Pinta bien el Millonarios de Torres

En el fondo es bueno que de vez en cuando pasen cosas que nos recuerden que el fútbol es, en últimas, un negocio. Tener la plena conciencia de que el amor por unos colores y la estabilidad emocional no pueden ni

deben estar sujetas a los bolsillos de un jugador o un empresario debe ser, a mi juicio, el primer mandamiento del hincha.

Sin embargo, no deja de ser penoso que la hinchada, en pleno inicio de la Liga y la Copa Suramericana tenga que plantearse preguntas obvias que surgen luego de lo ocurrido con Humberto Osorio Botello.

¿Qué clase de empresarios están trayendo jugadores a Millonarios? ¿Por quéjugadores como Ignacio Ithurralde

están más que seguros con contratos plenamente sellados? ¿Por qué, en cambio, jugadores que pueden

ser protagonistas este torneo, como Harrison Otálvaro (ojalá), están en el equipo sin opción alguna de compra de su pase? ¿Por qué Javier Álvarez, cuando estuvo al frente del tema de las contrataciones permitió clausulas de esta naturaleza? ¿Puede llegar, cualquier día de estos, un jugador del plantel a exigir de buenas a primeras mejoras salariales so pena de irse por «una mejor opción salarial»?

Ninguna culpa recae en la actual directiva y el cuerpo técnico del equipo. Por el contrario, es de aplaudir que no se hubiesen prestado al manoseo y el oportunismo. Justa o no, una reclamación como la de Osorio Botello llegó en un pésimo momento y no tiene presentación.

Pero a rey muerto, rey puesto. Bien ido Osorio Botello. Una pena que un jugador con sus goles y su proyección prefiera, con todo respeto, a San Martín de San Juan sobre Millonarios. La mejor de las suertes. Tema cerrado.

Hablemos de lo importante: de la pelota, de un Millonarios que, a juzgar por lo visto el pasado domingo ante Santafe, promete.

Campeón es campeón. Con o sin ritmo, Santafe venía de ser el mejor del primer torneo y Millonarios lo superó con autoridad.

Los invito a que en un par de semanas revisemos la evolución de cada jugador y la forma en que los refuerzos se han acoplado al equipo. Pero desde ya es justo decir que Román Torres y Wason Rentería cumplieron. El primero, a pesar de un par de errores en cierres que le permitieron al rival acechar con peligro a Ramos, le dio confianza a un Pedro Franco que necesitaba no solo aplicarse en defensa, sino también un compañero recio y serio para cerrar. Bien.

Y Wason, a pesar de su controvertida explusión, cumplió no solo con un gol sino aportándole color, alegría y lujos al ataque. Es un verdadero placer ver a un jugador de esas condiciones en el ataque del equipo. Sus regates, el control del balón. Wason se la cree. Sabe que tiene las condiciones de un crack. Y está motivado, sabe que la gente lo quiere y lo respeta.

Ochoa, Martínez y Blanco me sorprendieron gratamente. Sin demeritar el trabajo de Richard Páez, tal vez les faltaba quién les diera confianza en sus condiciones.

Me alegra también el buen regreso de Tancredi y el nivel de Candelo. Al uruguayo sin duda le falta hacer más para

ganarse el pleno respaldo de la hinchada, pero mete ganas y eso conecta la creación del equipo. Y Mayer… Ojalá siga como empezó. ¡Hasta marcó y quitó balones!

Se ve la mano de Torres. Atento, hablando todo el tiempo con los jugadores, recordándoles sus posiciones en la cancha, haciendo respetar su esquema táctico. Muy interesante.

Es un técnico que puso a correr al equipo de una manera inteligente. ¿Por qué Candelo rindió hasta el final del partido? Sencillo. No tuvo que recorrer grandes tramos de la cancha con el balón. El de Torres es un Millonarios más corto que el de Páez, que se mueve en bloque y que, aunque juega a tocar mucho el balón, también le da manejo.

Obvio, tan solo le hemos visto un partido. Pero Millonaios mostró algo más que las ganas y la energía de inicio de campeonato. Falta un camino largo, mucho trabajo. Pero hay con qué, especialmente porque hay recambio: Robayo (bienvenido, muy bienvenido de regreso), Ganiza, Vásquez, Otálvaro, Mosquera…

 

El gran reto será el ataque, especialmente para los próximos dos partidos de la Liga, ante Huila (V) y Equidad

(L), donde sin Wason ni Osorio, les llegará el turno a Moreno, Urbano y Cosme. Lo de Sergio Herrera es apenas una posibilidad.

Mención aparte merece el apoyo de la hinchada. Sin mala onda, fue triste ver cómo al campeón lo acompañó apenas un puñado de simpatizantes, mientras que al Más Veces Campeón su incondicional hinchada lo alienta incondicional y fervorosamente. Un Millonarios con buen nivel como el que hace prever Torres será un guiño definitivo para esta hinchada que nunca abandona.

Esto apenas comienza. El Inti Gas, este jueves, en Perú, será una nueva prueba. Pero Millonarios ilusiona de nuevo.

Qué bueno tener a Millonarios de vuelta. Qué bueno sonreir pensando en este nuevo sueño que comenzamos a construir.

¡¡Vamos Millos!!