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Del partido del sábado se pueden decir muchas cosas: que el equipo no jugó bien, que Blásquez fue figura, que Batalla cada vez tiene peor nivel, etc., pero no podemos negar que el Cali se está acostumbrando a ganar sea como sea y que se le nota una mentalidad diferente al equipo.

LLevamos tres partidos en linea sin perder (bueno el anterior a estos tres nos lo ratifican esta semana por parte de la Dimayor a pesar del lloriqueo de Alexis García), y sumando en todos de a tres puntos lo que nos tiene muy bien ubicados en la tabla pues con los puntos que esta semana se supone nos dan, quedamos con 16 unidades liderando el campeonato y con dos partidos de local enfrente, contra el Tolima el miércoles y contra el América este fin de semana.

El partido contra el Quindío se lo debemos en gran parte a Sebastián Blásquez quien estuvo enorme. No me gustó ni poquito el trabajo de Batalla, insisto en que es un jugador caro que no da lo suficiente para justificar su inversión, pero bueno, cada cual ve el fútbol a su manera.

Creo que uno de los mayores aciertos del Cheché en este Cali ha sido ubicar a Valdés como central, pues se nota más segura la defensa y desde que está la dupla Zapata-Valdés, el Cali solo ha encajado un gol en tres partidos, mientras en los otros cuatro había recibido 8.

Ahora toca pensar en sacar los 6 puntos que tenemos en casa lo que nos dejaría con 22 puntos en la mitad del campeonato y al borde de la clasificación a cuadrangulares faltando nueve fechas.

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