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El gran arranque de Millonarios dejó de ser una afortunada circunstancia. Se comienza a ver la mano de Torres. Su gran reto será mantener el ánimo arriba cuando quede claro quiénes serán titulares y quiénes suplentes. El siguiente paso de este camino: Nacional.

Que «Millonarios es el equipo bachiller porque comienza primero y termina once» es, para mi, de lejos, el cuento más odioso que han dejado estos años de sequía. En parte porque a veces ha resultado dolorosamente cierto.
Se me viene a la cabeza, por ejemplo, el Millos del gran ‘Pecoso’ Castro que en 2005, después de hacer 18 de 18, terminó eliminado…
Traigo el asunto a colación porque, pasados cinco partidos ante rivales de diferente estilo, todos duros y con oficio, el Millonarios de Hernán Torres ilusiona en serio.
Atrás parece haber quedado el equipo sin alma ni brillo del primer semestre. No solo gracias a la llegada de refuerzos en posiciones claves como Román Torres y Wason Rentaría, sino porque el DT parece estar sacando lo mejor que tiene para dar la plantilla del equipo.
¿No le creían a Páez? ¿El venezolano no supo explotar el potencial de los jugadores que tenía a su mando? ¿Los jugadores no estaban motivados? ¿No quisieron andarle más? Cualquiera sea la respuesta y para bien de Millonarios y su hinchada, Martínez, Ramírez, Vásquez y Cosme parecen jugadores totalmente diferentes a los que habíamos visto.
¿Qué no decir del nivel de Tancredi, Blanco y Otálvaro, que han sido ejes claves para el éxito en estos primeros juegos? Parecen futbolistas distintos a los que conocimos inicialmente.
Ilusiona ver un equipo motivado, seguro en defensa y con variantes y buenos jugadores en cada posición. 
En manos de Torres está hacer que ese factor juegue siempre a favor de Millonarios. Y es que, más que lo estrictamente futbolístico, el gran reto del DT será mantener sólida, unida y motivada a una plantilla en la que, afortunadamente, todos están motivados, juegan bien y quieren ser titulares.
Una mirada a la plantilla confirma el asunto. En la parte posterior Torres parece haberle dado a Franco el acompañamiento y la seguridad en marca que necesita. Conocía al panameño desde sus épocas en Equidad. No le teme a nada, hace cierres rápidos y respalda atrás cuando sus compañeros se van al ataque. En espera están Henríquez, de buena actuación ante Inti Gas, e Ithurralde que… bueno, está muy tranquilo con ese generoso contrato que le firmó el señor Javier Álvarez.
Las salidas rápidas, los certeros centros, pero también la muy buena marca de Lewis Ochoa se han convertido en un factor fundamental para el equipo. A lo mejor cuando Néstor Pékerman deje de llevar de paseo a jugadores juveniles de Nacional (cuyos pases, vea usted, luego son vendido) a la Selección, lo voltee a mirar.
La banda izquierda es tal vez donde más preocupación hay. Martínez ha subido su nivel, pero aún falta seguridad para salir y regresar.
En el medio campo el equipo luce sólido. Con paciencia, trabajo y fútbol aplicado, Elkin Blanco se ganó el puesto. Jhonny Ramírez ha mejorado, pero no me extrañaría que en poco tiempo su lugar fuera ocupado por un Robayo que, a juzgar por el partido ante Inti Gas en Bogotá, jugará mucho más en ataque de lo que lo conocimos. Y está Ganiza Ortiz, quien, pese a que no remató bien el semestre pasado, es un señor volante de marca. Torres decide…
Más adelante también hay de dónde echar mano. Candelo parece inamovible en el esquema de Torres, al igual que un Tancredi que afortunadamente regresó de su lesión renovado y recargado de fútbol.
Y ahí empiezan las variantes. ¿Jugar con un tercer volante? La expulsión de Wason le dio paso a un Omar Vásquez en buen nivel. Pero ojo: también están Luis Mosquera y Harrison Otálvaro, que sigue subiendo su buen nivel. Qué alegría ver a ese buen jugador retomar de poco a poco ese nivel que le conocimos.
Jugar con un volante más implicaría un solo delantero. Y tanto Wason (qué sabroso baila cuando celebra sus golazos) como Cosme están enchufados y metiéndola…
El reto de Torres será lograr que el trabajo duro se mantenga y que las ganas de ganar de todos los jugadores no se conviertan en frustraciones a medida que el equipo titular se consolide tanto en la Liga como en la Copa Suramericana. 
Tranquiliza saber que Millonarios tiene un DT con los pies en la cabeza, que parece estar trasmitiendo a la hinchada la certeza de que apenas estamos iniciando el camino, que paso a paso, cada vez más seguros, vamos a construir el sueño. 
Y vendrán las duras. Vendrán los partidos mal jugados, como los tienen todos los equipos. Por qué no, habrá derrotas en línea. Y los francotiradores de siempre decretarán «crisis en Millonarios».
Ahí estará la gente de Millos. La que hace que este sea el mejor y más bello sentimiento futbolero.
Y ahí vamos paso a paso. Semana a semana. 
Esta, por ejemplo, será de Millonarios. Ya se le ganó a Inti Gas. El sábado el turno será para Nacional. Millonarios tiene con qué ir a vencer en Medellín, así como lo hizo el año pasado.
A su juicio, ¿cuál debe ser la titular para ganar el sábado?
Aquí estamos, Millonarios. Siempre presentes. Siempre alentando. Siempre azules. 
¡¡Vamos Millos!!
***
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