Hace poco más de un año, cuando el barcelonismo en pleno se comía las uñas esperando la respuesta de Neymar a la tentadora oferta del PSG, su amigo y compañero de vestuario, Gerard Piqué, publicó en sus redes sociales un contundente “se queda”, con el que ilusionó y tranquilizó a los seguidores del club catalán en ese incierto momento. No pasaron muchas horas antes de que el astro brasilero se decantara por la propuesta del equipo parisino y empacara sus cosas para embarcarse en su nueva aventura.
En esta Platea no tenemos información privilegiada acerca de las negociaciones de la Federación Colombiana de Fútbol con el seleccionador nacional. No sabemos si Pékerman finalmente aceptará alejar del equipo a Pascual Lezcano, ni tampoco conocemos su pensamiento acerca de aceptar un nuevo contrato sin aumento salarial. Tampoco tenemos noticias sobre lo que piensan los directivos sobre la petición de don José de convertirse en el manejador general de todas las selecciones. Habrá que esperar a las noticias oficiales, pero con certeza podemos afirmar que Pékerman “se queda”.
Y decimos que “se queda”, porque más allá de que renueve o no su contrato para estar al frente de la selección Colombia, don José Pékerman se queda para siempre en el fútbol de este país. Con su paso por la dirección del combinado nacional, Colombia logró los mejores resultados alcanzados en torneos mundiales de la máxima categoría.
Veamos algunos hechos: nos llevó a los dos últimos mundiales, clasificó en ambos como primero de su grupo, jugó cuartos de final contra Brasil, ocupó en quinto y el noveno lugar en los torneos, ganó seis partidos, perdió dos y empató uno. En estos nueve juegos la selección anotó 18 goles y recibió 7.
Pékerman y sus muchachos pusieron al fútbol colombiano bajo los reflectores. Brillaron con luz propia James, Falcao, Cuadrado, Ospina y muchos otros jugadores que se convirtieron en apetecidos refuerzos de los más grandes equipos del mundo.
Pékerman y su cuerpo técnico llevaron con muy buen tino las riendas del grupo. Atrás quedaron épocas en las cuales las vanidades, los egos y la indisciplina minaron la unidad de los grupos y en no pocas ocasiones las noticias extradeportivas fueron más relevantes que los resultados.
Don José puso su experiencia y logros en el fútbol mundial al servicio de la causa nacional. Supo aconsejar a los jugadores, experimentados y jóvenes, que siempre acudieron a las convocatorias con seriedad, entusiasmo y compromiso. No se volvió a tener noticias acerca de futbolistas que, como en el pasado, renunciaban a las convocatorias o acudían a ellas con el miedo de terminar “quemados” por los resultados obtenidos.
Nunca la selección nacional estuvo por tanto tiempo dentro de las 10 mejores selecciones del mundo según el ranking de la Fifa. Es un hecho que el fútbol colombiano se valorizó a los ojos de todos.
Pero lo más importante tal vez, aquello que le permite a esta Platea afirmar que el argentino “se queda”, es que la selección nacional se convirtió en ese elemento capaz de aglutinar a su alrededor a esta nación fraccionada, polarizada, que anda en la búsqueda de un mejor futuro, incluyente y justo.
La selección ha sido el equipo de todos y don José ha tenido mucho que ver en ello. Logró que los jóvenes se vieran reflejados en ese puñado de muchachos, que a pesar de sus duras historias de vida lograron superarse y alcanzar sus sueños. Todo es posible con trabajo, esfuerzo y disciplina.
Pékerman podrá decidir sentarse de ahora en adelante en el banco de otro equipo: eso no lo sé. Sabemos que nada es perfecto y por supuesto que hubo errores, frustraciones y cosas por mejorar. También sabemos que nada es para siempre y todo llega a su final.
Desde esta Platea queremos expresar la gratitud que muchísimos colombianos sentimos por el paso de Don José por la selección Colombia. Las imágenes de esa Colombia ganadora, alegre y altiva que quedaron en la retina de los espectadores que la vieron en estos seis años, serán para siempre el testimonio de una maravillosa época del fútbol nacional.
Ahora sí, más allá del final que tengan las negociaciones sobre un nuevo contrato, con total certeza afirmamos que Pékerman ¡“se queda”!