Septiembre 28 de 2008
Por Azzurro
En el arranque del torneo todo fue ilusión. Fuimos líderes; teníamos al goleador del torneo; éramos la delantera más efectiva del campeonato; ganábamos de locales y visitantes… Llegábamos fuertes a enfrentar 4 partidos que nos medirían y darían la pauta para saber si este Millonarios sí tenía lo necesario para ilusionar.
Luego de los partidos contra Junior, Santa Fe, Nacional y América, el panorama se ha oscurecido profundamente: no marcamos un gol hace 360 minutos; de doce puntos posibles, logramos solo uno; somos a duras penas octavos y no se ve por dónde Millonarios vuelva a retomar el camino del triunfo.
Molesta la situación actual de Millos. No se le ve claro. Se lo nota limitado. Jugadores clave como Estrada y Milton se han venido abajo. No se construyen variantes y los delanteros parecen jugando en equipos distintos; no se encuentran, no se hablan, no se entienden. La creación sigue siendo muy floja. A la ausencia de un volante de creación claro -Erwin está en un nivel fatal, Araujo no tiene nada, y el brasilero solo mostró pincelazos-, ahora se le suma el bajón futbolístico de Estrada quien parece lejano y desconectado del buen fútbol al que nos tenía acostumbrado.
Tal vez lo que debo resaltar es la recuperación de Oscar Córdoba en los dos últimos partidos, en los cuales, luego del error terrible que cometió en el cierre del clásico, se ha mostrado seguro y dueño de su arco. Debo reconocerlo. Igualmente, bueno lo de Efraín Cortes, quien luego de muchas temporadas muy irregulares, se ha convertido en titular indiscutible. De resto, Millonarios parece un equipo completamente distinto al que jugó los primeros partidos de este torneo. Borramos con el codo lo que hicimos con la mano.
Quedan siete partidos en esta primera parte del torneo. Enfrentaremos a Pasto, Chicó, Huila, Santa Fe, Once Caldas, Bucaramanga y Envigado. Son 21 puntos. Nos faltan 12 puntos para estar tranquilos. Debemos obtener más de la mitad de los puntos en disputa. Ya empezamos a apretarnos y a hacer cuentas. Cuando pensábamos que sí había equipo, que lo hecho por Quintabani y sus muchachos era diferente a lo vivido en el 2005 con el Pecoso, ahora se posan nubes de profundas dudas en las toldas azules.
Los arbitrajes
Quiero hacer una mención especial al tema de los árbitros. Hace un par de días, el diario El Tiempo publicó una columna algo insólita del periodista Gabriel Meluk. Luego del empate contra Nacional -equipo que me sorprendió pues francamente vino a Bogotá a jugar como un equipo chico- el presidente azul, molesto por el arbitraje de esa noche, habló en términos fuertes en contra de cómo le han venido pitando a Millonarios. Según Meluk, el presidente azul dijo: «Aquí uno no sabe qué actitud asumir frente a los árbitros, aquí hay que hacer las cosas como Eduardo (Pimentel), nuestro colega, aquí hay que bravearlos, ‘putearlos’, decirles que son unos atracadores y unos bandidos (…). Lo que pasó (…) fue un atraco. ¡Nos robaron! (…). Soy un directivo decente, que me he quejado, y la Comisión Arbitral me responde que lo siente mucho, lo lamenta que qué pena (…) Estoy ‘jodido’ con un arbitraje como el de anoche (miércoles, pasado).» Para Meluk el arbitraje de esa noche fue inmaculado. Se burla de Millonarios y de sus hinchas -que fuimos testigos de los errores groseros del árbitro- al decir «El miércoles pasado, el árbitro, quizás en lo único que perjudicó a Millos, fue en no ir a cabecear un tiro de esquina, a ver si él sí metía el gol…» No sé si Meluk fue al estadio esa noche. No sé qué grabación vio. Pero más allá de burlarse de la indignación azul, me parece que el problema está en los árbitros y en la comisión arbitral. Siempre estos señores de la prensa bogotana buscando el ahogado aguas arriba; siempre buscando cómo enlodar el fútbol de la capital…
Los términos usados por López son censurables. No los comparto. Pero la idea central del dirigente azul, sí. El arbitraje colombiano está en un nivel lamentable. El problema no es solo para Millonarios -sino preguntémosle a los hinchas del Medellín lo que piensan del penalti que se inventó el árbitro que pitó ayer el partido contra el Santa Fe, por ejemplo- pero los errores que han cometido los árbitros contra Millonarios son lamentables: en Pereira un penalti que nunca existió nos costó el partido; contra el vecino expulsan a Robayo por algo que aún no entiendo y le dan dos fechas de suspensión; contra Nacional el juez de línea de occidental pitaba todo al revés gracias a que el banco de Nacional le cantaba todas las jugadas y el central pitaba saques de meta cuando los tiros de esquina eran más que evidentes (esto fue lo que llevó a los reclamos y posterior expulsión infantil de Bedoya) y hoy el línea de oriental en Cali se inventó 3 fueras de lugar en contra de Millonarios que lograron sacar de quicio al tranquilo Quitanbani.
En Millonarios hay molestia por los errores repetidos de los que hemos sido víctimas. Sienten que ya las cartas de protesta a la Comisión no son suficiente. Que no sirven de nada. Hay una postura más dura de ser más críticos y recios. Me parece que la forma es tan importante como el fondo. Los dirigentes deben escalar el tema. Deben convertirlo en un asunto central con vehemencia y mucha claridad mental. Ya estuvo bueno de tantos errores que han perjudicado a Millos. Si el nivel arbitral no mejora pronto, el único que perderá será el fútbol colombiano. La credibilidad de la hinchada es la que está en juego. Y sin credibilidad no hay estadios llenos de afición. Y en estadio vacíos, no hay fútbol. El problema no es la molestia del presidente de Millonarios, señor Meluk; el problema es el flojísimo nivel del arbitraje colombiano.
Vamos Millos.
La gloria del pasado, vive en el Futuro.
Azzurro
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