiendo y al final rescató un punto (en los dos restantes empató sin goles con Millonarios y 1-1 con Patriotas, pero empezó ganando).

En cuanto a Copa Sudamericana, el equipo de Comesaña contabiliza una victoria y tres empates, dos de ellos frente al Cali en la Segunda Fase, donde inició abajo en el marcador y al final los igualó a un tanto.

Claro está, que cuando Junior comienza ganando, casi siempre lo hace. Frente a Patriotas en Tunja por Copa Águila, es el único partido que no cumple con esta condición.

Todo lo anterior se explica en gran parte porque los equipos a los que ha enfrentado Junior, claramente toman grandes precauciones defensivas, muchos se encierran atrás y sólo salen de su campo cuando reciben un tanto. No obstante, el equipo tiburón debe acostumbrarse a esta situación y saber sobreponerse a la adversidad, partidos como contra Santa Fe, donde el rival viene a Barranquilla a meterse prácticamente debajo del arco, habrá muchos.

Si bien el juego colectivo es el fuerte de Junior, hace rato no vemos al equipo marcar un gol a través de una jugada de pelota quieta, y no me refiero solamente a un tiro libre, si no a un córner o algún cobro de falta que implique doble jugada o algún movimiento de laboratorio. Debe haber mayor sorpresa y no depender sólo de la inspiración en jugadas ofensivas de los hombres de ataque.

Junior sigue siendo un equipo en construcción y ha dejado ver cosas interesantes en el terreno de juego. Se ha hecho fuerte en casa, como de costumbre, y ha sumado puntos importantes por fuera. Esperemos que las finales lleguen y el equipo esté en su pico de rendimiento más alto del semestre y sea capaz de reponerse ante la adversidad y saber darle la vuelta a los partidos, pero sobre todo sin desesperarse ni desconcentrarse, y siendo siempre fiel a su estilo de juego.

 

Muchas gracias por leer. Hasta pronto.

 

Por: Miguel Elías Pumarejo Sánchez

En Twitter: @MiguePumarejo

Correo electrónico: migueleliaspuma@gmail.com

P.D: Aunque el ‘ChaTeo’ es el que generalmente se lleva todos los elogios,  vale la pena destacar la campaña de Víctor Cantillo, Leonardo Pico y Rafael Pérez. Éste último fue el primer refuerzo que llegó, en medio de las críticas y en un ambiente hostil, pero ha sido lejos el mejor defensor de Junior en el semestre.

 

 

Compartir post