
No hay más tiempo, no hay más oportunidades; después de 3 fracasos seguidos, esta tiene que ser la fecha en la que el Deportivo Independiente Medellín gane la sexta estrella, y el mundo entero conocerá qué es celebrar.
Si yo pudiera pedirles algo, jugadores, es que lo den todo por cumplir el sueño de cientos de miles (incluso me atrevo a decir de algo más de un millón) de hinchas del Deportivo Independiente Medellín de ver la sexta brillar en el firmamento.
Yo tengo 20 años, crecí en un ambiente hostil donde Nacional, en mi época más difícil y de decisiones, ganó un dos campeonatos consecutivos y la presión soportada era infernal. En el 2009 vi campeón al Medellín pero por mi edad y demás no fue tanta cosa, aunque ver a mi papá llorando y al estadio enloquecido me llenó de alegría.
Los rojos hemos sabido soportar todo, malas administraciones, jugadores que no sabemos quién les hizo el mal de decirles que se dedicaran a tan magno deporte y hasta una prensa que ha demostrado favoritismo por el rival de patio, nos acostumbraron a ser el patito feo en todos los aspectos en esta ciudad.
Hemos recibido golpes muy duros, tres finales perdidas de manera consecutiva, teniéndolas en las manos y siendo arrebatadas de diversas maneras, tres ilusiones destrozadas. Pero los rojos somos poderosos, resistentes, aguantamos todo esto y volvemos cada semestre a llenar el Atanasio de alegría, color y una murga tremenda.
Háganlo por ese vendedor de aguacates que pasa por Aranjuez con su carretilla todos los días vistiendo la camisa roja junto con su esposa. Por el más alto empresario que ve los partidos en VIP y por el joven universitario que tiene que pensar entre las fotocopias, la comida y el transporte para poder verte jugar. Luchen por traer otro título a estas montañas sagradas que anhelan tanto hacer eco del grito de campeón.
Sean conscientes de lo que ustedes significan en esta ciudad y lo que son para sus hinchas. En una ciudad plagada de problemas y dificultades, el Independiente Medellín se ha consolidado como una alternativa y una distracción, una forma de ser feliz en esta vida. Los hinchas rojos somos enfermos, como en mi casa que hay más de 30 camisas, banderas, sombreros, gorras, ponchos y todo tipo de objetos exhibidos en el garaje, hay muchos hinchas que pintan sus habitaciones, su casa y entregan su corazón a esta noble causa.
Tenemos todo para ser campeón, desde la señora de los tintos en la sede del DIM que siempre recibe con una sonrisa hasta los jugadores que en la cancha han hecho la mejor campaña en puntos de la historia roja. Tenemos fe, esperanza y corazón. Queremos salir campeones, hazlo por tu gente, Medellín; háganlo por ustedes mismos, jugadores.
Lo merecemos, incluso merecemos más, pero el destino ha sido tan cruel con los hinchas rojos que nos hemos adaptado a esa crueldad y hasta la hemos sabido disfrutar. ¡VAMOS MEDELLÍN!, por mi papá que lo ha dado todo por vos, por mi mamá que soporta mi locura y así te ha aprendido a querer, por una ciudad que dice: ESTE AÑO SIX
Sergio Andrés Ruiz López
@SergioRuizL
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