Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Desde septiembre de 2014 el Deportivo Cali no lograba sacar su arco en cero por cuatro partidos consecutivos me contó Luis Jovel quien lleva estadísticas del verdiblanco. No es un dato menor si se tiene en cuenta la cantidad de fallas defensivas que hemos tenido en los últimos meses y quizá, apurándome, en el último año. Bien, ¿no? Pues no, no está bien porque, curioso, aquello que nos brinda estabilidad y seguridad lo perdemos en medio de esa histeria tan particular que maneja muchos hinchas del equipo. Eramos líderes pero, aun en el techo de la tabla, no era suficiente.

Cali Tigres en TechoSi me has leído antes, cosa que agradezco, sabés que acá de alcahueta poco pero de loco desenfrenado menos. Aclaro que no pude ver el partido y me limité a leer a quienes lo vieron por TV y quienes, a pesar de ese horario traído de los pelos que puso Dimayor, acompañaron, como debe ser, en la cancha al equipo.

Encontrás con versiones de todo tipo desde el tristemente celebre «hincha» que disfruta, o eso parece, cuando al equipo le va mal o regular para salir, como si la vida le debiera, a acabar con todo y con todos. «Vagos», «perros», «burro», «ladrón», «bruto», «sobrevalorado», «limitado», «impresentable», «divo», «niñito», «vergüenza», «borracho», «gordo» y demás adjetivos son proferidos por, es respetable pero no se comparte, la furia que da sacar un punto ante el otro recién ascendido tras ganarle, como dicen, a rivales chicos. Bueno, cada quien.

Otros prefieren las fotos de las tribunas, contar camisetas, trapos y banderas porque, para ellos, eso es el fútbol. Respetable, para mi eso hace parte de la fiesta y hasta ahí.

Reina el oportunismo de quien quiere crucificar a un jugador, atacar al DT (que esta vez no atinó como contra Tuluá) y de paso llevarse por delante al presidente Martínez. Si, ese «hincha» que cuando el equipo gana, como contra Huila, sube fotos, comparte trinos y te busca entre menciones para celebrar «que el Glorioso es una maquina y no nos para nadie». La moda es jodida, más cuando es el gancho (como una ancheta o un 2×1) para llenar una tribuna, eso si, respetable aprovecharla y más conservarla.

Deportivo Cali es un equipo irregular, lo saben hasta los nuevos compañeros de equipo de Harold Preciado. Aparecen figuras que después se apagan y aquellos llamados a brillar deciden no hacerlo, por motivos que desconozco, cuando les dan la oportunidad. Los jugadores que la tribuna reclama para ser sustituidos salen para darle paso a quienes exigen en la titular, ¿y? exacto, no pasa nada con ellos. ¿Por qué será?

Que la altura, que el sol, que la cancha, que el arbitro, que el horario, que el partido que Dimayor no aplazó, que el hotel, que el avión, que el cumpleaños de Mayer, que esto y lo otro… en serio, el tema del encuentro ante Tigres, por lo leído, compartido y escuchado de amigos (objetivos y con las tripas en su lugar) pasa porque, una vez mas, el Deportivo Cali no logró superar a un rival que se le paro bien y que, sin exigirlo, logró meterlo en un nudo del que nuestro Houdini, nuestro mago, no se pudo zafar.

Hablan de falta de actitud, de pereza, de regularse en exceso. Jugar en Techo no es fácil y sumar menos, siempre nos ha costado (espero que en Tunja no tanto porque para allá vamos) y aun así la gente salió tranquila, hoy no fue el caso. Me preocupa volver al tema de la actitud, de la palabra dicha pero no llevada a la acción, de sabernos líderes y dejarlo ahí, de no sentir o vivir ese «vamos por la décima».

Si, es temprano en el campeonato, faltan muchas fechas pero la deuda de Mario Alberto como visitante aun no termina de saldarse. Este año llevamos una derrota, una victoria y este empate, eso es una mejoría, pero en el acumulado nos debe y en el fútbol no termina de aterrizar un concepto que se sostenga, que nos deje sin palabras o invite a aplaudir de pie. Espero lo logre, pronto, porque no es un año para ensayar, ya no mas.

Juan Sebastián, desde su Twitter, lanzó una encuesta acerca si le tenés o no fe a este Deportivo Cali, yo, desde mi humilde opinión le contesté: el día que no le tenga fe al Cali, ese día me pongo a ver volleyball porque mientras la matemáticas den, ahí estaré. Hubo gente que puso «no», ahí si ni modo.

Hay que creer, si, pero, siendo sinceros, si el DT o los muchachos no creen en lo de ellos es muy jodido.

Andrés Pérez, al terminar el partido, hablaba de no llamarse a dudas porque el equipo está sumando, que, obvio, querían los tres puntos pero que siguen creyendo en ellos pues no se pierde. Tiene un punto ahí el capitán y es valioso seguir sumando pero no ser conformistas, ojo, eso no nos ha venido bien en el pasado. Insisto, el tema pasa por la declaración y el deseo versus la acción. ¿Querés la décima? ¿Si? Pues anda por ella, cancha a cancha, partido a partido, rival por rival, contra el que sea, contra todo, contra todos y esa voluntad debe verse siempre, no de vez en cuando, no solo en los juegos de local o cuando sea conveniente.

Me acostumbre a leer las redes sociales sin tono, prefiero eso. Antes de ellas toda la mala leche y vibra se terminaba al salir del estadio, ahora vive un par de días mas en medio de los «valientes del teclado» y los sabios de sofá. Ayuda, eso si, resultados como el de Techo para depurar. Se terminó el juego, empatamos, hay que seguir.

Juega el Deportivo Cali el próximo sábado 25 de febrero ante Patriotas en la cancha de Tunja, duro partido más si se considera que debe ir un equipo mixto ante la cercanía con el debut por Copa Suramericana ante Sportivo Luqueño de Paraguay. Ojalá en la capital de Boyacá, quienes vengan, traigan una actitud diferente y logren no solo seguir sumando sino mostrar algo más. Que puedan aprovechar las bandas y no renunciar a ellas como ante Tigres. Que busquen el arco rival y no solo el control que nos permite tener el arco en cero y con mínimas llegadas del rival y que, ojalá, muestren que vamos es por todo, contra todos y todo pero de verdad, verdad.

Ahora bien, los hinchas, respiremos un poco, veámos lo que hay que ver: fútbol y exijamos, que es el deber, con respeto y ecuanimidad, eso de pasar del cielo al infierno a los jugadores no es, a mi juicio, sano.

Además, espero, sea cual sea el resultado (ojalá uno bueno, insisto) en Tunja que el 28 frente a Luqueño vayan todos los abonados, socios y los 3.000 más. Al Cali debemos acompañarlo porque, a diferencia de quienes en cancha no lo han probado (no sé vos) yo si quiero la décima, la suramericana, la undécima y así. Vamos Cali.

Nos vemos en el estadio,  nos leemos por acá

Germán Salcedo Cajiao

@Germanchos

*Foto: Deporcali.co

 

Nota: última vez, prometo, que hablo de tribunas, trapos, camisetas y demás. Hablemos de fútbol mejor, ¿no?

Compartir post