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Dos golazos simbolizan el titular de este blog:
dos goles de dos cracks. Por lo tanto, el equipo entero, mi Junior, es un
crack. Y estoy orgulloso pues todo el equipo participó.

Después de una larga espera, por fin el Junior
demostró que se puede hilvanar en una sabrosura de juego expectante, intensa,
esperanzadora y alegre, pues el partido ante el Pasto (qué buen equipo) fue
además de intenso una prueba de gala ante 15 mil personas que gozaron de un
debut afortunado (que nos debía Junior).

No sólo era ganar porque ya lo había hecho ante el Real
Cartagena, sino que la burra cantara dos golazos y que las lechuzas huyeran
despavoridas porque sin ellas o con ellas, Junior tejerá muchos discursos sabrosos
con goles de factura de ópera prima y con jugadas sobrias y efectivas.

El dominio de Junior fue operado por un medio
campo luchador pero que a decir verdad, el Pasto le molió la creatividad en el
primer tiempo (ante el Real pasó igual), pero en la ronda del segundo tiempo, los
Caribeños mostraron categoría, elegancia y sobriedad como cual beodo poético de
alegría hablando coherentemente, con figuras animadas ya que se contó con un
medio campo plural donde Gio, García, Narváez y Wlado se deleitaron en una sábana
cálida para alimentar el pivotoso genial de Teo (un gran jugador qué gusto
verlo jugar) junto con la explosión de Dayro que con su golazo movió a más de
uno de sus sillas y hasta nos hizo soñar, pues el golazo no tiene más nombre
terrenal.

Independientemente de que muchos digan que el
cambio de Dayro por Sherman era un acto ilógico del tiempo cuando ya agonizaba
en su primera mitad, no temo decir que sí estuve de acuerdo, pues el pelao
santandereano no supo centrar balones que muchas veces los delanteros quedaron
mudos y silenciados por ser ineficientes; el cambio que venía de la autoridad
en el campo de juego por parte de Cheché, fue más que estratégico, un servicio
pedagógico, aleccionador, enseñante para la afición y para el mismo jugador y
por otro lado, le entregaba a Dayro la responsabilidad de «cambiar» algo en el
enredado juego que nos había metido el Pasto.

Sherman tiene que entrenar más y hacer efectivo su
juego, él pueda dar más y lo sabemos.

Por lo demás, las defensa de Junior estuvo digna
del rival, se enredo en dos pasajes y ya, pues Viera estaba ahí.

Me encantó esta alineación con Rentería de cierre:
éste se vio atrabancado pero fue un poco de nervios.

En general nos sentimos orgullosos de ver a un
Junior que funcionó y convenció, y somos conscientes que nos debemos a una
mejoría. Quiero felicitar a Cheché porque se notó que tanto Teo como Dayro le
celebraron sus respectivos goles a él; eso tiene un gran significado, que hubo
un acuerdo y se cumplió en el terreno de juego con la prueba que tiene el fútbol:
el gol.

Nuestro equipo es un crack, palabra que solo
remitía con su calificativo individual, ahora la uso para un equipo pues la
factura de los goles me hizo sentir y creer eso.

A Fawcett, a Romero, a Nieves (que se autocritique
pues no posee regularidad), a García, en fin, a Viera, a todo el equipo las
felicitaciones y por supuesto a la afición barranquillera.

Chulespe volverá.

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