Con el León en las buenas y en las malas!

Por: Jaime Esteban González

El domingo Santa Fe lo hizo todo
y lo tuvo todo para clasificarse a la final de la Liga pero, una jugada a la
cual aun no encuentro explicación faltando dos minutos para terminar el
encuentro sepultó todas las ilusiones rojas con una derrota 0-1.

No le busquen culpables a la
jugada de gol. Cada vez que la veo (en un acto por cierto masoquista) solo noto
las virtudes de Medina para definir y anotar un gol que ni el mismo se creyó.
Quintero había ingresado al final del encuentro para cerrar el partido y
preciso en la jugada del gol salió a presionar hasta la mitad de cancha dejando
espacio cerca del área. El jugador de Tolima que hace el pase desde el sector
derecho al anotador del tanto, casi que desde el piso logró filtrar el balón entre
Daniel Torres y Bernal. Jhonnier salió a presionar como tenía que hacerlo pero
la pinta de Medina hace que le gane la posición. Y Julio estuvo parado en el
arco como tenía que hacerlo. Lo único increíble fue que el delantero Medina que
por cierto es derecho disparara con izquierda y potencia para clavar el esférico
en el ángulo y mandar un flechazo en todos los corazones rojos. Se perdió al
final, tristemente se perdió a lo Santa Fe.

Luego quedan en la memoria algunas
acciones que marcaron el rumbo del partido. Cuando mejor jugaba Seijas, cuando
el sector izquierdo era fuerte en el ataque rojo dos jugadas fortuitas acabaron
por lesionar al venezolano y sacarlo del partido. Animo guerrero, fuerza Seijas,
pronta recuperación para él. Otra jugada determinante fue el ingreso de Viáfara,
quien nunca entró realmente al partido. Tal vez hubiese sido mejor ingresar a
Bernal o al Trencito, ya que. Y por último, la actuación del arquero del Tolima
quien fue figura en la primera parte y tapó todo lo que llegaba a su arco.
Después no queda más para analizar en un partido digno de una final.

Duele la eliminación. Duele
porque Santa Fe hizo el partido que tenía que hacer. Duele porque este equipo
tenía con que levantar el titulo. Duele porque el  equipo estaba maduro, venía de un proceso
largo (título de Copa Postobón incluido), se notaba la unión de grupo y el amor
por la camiseta. Y sobretodo duele mucho, porque dada la difícil situación económica
puede que termine un largo ciclo por la cantidad de jugadores que dejarían el
club.

Ayer se escuchó algo de una supuesta
renuncia del presidente Pastrana. Y se habla que los jugadores que podrían salir
y así ayudar a solventar la situación económica serian: Anchico, Otálvaro,
Nazarit y Seijas. Noguera se dice regresará al Pereira y  Quintero tampoco continuará con el equipo. El club
quiere retener a Omar. Lo mejor es esperar y ver qué pasa.

El año deportivo se acaba aquí. A
pesar del buen fútbol de Santa Fe, lo único que dejó el año fue un cupo a Copa
Internacional. Santa Fe tiene asegurada Copa Sudamericana pero, tiene una
pequeña opción de Copa Libertadores con una combinación de resultados en la
final. Si el Caldas pierde los dos encuentros ó si pierde un encuentro por tres
o más goles y en el otro como máximo logra un empate, Santa Fe estará en
Libertadores. Ojalá se dieran esos resultados, sin embargo, lo veo difícil.

Para 2011 solo queda esperar
buenos patrocinadores y que no se desmantele por completo el equipo. Otero y
Barragán deberían quedarse y continuar en algo lo que ya comenzaron. Hace tiempo
Santa Fe no tenía un buen técnico al cual se le ve la mano. Toca salir de
algunos delanteros que no estuvieron a la altura del resto del grupo y ver que
hay en las inferiores para echar mano. La cantera ha funcionado. Los ejemplos más
claros son El Cabezon Torres, Camilo Vargas y jugadores que llegaron muy jóvenes
al club como Nazarit y Otálvaro.

La tristeza nos invade pero, queda
la satisfacción de haber visto el mejor Santa Fe de hace varios años y no un
equipo amarrete sin opciones.  El
campeonato terminó con un Santa Fe de verdaderos leones que demostraron querer
a la institución. Por eso duele, por eso los aplausos al terminar el juego, por
eso hay que levantarse y volver a ilusionarse. Estaré el otro año en el Campín,
esperando que arranque una nueva temporada para ver a mi Santa Fe. Eso es el
fútbol.

Ser hincha de un equipo en las buenas
es muy fácil. Sin embargo, solo cuando se acompaña al equipo en los momentos tristes
se demuestra el verdadero hincha. El santafereño sabe que ser hincha del León
no es una cuestión de moda o de resultados, ser hincha del León es un sentimiento.
Los seguidores de verdad estaremos de nuevo acompañando. Solo queda agradecerle
al rojo por lo que dejo en la cancha este año. Gracias León!

Saludos santafereños,

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