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Septiembre 22 de 2008

 

Por Azzurro

 

Cada vez más la hinchada de Millos sorprende más a propios y extraños. Somos el equipo más laureado del fútbol colombiano, pero no conseguimos un título hace ya décadas. Sin embargo, la afición azul es un fenómeno social. Esta entrada es un homenaje a ustedes: los hinchas sufridos del más veces campeón. ¡Qué espectáculo el que se vivió en la tribuna azul el sábado!

 

El partido del sábado era especial. Llegaban los dos equipos con buenas campañas y en la parte alta de la tabla. Aquellas voces que todo el tiempo tratan de destruir el fútbol bogotano han tenido que silenciarse ante los resultados positivos de los dos equipos tradicionales de la capital. Quien ganara iba a celebrar en grande. Esta vez la suerte quiso que fuera el vecino. Acá unos puntos para considerar:

 

¡Banderazo!

Impresionante. Espectacular. Imponente. El espectáculo estuvo en la tribuna. Los hinchas azules coparon casi el 70% de las sillas del Campín (el espacio otorgado al vecino no alcanzó a llenarse) y miles de banderas azules ondearon en el escenario capitalino. Es evidente que Millos tiene la mejor hinchada del país. De lejos. Millos es su gente, y eso es lo que nos hace grande. Ojala el espectáculo se repita el miércoles y que esta vez la victoria sea azul. El hincha azul se lo merece.

 

El resultado

Este clásico parecía el típico clásico de los 90 cuando los dos equipos firman el empate días antes del partido. La verdad es que la victoria estaba para cualquiera de los dos y esta vez fue el vecino quien tuvo la suerte. Me parece que el partido de Millos fue muy regular. No salí satisfecho. Espero que este revés sacuda al equipo. No hemos ganado nada. Solo 15 puntos y esos 15 puntos no alcanzan para clasificar. Hay que seguir adelante y retomar lo hecho en el inicio del campeonato.

 

Córdoba

Me mantengo en mi posición de darle la titular a José Cuadrado. Más allá de los errores de Córdoba creo que Cuadrado venía haciendo un papel sólido y destacado. Hoy día Córdoba es un arquero que da rebote, que tiene una presión inmensa encima y para decir verdad, no está en una mejor condición que el Cuadrado que vimos en los primeros partidos de este torneo. Más allá del error del sábado (para mi el error principal es de Córdoba así los defensas y la contención hayan dejado patear al venezolano) creo que en el fútbol el puesto es del que mejor lo esté haciendo.

 

Córdoba no atajó mal el sábado, pero cada tiro al arco era angustioso pues el experimentado arquero daba siempre rebote. Entiendo la dificultad que trae consigo el nuevo balón, pero en la jugada del gol es inexplicable que un tiro de 35 metros termine rebotándole a un arquero en la cara sin ningún intento de meterle la mano al balón.

 

La expulsión de Robayo

Sigo sin entender la decisión del pseudo-juez Roldán de expulsar a Robayo. Viendo la imagen de televisión, se ve que el línea de occidental señala la falta bien y que el juez llega tarde a la acción y decide inmediatamente expulsar al jugador del vecino. Parece que la expulsión de Robayo se da por presión del banco rojo. Lamentable, pues claramente la decisión del señor Roldán perjudicó mucho más a Millos que al vecino. Lamentable que la Comisión Arbitral insista en poner a este árbitro en partidos tan importantes como un clásico capitalino.

 

Los cambios

Me parece que el DT Quintabani se equivocó en los cambios que hizo en el entretiempo. Mientras el vecino metió al campo de juego al venezolano, lleno de energía y peligro, Millos optó por un impreciso Mera que con Rojas al frente declinó cualquier posibilidad de salida por derecha. Fue por eso que el equipo se recostó por el sector de Estrada, quien fue marcado con varios jugadores, lo cual impidió que llegáramos con más claridad. El juego de Millos se hizo predecible. Solo una jugada que genera Tejada y que termina Estrada pateando a las manos de Julio y un tiro desviado de Milton (justamente resultado de la única salida que tuvo Millos por derecha en el segundo tiempo) fueron lo suficientemente claras para generar emoción en la tribuna. Sabiendo como se desarrollaron las cosas, me hubiera quedado con Mera de lateral pero me parece que Erwin era el indicado para desequilibrar al rival por el sector derecho, así se hubiera perdido algo de marca. Vi perdido a Rojas quien ni marcaba ni daba salida.

 

Bedoya

El sábado vimos el regreso del gran símbolo de lucha y entrega Azul. Gerardo Bedoya se batió como guerrero en el medio campo. Su labor, para mi, fue la mejor de toda la cancha. Y es que la vergüenza y las ganas de Bedoya hacen ver mal a sus compañeros. Jugadores como Araujo, Mera, Casierra y Tejada se ven mediocres y Bedoya los hace ver peor. Bedoya siente la camiseta azul. Odia perder y corre todo lo que sea necesario para sacar a Millos ganador. Su reacción al terminar el partido lo dice todo. Ojala este nivel de Bedoya se mantenga y contagie a todos los jugadores de Millonarios. Necesitamos 10 Bedoyas más en el campo de juego.

 

Siguen partidos difíciles. Millonarios todavía tiene la posibilidad de recomponer el camino y volver a sumar. Veremos si el equipo tiene la madurez y la vergüenza de reponerse de estos dos reveses y sumar los puntos que le hacen falta para clasificarse dentro de los ocho. Lo que nos queda a nosotros, los hinchas, es seguir dando ejemplo de la grandeza de los colores embajadores. Nos volveremos a ver el miércoles. Ojala todos traigan otra vez las banderas; pero ojala los jugadores traigan el fútbol y los goles que nos hicieron tanta falta el sábado en la noche bogotana.

 

Una última cosa: lamentable el comportamiento de la tribuna sur en el Campín. Aquellos que no puedan respetar las normas, que destruyan la propiedad pública deben ser expulsados de los estadios. Estos comportamientos ponen en riesgo vidas humanas. El fútbol es solo un juego que alegra la vida. No tiene por qué generar muerte y destrucción. Ojala el padre Alirio reconsidere su renuncia y siga protegiendo la fiesta del fútbol bogotano.

 

Azzurro

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