El reino del silencio

Por Azzurro

No soy el único que calla en las toldas azules. Mi silencio es resultado del silencio institucional. No pasa nada en Millos. Aparte de la salida obligatoria de jugadores como Hurtado o Milton, nada se sabe. No se sabe quién viene, quién se va. No se sabe si la apuesta será por los «pelaos» o si nos van  a traer a medio Nacional. No se sabe si Bedoya va o viene, si Córdoba se sigue lesionando en Bogotá o si se va a vivir la buena vida en Buenos Aires. No sabemos si el lote Fontanar es nuestro o no o si somos S.A. o no somos nada.  No se sabe si Jonathan se va de «tapas» o si se queda tirando tacos en el Campín. No sabemos si Neider Morantes, con todos sus años, viene a nutrir el mediocampo azul o si va a hacer uso de buen retiro…

Muchos hinchas ya auguran un fracaso más. No sé si tienen o no razón, pero si veo algo con claridad: la dirigencia azul está perdiendo una oportunidad de oro de construir un proyecto, de elaborar una visión que la hinchada pueda seguir. De hecho lleva un par de años perdiendo esa oportunidad.

Tan pronto llegó García como técnico tuve la esperanza de que su participación accionaria en el Club los llevara a «echarse un cuento». Que nos dijera que iba a jugar con los juveniles para construir un proyecto a largo plazo en Millos con el compromiso de formar equipo, unidad y compromiso. Equipos como Equidad, Tolima (recuerden que el Tolima que casi se mete a la final es el mismo equipo que en enero amenazó con no jugar por falta de plata) o Chicó han demostrado que lo que hay que armar es equipo, conjunto, no estrellas e individualidades. Pero no. Parece que seguiremos con Casierras, Meras, Estradas, etc. Parece que la apuesta del «profe Chiqui» es mejorar lo que ya antes ha fracasado. Veremos si su olfato no lo traiciona.

Tal vez en Millos están esperando que termine el torneo para hacer sus movidas, para tomar decisiones. Pero ojo: el torneo arranca el 12 de julio. Ese día Millonarios juega contra Junior -posiblemente el campeón- en Bogotá. Allí estaremos.

Los hinchas azules estamos ansiosos de que nos presenten un proyecto. De que nos muestren un camino. De que alguien aparezca y nos venda un cuento en el que podamos creer. La nuestra es una hinchada noble y si vemos objetivos, planeación y voluntad acompañaremos. Pero no. Llevamos semanas largas de profundo silencio. Millos ensimismado cree que puede llegar a la gloria con lo que ya ha fracasado. Espero que la apuesta de García sea acertada y rompa con el silencio al que nos ha condenado nuestro equipo del alma.  

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