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El domingo Millonarios juega una nueva final en la Liga Postobón. El equipo embajador tiene la obligación de ganar frente al Deportivo Pasto para seguir en carrera. 
Poco quiero mencionar sobre el partido ante Tigre. No quiero echarle la culpa a Cosme, o decir que la clasificación se perdió en Argentina. Tampoco quiero señalar únicamente a Mayer Cándelo por lo de anoche (aunque me parece realmente el colmo de la desidia y la displicencia). No quiero entrar en dilemas, ni lamentarme por algo que obviamente a todos nos duele. Lo único que quiero decir es que desconozco al Millonarios de anoche. 
El equipo de ayer no tuvo la categoría, la mística ni la garra de anteriores presentaciones. Millos tenia todo en bandeja de plata para avanzar y los jugadores se llenaron de miedo, se los comieron los nervios y más de uno demostró que por este escudo no siente nada…..
Los demás me dirán que esto es obvio, bien o mal los jugadores son simples profesionales que realizan un trabajo, que se mueven por un sueldo como todos nosotros y que evidentemente más de uno no siente el más mínimo cariño por el club.  Por supuesto no quiero decir que esto sea el caso de todo el plantel. Franco ayer corrió y empujó al equipo. Lewis desbordó por derecha y le dejó en bandeja de plata a Cándelo el gol de Millonarios empezando el segundo tiempo, sin embargo el diez azul decidió resolver la jugada con displicencia, con desidia y amargura. Un jugador profesional de fútbol no puede definir de esta forma, menos en esta instancia, menos ante un estadio a punto de estallar y con un club que se jugaba la gloria en este partido. 
Reitero, no voy a señalar únicamente a Cándelo, muchos otros jugadores se contagiaron de esta actitud y por ende anoche vimos a un Millonarios apático, sin corazón, sin ganas, mística y sin fútbol. Da rabia porque la gente estuvo ahí, la gente alentó todo el partido y armó una fiesta en la tribuna. Da rabia salir así porque dejamos en el camino a gigantes del fútbol brasilero, mostramos por momentos buen juego y sobretodo porque ayer, si bien no había fútbol y Tigre estaba completamente metido en su arco, por lo menos debió haber ganas y garra. 
Todos pagamos una boleta por apoyar a un equipo, todos hicimos sacrificios por ir al estadio, todos gritamos, saltamos y vivimos el juego, lo mínimo, lo absolutamente mínimo que podíamos esperar era que el equipo se matará en la cancha, que corriera cada pelota, que sudara hasta el final. 
El resultado es justo porque Millonarios no mereció más porque no atacó, porque no corrió, porque se dejó sacar por un equipo más limitado en lo técnico, pero con muchísima más testosterona que el equipo embajador que jugó anoche. Tigre es justo finalista y a pesar de la pérdida de tiempo, de la repudiable actitud de su arquero y de su sistema ultra defensivo, es un equipo que corre los noventa minutos y suple con ganas lo que no puede hacer con la pelota. 
En lo relacionado con lo que viene, Millonarios tiene el domingo un partido muy importante, ojala el grupo no se quede en la parte anímica y se reponga de la eliminación. Es el momento que el DT Torres tome correctivos y cambie a los que no quieran jugar, de todo corazón les digo que prefiero ver a los muchachos de la cantera matarse en el terreno de juego que ver a detestables veteranos jugando a uno por hora. Es preferible perder corriendo y con carácter que perder de la forma como Millonarios lo hizo ayer. 
Para lo que se viene seguramente Torres usará un equipo mixto, combinando las buenas actuaciones individuales del miércoles con las pocas destacadas actitudes de anoche. No podemos desfallecer, el sueño de la catorce aún está latente y esperemos que por lo menos esta eliminación sirva para que el equipo se fortalezca, piense únicamente en la Liga Colombiana y se dé cuenta que no ha ganado nada, que los partidos hay que jugarlos y que si quiere lograr algún objetivo este año deberá cambiar su actitud y su disposición en la cancha. 
Hoy no somos ni los mejores ni los peores, tampoco seremos ni lo uno ni lo otro sin importar el resultado del domingo. Lo único que pide la gente y lo demostró ayer en el estadio, es que la hinchada siempre ha estado y estará ahí, pero necesitamos que el equipo tenga carácter y que si va a perder lo haga con «cojones». 
Los invito a que no nos echemos a la pena. Sí yo sé que hoy es un día difícil y los demás disfrutan como propios los fracasos nuestros,  celebran como si el hecho que nosotros perdiéramos les diera a ellos triunfos, ascensos o los pusiera a jugar un cuadrangular. No vale la pena desgastarse, esa es la diferencia que siempre habrá entre un gigante como Millonarios y los demás equipos. 
El domingo Millonarios sentirá el respaldo de la gente, porque si bien se perdió una parte del sueño, la otra mitad de la gloria aún está latente. Vamos Millonarios, aún tenemos como pelear y frente al Pasto el equipo debe demostrar para qué está hecho y si debemos ilusionarnos o no en conseguir el último objetivo que nos queda durante este 2012. 
Un saludo a la inmensa familia embajadora, que alegría ver la fiesta que montaron anoche, que pasión, que fervor 
con el que el hincha de Millos vive el fútbol, ojala el equipo viviera este deporte de la misma manera. 
Grandes Muchos. Gigante Sólo Uno. Lo Digo Con Orgullo de Millos Nada Más!
Nos vemos en Twitter @amorembajador

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