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Mientras algunos -con o sin razón, ya lo debatiremos- se rasgan las vestiduras por el tema Mayer Candelo, los sucios de siempre le quieren coger las nalgas al club y acabar con el proceso de salvamento. 

Lvantenla mano los que brindaron a las 00:01 de este 2011 con el «¡este año sí es, carajo!». Perfecto. Así que con la fe intacta enfrentamos un año nuevo lleno de noticias azules.
Mucho para analizar. Los invito a mirar, en primer lugar, el intento del señor Luis Augusto García por atravesársele al proceso de capitalización del equipo. Alegando una depreciación de la participación de la DNE en el equipo, este señor, en palabras de Juan Carlos López, va «de frente a tumbar el negocio».
El ‘chiqui’, según le explicó López a EL TIEMPO, alega que no se pagó en 60 días todo el pasivo de 24 mil millones de pesos y que sólo se cubrió la mitad de ese valor, por lo que el saldo siguió generando intereses y encareció la deuda.
Arango, en declaraciones a Futbolred, dijo que no entiende «dónde podrá caber una demanda, ni contra quién porque todo está muy transparente» y que García «ha estado enterado» de todo el proceso a través de sus «dos representantes», uno de ellos Juan Carlos López.
Yo creo que García y López tienen todo el derecho de reclamar, especialmente después de esa gran gestión que hicieron en lo deportivo y lo administrativo, engrandeciendo cada vez más el nombre y la marca de Millonarios. Fíjense: grandes y acertadas contrataciones; actitudes firmes frente a técnicos recreacionistas como Juan Carlos Osorio; cero cuestionamientos en su labor…
Si antes había respaldo para Arango, creo que ahora hay que triplicarlo. Ad portas de que se produzca la primera emisión de acciones, a dos debates en el Congreso de que la ley de democratización sea una realidad y con el pago de la deuda que dejaron los prístinos ex directivos cada vez más adelantado, hay que rodear a la administración actual.
He tenido la oportunidad de ver a Arango en la Casa de Nariño y su interés por sacar adelante no solo a Millonarios, su prioridad, sino al fútbol colombiano en general. Un tipo que ha puesto la cara y se la ha jugado por este negocio -porque negocio es, y ojalá deje mucha, mucha plata- merece todo el respaldo.
Los refuerzos
Y bueno, las ganas también se notan en lo deportivo. Independientemente del debate sobre la conveniencia o no de la llegada de algunos jugadores al equipo, es evidente que el interés es tener listo el equipo pronto. Mejor tener estos debates la primera semana de enero y no la última de febrero, como nos tenían acostumbrados nuestros ahora preocupados ex directivos. 
Los invito a que nos metamos a ese tema, comenzando por el más polémico: Mayer Candelo.
Cuando me hablan de Candelo, en mi cabeza se mezclan sus grandes jugadas y su calidad, con la imagen de un madrazo a la tribuna y la camiseta al piso antes de meterse al camerino. No la escupió, no la pisó, no la rompió, como he leído de enardecidos foristas y twitteros.
A mi nunca se me olvidará la ofensa, pero tengo por política respaldar, en la medida de las proporciones, al que se la viste. En todos estos años he visto a muchos ‘besacamisetas’, que le tiran corazoncitos a la tribuna y que dicen que Millonarios es el amor de su vida, pero no han hecho un carajo por este equipo. 
Aunque no quiera hablar del tema, él sabe que la gente lo resiste. Que busque la redención con lo que sabe: buen fútbol y goles. 
El tipo ya está en el equipo. Echarle la madre sólo va a enrarecer el ambiente. Si no funciona, ya habrá momento para recriminarlo. Y si, Dios mediante, le va bien, nos irá bien a nosotros, y habrá también chance de concederle un perdón sincero sin olvido. Yo lo quiero en la titular.
Repasemos las otras caras nuevas. Juan Guillermo Domínguez me parece un señor refuerzo. Un tipo calidoso, con presencia en la cancha y, sobre todo, líder.
Su posición de marcador izquierdo creo que encaja en el esquema de Richard Páez en la medida en que el técnico les da salida por toda la banda a los marcadores y laterales, mientras que los volantes al ataque hacen diagonales hacia el centro. Su pasado en el Cali le da credenciales.
Llega también Juan Esteban Ortiz, procedente del Medellín. Creo que será el complemento ideal para Robayo, quien se queda en el equipo. Un tipo recio en marca sin ser malaleche. El 5 que el 8 necesitaba. 
El arquero Nelson Ramos no me termina de convencer. Creo que Luis Delgado debe ser la primer opción, aunque por problemas de su pase con el Cartagena su permanencia está en duda. 
Para la delantera llegan Edison Toloza y Carlos Preciado. El primero, de buen pasado pero poco presente. Recuerdo sus buenos tiempos en el Quindío (nos metió tres de ese doloroso 6-1) pero también sus malos campeonatos en Santa fe y América.
Preciado me parece un verdadero tiro al aire. Habrá que verlo porque su cuota goleadora no suma.  
El regreso que sí me gusta es el de Wilson Carpintero. Se fue por malo pero vuelve por bueno. Así como su deslucido desempeño en 2005 es innegable, también lo es la cara de goleador que mostró en Equidad y Cúcuta.
Alguien me comentó que a Carpintero le queda grande Millonarios y su camiseta. Eso habrá de verse. Pero si de presión se trata, Carpintero hizo 16 goles con el Cúcuta, una plaza que, con el dolor de mi alma, estuvo más llena y activa que la nuestra el año pasado.
Otro que me parece un poco un tiro al aire es José Luis Tancredi. Estuvo banqueado en el buen Quindío del ‘Pecoso’ Castro el semestre pasado. Ojalá reviva las buenas actuaciones que tuvo en el Cúcuta el primer semestre de 2010. Su llegada se precipitó ante la salida de Jonathan Estrada y la lesión de Omar Vásquez.
Lewis Ochoa también llega, a pesar de su mal campeonato en el Medellín. Será opción para el mediocampo.
Creo que sigue faltando un refuerzo en defensa. Aunque refuerza Domínguez y regresa el buen Alex Díaz, los centrales Mera y Cichero preocupan, en particular por la negativa de Páez a incluir a Henríquez y a Franco, que han mostrado un niel incluso superior. 
La continuidad de Robayo es prácticamente un hecho, así como la de Pajoy, Ervin González, Luis Mosquera y Carlos Saa. Aún siguen en el plantel Omar Rodríguez, Alex del Castillo y Leonard Vásquez. Si se quedan, habrá un buen plantel para la Copa Colombia.
Entre los jugadores de la casa veremos, además de Henríquez, Franco y Mosquera, a Cristian Subero y Edier Tello. 
Esta es la oportunidad definitiva para Richard Páez. Le están trayendo lo que ha pedido. Tendrá tiempo de sobra  para acondicionar al equipo. El ambiente es de optimismo. Así que las condiciones para su trabajo están dadas.
Nos espera un buen año, señores. Estoy seguro. Van a ver. Estamos cerca de las buenas cosas. 
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