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Aunque un partido no es suficiente para medir el aceite de un equipo, lo que mostró el Cali el sábado ante el DIM fue muy importante. Ni siquiera el arbitraje sospechoso el descarado de Peñuela pudo quitarnos la victoria. A pesar de que en otras ocasiones me manifesté en desacuerdo con Blázquez, la actuación del meta argentino fue muy destacada, sobre todo cuando le sacó un balón a Cabrera en el segundo tiempo que nos hubiese liquidado.

En líneas generales el equipo me gustó, aunque la preocupación que había manifestado en la entrada anterior quedó más que ratificada: la pareja de centrales no puede ser esa, toca esperar el retorno de Zapata para que ponga orden.

Lo de Danny Aguilar fue muy importante por el sector izquierdo y cumpliendo tareas creativas. Batalla estuvo claro todo el partido, pareciera que este fuera otro jugador. En ataque lo de Herrera fue muy bueno, pero gracias a la llegada de Pardo. ¡Qué jugadorazo el de la cantera!, su ingreso ayudo a herir de muerte al Medellín.

Sigo buscando el penal en los videos pero no lo encuentro. El colmo que en un partido televisado un árbitro (?) se atreva a sancionar una falta tan inexistente como esa. Lo que terminó de comprobar las falencias del juez fue un tiro de esquina a favor de los paisas que, fue un tiro que pasó a más de cinco metros del arquero y según el de Fuerzas Armadas, había sido desviado por el golero azucarero.

Los Goles:

El primero del Cali al minuto 7 fue de antología, aparte de la jugada individual de batalla, el disparo al palo derecho del portero fue perfecto, justo donde les duele a los arqueros: abajo, ajustado al poste y con pique. Golazo.1-0.

El empate fue injusto. El DIM no había llegado con claridad a pesar de habernos quitado la bola, pero ante el piscinazo de Jackson y el descaro del central, nada que hacer para Blázquez y 1-1.

Al minuto 68 y después de algunas salvadas de cancerbero gaucho al servicio del Cali, Herrera se escapó con la pelota que dejó pagando Vanegas y puso un centro perfecto para que Pardo la impactara de primera y sin dejarla caer. Golazo y adelante 2-1.

Y cuando el Medellín no había aún asimilado el gol y tan sólo dos minutos después, tras gran jugada de Aguilar, Herrera anticipó en el primer palo y le dio el puntillazo a los rojos de Antioquia que se fueron con las manos vacías y con tres golazos en sus maletas.
 
Pero bueno, lo importante, se nota trabajo. No solo en lo táctico sino que José Eugenio Hernández es un gran motivador y tiene muy buen camerino, y la cara de este Cali es otra, pues si el líder sabe para dónde va su banda, todos se sentirán confiados y harán lo que este les pida para cumplir las metas planteadas desde un principio. Aunque falta mucho, este comienzo ilusiona de nuevo.

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