Conversando con Martin y Lucas de Pasión Fortinera, un medio partidario de Vélez, en la previa del duelo de ida por la Sudamericana me preguntaron si el Deportivo Cali tendría ventaja al jugar con VAR puesto que Vélez no había disputado partidos aún con esa herramienta de vigilancia y para impartir justicia. ¿Ventaja?, no, les contesté, con el VAR nadie tiene ventaja porque depende mucho de quién esté sentado tras la pantalla y cómo lo usen.
En la noche del martes su uso fue, por no decir otra cosa, indebido, es más, Juan Pablo Varsky (comentarista con afinidad con Vélez) en la transmisión dijo esto al cierre del primer tiempo: “La no intervención o la mala intervención del VAR y el árbitro perjudicó al Cali. Un penal, la no expulsión y un gol no convalidado lo afectaron».
Tras el encuentro el mismo profe Arias, nuestro DT, se refirió a eso así: «La verdad hoy tengo una de las tristezas más grandes que he tenido, pero no por perder un partido. Porque hoy fue una vergüenza lo que pasó en el primer tiempo”.
Y siguió diciendo: «Esto es inaudito, triste, felicito a Vélez, a sus jugadores, no tienen nada qué ver en esto, es una competencia, pero lo de hoy es desvirtuar la competencia, castigar a un equipo que viene siempre a jugar al fútbol» y recalcó: «Hubo tres fallos que en el primer tiempo cambiaban el partido. No hay peor ciego que el que no quiera ver. Tenemos que recomponer, calmarme yo, al equipo, tenemos en tres días otra final, pero ojalá que alguien tome medidas, sino se va a desvirtuar este juego».
Centrado y al punto Alfredo Arias, por supuesto, lo es, pero al final perdimos, el Deportivo Cali se trajo una derrota por dos goles a cero tras dilapidar más de 15 remates al arco entre ellos un cobro de penal.
No perdimos por el VAR, no, pero pudo ser una historia diferente si no nos hubiera condicionado de esa manera la actuación del juez del partido. Para resaltar y reconocer la forma como el equipo, a pesar de recibir un golpe de silbato tras otro mantuvo la convicción y el objetivo sin perder los estribos, notable.
Perdimos, además de no meterla, porque el equipo se fue quedando en el segundo tiempo, la espalda de Angulo otra vez nos jugó en contra y los espacios que no dimos, aparecieron.
Perdimos, sí, porque Vélez de las cinco que tuvo metió dos y con eso nos liquidó. Una pena, porque hace mucho rato no veía jugar al Deportivo Cali de la manera como lo hizo en Argentina: de frente, encarando, atrevido, alegre, vistoso y de tú a tú, sin complejos. Una pena, insisto, porque los muchachos merecieron más que lo que sucedió, merecieron más que el resultado obtenido.
Pero el Cali jugó bien y escucharlo de mi papá, hincha del equipo desde 1950 (o antes) tras solo escucharle por tres años lamentaciones me ayuda a entender que lo que yo vi no es solo un espejismo, sino una realidad: tenemos fútbol, nos falta y es la tarea importante, convertirlo en resultado, en títulos que, para muchos, es lo único que cuenta.
Por la Sudamericana falta el partido de vuelta, por supuesto, y a pesar de la diferencia de dos goles (y quién sabe qué otra por ahí en alguna oficina) no lo veo tan complicado de dar vuelta, eso sí, hay que meterla tantas veces como le quepa, nada que hacer y hay que hacerlo rápido. Extrañaré no estar en el Estadio para con mi aliento buscar eso.
Pero, sí, antes de vernos con Vélez y su entorno debemos superar lo que a mi juicio es el partido, hasta ahora, del año: La Equidad el sábado por la Liga Betplay.
En el juego de ida abrimos rápido el marcador, tratamos de anotar un par más, el palo o la mala puntería dijeron “no” y al final nos empatan. Uno a uno que deja la llave abierta y con todo servido para cerrarla a favor en casa. Espero, de corazón y con la fe intacta, que los muchachos saldrán enfocados en superar a Equidad sin atenuantes, concentrados en no dar espacios, en no permitir nada diferente que alzarse con la victoria y darnos a los hinchas y asociados un motivo mas para alimentar la ilusión. Hay con qué, hay fútbol, esperamos haya justicia, testosterona y piernas.
Viene La Equidad, viene Vélez y puede venir el mismísimo Patas que mientras estemos juntos en fe, en fuerza, en convicción, siendo una sola voz, una unidad, lo superaremos.
Hay que creer, hay que luchar y hay que ganar. Somos el Deportivo Cali, ni mas ni menos y lo nuestro es y ha sido siempre la Gloria.
Vamos Cali carajo, vamos con toda, por todo y contra todos y todo.
Repetí conmigo: «Cali, Cali, Cali» y salgamos a ganar, no hay otra forma de hacer historia.
Nos veremos pronto en el estadio, mientras nos leemos por acá.
@Germanchos
De cierre:
A las señoras y señoritas del Deportivo Cali, felicitaciones por su victoria 2-1 sobre Millonarios en la Liga femenina, su fútbol y el crecimiento que ha tenido me gusta, podemos pensar en grande y hacerlo en grande, sigan así. (Estoy en mora de escribir de ustedes, pero procuraré buscar una voz experta y cercana a su entorno), por ahora comparto la crónica del encuentro que elaboró el departamento de comunicaciones del club y que pueden leer aquí.
Y al Diego, viejo, buen viaje, pronto nos veremos mientras el fútbol te extrañará.
*Foto: El Espectador.
Que buena publicación
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Me cuesta trabajo creer que es tán inferior el futbol colombiano
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