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Vencer al favorito, más que una carga para el grupo, promete ser un potenciador de la confianza y garra sin igual de este Millonarios. Se viene Equidad. 

Que nadie diga que lo que ocurrió este domingo en Manizales fue producto únicamente de la suerte. Ahí hubo fútbol, señores. Porque resistiendo los embates con tesón y sin bajar los brazos también se gana. Porque, aunque los balones no entren, si el equipo no se rinde, al final, a veces, hay un justo premio. Porque, aún en la lotería de los penales hay que estar concentradito. Porque no siempre un balón pateado como lo pateó Tancredi entra.
Y hay justicia en que este Millonarios ya esté a cuatro pasos de la gloria. El fútbol premia ese ‘no-sé-qué’ que tiene este equipo, la simpatía que despierta -me consta y les consta- incluso entre quienes no aman nuestros colores.
La tarea era ganarle al que se pusiera en frente. Listo. 1-0, 0-1, 5-4. Un paso más en el camino a la gloria. Una pequeña batalla más ganada en pos de la victoria final.
Ahora viene Equidad. El «equipo de la gente pobre (?), como lo denominó el ‘maestro’ Alexis García y quien desde ya promete una semifinal llena de lágrimas.
Mirando ya hacia el partido del fin de semana en El Campín -Millonarios comienza en casa-, espero ver un equipo con similar disposición al que enfrentó al Caldas en Manizales.
Páez vencerá o morirá con su idea de atacar siempre. Esa premisa, que complica a veces el fondo cuando se le entrega el balón al rival es también la que le permite no dejarse arrinconar todo el tiempo y generar opciones de manera permanente.
La mayor demostración fue el cambio de Robayo por Tancredi, debido a la lesión de Rafa (la cual al parecer no reviste mayor gravedad), por encima de Blanco, que habría sido la primera opción para reemplazar marca por marca.
Ahí el equipo se abrió por completo y, aunque vulnerable, permitió asociar a Candelo y Tancredi dándole buen manejo para ponerle balones a un Toloza que infortunadamente no estuvo claro para definir pero creó permanentemente opciones de gol. Mosquera últimamente ha lucido un tanto desconectado del circuito de juego. 
¿Ustedes cómo lo han visto? ¿Propondrían variables en la zona izquierda para enfrentar a la Equidad?
El partido, como lo sentí, fue el mismo de principio a fin. De ida y vuelta, como dicen. Hubo momentos en que el Caldas fue asfixiante, tocando, lanzando pelotas largas en diagonal que rompieron la defensa y balones a ras como el que permitió el único gol de la tarde, el cual, por cierto, más que de Domínguez al rechazar el balón, fue error de Vásquez al permitir que el balón llegara a los pies del rematador.
En la jugada, dicho sea de paso, Luis Nuñez está en fuera de lugar. Mírenla.
Pero aún cuando el Caldas se volcó con toda la fuerza contra nuestro arco, Millonarios respondió. Ramos estuvo inmenso y la marca de Domínguez y la labor sin igual de Ortíz fueron fundamentales.
Millonarios no se dejó arrinconar. Creó más opciones de peligro que su rival en el segundo tiempo y fue justo merecedor de ir a los penales.
La sangre fría de todos para cobrar es la muestra de la confianza que hay. Así como el equipo no se cayó por el gol en contra, tampoco se desanimó por el penal atajado al ‘Caracho’. Y la suerte estuvo con el azul.
Yo no sé qué va a pasar en la llave contra Equidad. Sólo sé que hay cómo y con qué vencerlos. Este Millonarios tiene argumentos para ir hasta el final a pelear el título.
Espero dentro de una semana repasar estas palabras y compartir con ustedes un triunfo, la primera cuota del paso que antecede la búsqueda de la ansiada final.
Vamos Millos. Queremos La 14. Vamos que sí se puede.
¡Sus comentarios, como siempre, son más que bienvenidos!
Un saludo muy especial a los hinchas de otros equipos que comentan en este blog. Este también es su espacio, todos somos hinchas del fútbol.
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