El Medellín nos tiene acostumbrados a los hinchas a ser una montaña rusa de emociones, en la que se pasa del éxtasis total a la decepción fulminante en un par de partidos. Está en el ADN del equipo, parece que hasta lo hicieran de gusto, con consentimiento y de manera intencional, así durante toda la historia. Aunque el gran David González invite a los hinchas a dejar el pensamiento de sufridos, ellos mismos son los que nos provocan estos cambios de ánimo dignos de un bipolar o alguna persona con enfermedad grave.
Hace un par de fechas, ‘El Poderoso’ era líder solitario y hasta debía un partido, pero después de algunos partidos decepcionantes como las derrotas ante Alianza Petrolera y FORTALEZA, junto con el empate con Tolima, el equipo cayó al sexto puesto y su calificación peligra. La Sudamericana no ha sido la excepción, ganamos y damos grandes actuaciones de local, pero de visitante jugamos como si fuéramos otro equipo, un Fortaleza jugando internacionalmente.
Leonel, el ídolo, tiene varios retos que podrían hacer que su cargo sea de carácter indiscutible o incluso que se comiencen a barajar las opciones para remplazarlo, y yo espero que el Medellín levante para que nuestro técnico insignia siga al frente de este barco. Varios retos, dificultades y pruebas se vienen para el rojo, y todos de alto calibre.
ALIMENTAR EL SUEÑO SUDAMERICANO
Estamos a punto de hacer historia, sería la primera vez que llegamos a semifinales en este torneo y estaríamos muy cerca de ganar nuestro primer torneo internacional. De local se ha demostrado jerarquía ante Sportivo Luqueño y Santa Cruz, pero de visitante hemos sido una auténtica verguenza, nos han pasado por encima y se clasificó con las uñas y con mucha parte de suerte. Por esto, el Medellín debe definir bien sus titulares, hay jugadores como ‘Goma’ y Hechalar que hace rato deben estar por fuera del equipo titular, y ojalá recuperen su nivel y vuelvan a figurar como los grandes jugadores que son.
Dejar de salir con planteamientos mezquinos de visitantes y salir a ganar, esa es la única forma en la que nuestro querido rojo podrá conquistar la Sudamericana, pero si seguimos regalándonos cuando visitamos a nuestros rivales, el sueño estará lejos de cumplirse. Además, el compromiso de la nómina tiene que ser aún mayor; ante la desfachatez de algunos directivos de no hacer contrataciones para afrontar todos los torneos, la plantilla del DIM es cada vez más corta y se están recurriendo a jugadores que de ninguna otra manera serían titulares. Se necesita COMPROMISO.
CLASIFICAR EN LA LIGA, CON AUTORIDAD
Ya no estamos en la época en la que clasificar era el objetivo, e incluso con eso se salvaba el semestre. Este nuevo Deportivo Independiente Medellín está para grandes cosas, los directivos en su mayoría están comprometidos y los jugadores han demostrado, por momentos, ese mismo compromiso. El próximo clásico ante Nacional debe ser la muestra clara del valor que los jugadores le dan a la camiseta del Decano de Colombia.
No se trata de solamente clasificar, se debe ganar el punto invisible y dirigirnos directamente a nuestro primer bi campeonato, que nunca había parecido estar tan cerca.
CONVENCER A UNA HINCHADA QUE MUERE POR EL EQUIPO
Tuve muchas críticas cuando mencioné que el Medellín no motivaba a sus hinchas a asistir a los partidos trascendentales, pero sigo pensando lo mismo. Si usted sabe que puede salvar el semestre económicamente y en materia futbolística en el partido ante Cerro, lo mejor sería dar golpes de autoridad en los encuentros previos al compromiso internacional para acelerar la venta de boletas y asegurar un lleno total en ‘El coloso de la 74’.
La hinchada siempre debe confiar, pero el equipo debe volver a alegrar el corazón del hincha, ese que solo se llena con buen fútbol, triunfos y actitud. Tres cosas carentes en los últimos tres partidos del Medellín. Los que saben de fútbol y son hinchas del ‘poderoso’ se preocupan, recuerdan el DIM campeón de hace apenas algunos meses y no pueden creer que ese mismo equipo esté jugando así. Hay que mejorar bastante en defensa, continuidad para los centrales y los laterales, Elacio Córdoba y Juan David Valencia no son jugadores para el Medellín.
Pero la hinchada también tiene un reto:
LLENAR EL ATANASIO GIRARDOT Y DEMOSTRAR NUESTRO AMOR POR EL ROJO
Somos masoquistas, amamos al rojo, el aguardiente y a nuestras montañas. Demostremos que el Independiente Medellín es de nuestra tierra una tradición, vamos todos al estadio, copemos las tribunas del coqueto Atanasio y ondeemos juntos la Bandera Más Linda del Mundo. No dudemos, a comprar las boletas contra Cerro y Nacional, seremos el jugador número 12, el fundamental, la hinchada que mete goles y que saldrá campeona de Sudamericana. TODOS JUNTOS, QUE NADIE SE QUEDE.
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Sergio Andrés Ruiz López.
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