Un día sí, otro día no… Que el jueves, en la Final, sea sí

Dos preguntas para comenzar. Una: ¿si Toloza quiere cobrar como Mayer, por qué no cobra Mayer? ¿No hay mano del técnico para impedir esos cobros que lejos de ser ‘con clase’ son inmensamente irresponsables? 

Dos: ¿Trabaja Millonarios durante la semana las jugadas de balón parado? Si lo hace, ¿por qué entonces el ridículo cobro en el que la barrera del Pereira les quitó el balón a Mayer y Toloza cuando intentaron una elaboradísima jugada de laboratorio?

Sé que sobre este segundo punto ustedes dirán que no había la distancia reglamentaria entre los cobradores y la barrera. Pregunto entonces: ¿no tiene Millonarios un par de tipos que se hagan sentir con el árbitro? 

Caramba, la verdad es que este Millonarios desconcierta. La misma nómina que sacó un gran resultado ante Chicó en Tunja, la misma que con seguridad repetirá ante los ajedrezados en el partido de vuelta del próximo jueves, no pudo ante un Pereira que se paró bien e impidió que los azules hicieran su juego.

Un día sí, un día no. El rendimiento del equipo tiene muchos y muy preocupantes baches.

Ante Pereira Millonarios tuvo para hacer más. Pero las fallas en la definición y la inclusión de jugadores como Tancredi, absolutamente intrascendentes, impidieron que llegara el gol. 

Quisiera invitarlos a debatir sobre lo que ocurre en la zona de adelante del equipo. Erick Moreno es indudablemente un buen jugador. Sin embargo, en los últimos partidos lo he visto perdido, y eso implica que los volantes se desconecten de los delanteros. Me explico: sin Preciado, que usualmente jugó por derecha, ha sido Toloza quien se ha convertido casi en un volante. Creo que eso ha hecho que se desperdicie su capacidad para el pique y el contragolpe. 

Así las cosas, en los pies de Moreno ha quedado el generar fútbol en el frente de ataque. Poco se le ha visto la calidad que exhibió ante Junior.

Por otra parte, considero sumamente desatinado incluir a Tancredi. ¿Por qué insiste Páez en un jugador que prefiere botar el balón que pelearlo cuando un contrario lo encima? ¿Por qué alinear a un pasador cuyos únicos pases son hacia atrás? Es increíble que Millonarios ponga en la posibilidad de un esporádico remate de media distancia ejecutado por este señor todas sus apuestas de ataque en los segundos tiempos. 

Omar Vásquez debería ser la opción. En serio. 

Páez, como escribía recientemente, hace un impecable trabajo de motivación. Pero se sigue pifiando en los cambios. Ojalá eso no vaya a pasar el próximo jueves. 

Dos comentarios finales sobre el partido del sábado. Una verdadera alegría ver en el estadio a verdaderos ídolos de Millonarios como Héctor Burguez y Ricardo Lunari en compañía del capitán Bonner Mosquera, quien tuvo el domingo un partido de homenaje que le quedaron debiendo las nefastas administraciones pasadas del equipo. 

Y, señores. El sábado volvieron a escucharse cantos racistas desde la tribuna. Parte de Occidental -ojo, no todos, parte- lanzó gritos ofensivos contra Freddy Machado tras su expulsión. Todos gritamos, alentamos, vociferamos, chiflamos… pero hay límites. Es triste que la que sin duda es la mejor hinchada del país manche sus históricos colores y la jerarquía de su escudo con racismo. Ya es suficiente con el impresentable gesto nazi que algunos hacen cuando suena el Himno de Bogotá…

Les pregunto ahora por sus expectativas frente a la final de la Copa, el jueves. Con la casa llena, el apoyo de su gente y el resultado a favor, el equipo lo tiene todo para quedarse con el trofeo. 

Será, sin duda, una ocasión especial. Una noche para celebrar porque, independientemente del torneo, Millonarios debe estar a la altura de su historia. Ganar todo lo que juegue, la copa que sea, el torneo que sea. 

¿Cuál es su once ideal? ¿Qué esperan del Chicó? 

Y un par de preguntas generales: ¿Cómo ven al equipo de cara al remate de esta fase de la Liga? ¿Cómo han visto a Páez?