Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Tres partidos bastaron para prender las alarmas. Las ideas de Páez no dan resultado. Una mirada a un equipo que mostró su faceta más frustrante ante el Caldas.

Se acabó la luna de miel. El Millonarios que enfrentó el sábado al Caldas fue sencillamente desesperante. Aunque no lo comparto, quienes madrearon a Candelo y Páez desde las tribunas simplemente exteriorizaron lo frustrante que resulta ver a un equipo sin ideas y, lo que es peor, cuya dirección técnica parece no tener una idea clara sobre hacia dónde quiere ir.
Los tres puntos de nueve posibles y los dos partidos perdidos en casa son, a fin de cuentas, una estadística que se revierte. Lo malo es que no hemos visto de Páez muchas ideas como para lograrlo.
Comentaba quien me acompañó al partido -su primera vez en el estadio, ¡qué vergüenza el espectáculo en la cancha!- que los méritos de Millonarios ante el Cúcuta -pases cortos, avance en bloque para cerrar espacios, marca al límite pero juiciosa en el fondo- terminaron siendo sus peores falencias ante el Caldas.
Los pases cortos terminaron en un toque-toque zonzo siempre hacia atrás o hacia puntos en los que la marca del contrario no permitía avance. El avance en bloque se tradujo en unos tipos casi temerosos de jugarse al frente, tirando centros a ningún lado, acelerando cuando se necesitaba pausa, frenando cuando se requería desborde. Y la marca juiciosa se convirtió en unos jugadores siempre superados en los piques y descoordinados para llegar a la marca. Un desastre.
La responsabilidad, opino, es compartida entre los jugadores y Páez. Los invito a echar un vistazo.
Delgado ha estado muy bien; los goles han llegado por descuido de sus defensas y antes no ha evitado papelones. El lío arranca en la defensa. Mera y Cichero (¡aplaudido el sábado!) siguen siendo un disparo al aire. Aunque a veces hacen unos cierres espectaculares, se quedan en algunos piques, lucen descoordinados. Ojalá le den un chance a Franco, que sin duda lo hará bien. Igual a Henríquez, a quien sería injusto marginar.
En cuanto a los laterales, Domínguez no convence. El del sábado fue su peor partido. Y, aparentemente, la instrucción técnica es que no debe irse hasta el fondo a tirar esos centros tan buenos que él sabe meter. Lo mismo pasa con Ochoa, quien ha mostrado un mejor nivel. Me gustaría ver al menos probarse a Alex Díaz en la banda que ocupa Domínguez.
La marca es el otro problema grande. A Robayo, hablo a título personal, lo quiero con el alma. Pero no siente la marca. El colabora. Pero le gusta es ir al frente. Y lo hace bien. ¿Por qué entonces no ayudarle? Ortíz, el mejor de los refuerzos, debería estar acompañado de Elkin Blanco, tal vez Del Castillo. Una línea de tres impediría que el equipo quede tan expuesto, tan deshecho.
Sobre lo que pasa adelante escucho opiniones. A mi Mayer no me acaba de convencer. No es el Candelo que se fue hace siete años. Pero nadie me puede negar los tres pases gol que metió el sábado. Claritos. Es más lento, necesita un segundo de más para pensar, sí, total. Pero creo que puede dar.
Para eso necesita socios. Y Preciado, con respeto, no lo es. No aporta. ¿Por qué no vemos a Jefferson Angulo (de Azerbaiyán con amor)? ¿Por qué no Mayer y Tancredit juntos?
Toloza me ha gustado. Mandó balones al cielo. Remató un par de veces mal. Pero va al frente. E iría mejor si no lo mandan sobre la raya, a entrar en diagonales que lo hacen rematar con perfil cambiado. ¡Déjenlo más libre! ¿Qué opinan?
Carpintero es caso aparte. No tiene quién le tire centros, así que no ha podido hacer prácticamente nada. Y es desesperante verlo ahí, quieto, conversando con la defensa rival, esperando a ver qué llega. Hombre, no. Que entre Cabrera. Me gustó que el sábado remató un par de balones muy bien. Se la buscó.
Y quedan variantes para ir al ataque. Luis Mosquera puede ser una opción para centrar. Ervin González otra para meter desborde.
Y, aunque no soy de los que cree que los técnicos ganan solitos los partidos, Páez no ha ayudado ni cinco.
Recuerdo que cuando llegó a Colombia, dijo que él no se cazaba «con un número telefónico» que «eso del 4-4-2 o el 3-4-3» no iba con él. Pero ha hecho todo lo contrario: y su 4-2-3-1 no ha servido. Lo peor es que durante los partidos cambia los nombres pero no la distribución de los jugadores en la cancha.
Lo que más me molesta es que los jugadores están ahí. Esta no es la nómina del semestre pasado. Hay con qué, no digan que no. El potencial humano está ahí. Hay que explotarlo pronto.
Lo que más me preocupa es que haya un bajón anímico entre la hinchada y eso vaya a afectar el proceso de venta de acciones. ¿Ya saben qué hay que hacer? ¿Ya se inscribieron? No olviden visitar la página de Azul&Blanco. Todos a apoyar el proceso.
Un Medellín que está jugando muy bien nos espera el fin de semana. No se advierten muchos cambios para el fin de semana.
Por lo pronto, Páez ha tenido charlas jugador por jugador para evaluar lo que ha sucedido… Ojalá sirvan de algo. Lo pido en serio. Y si no, me tocará ir solo al estadio de ahora en adelante…
Aviso parroquial: ¿Alguien ha visto a Javier Álvarez? ¡Que saludos!
*Desde este blog, de parte de toda la hinchada azul, le enviamos un fuerte abrazo de solidaridad a Pedro Franco en estos momentos de dolor. Paz en la tumba de su señor padre.
¡Sus comentarios, como siempre, son muy bienvenidos!
Todo comentario ofensivo será removido y su usuario bloqueado para comentar en este blog. No pierda su tiempo. Lea un libro
Nos vemos en Twitter

Compartir post