Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

«Pura bulla y pocos cocos», me dijo un aficionado caribeño quien me acompañaba en una vivída verguenza anunciada; otros dijeron, mientras se apretaban así mismos para no dejar entrar el frio: «… ambiguedades del equipo»; otros: «lo que pasa es que el equipo está cansado»; y los más drásticos: «… no sirve para nada Junior en la Liga colombiana».

Cualquier opinión que ud escoja puede resumir el trabajo del Junior el día de hoy en el estadio.

Lo cierto es que La Equidad, convertido en un As del fut, le hizo un planteamiento
a Junior, muy inteligente y muy pragmático. Junior desperdició oportunidades cantadas de gol (Junior tuvo como seis: 3 de Valencia, 1 de Sherman, Vlado y Bacca) y además, lució descoordinado en un 80 % del juego. Sin pinta, sin belleza, con un congelamiento pasmoso. A ratos le salía su berraquera.

Sólo en los primeros minutos Ruiz, Valencia, Otálvaro, nos hacían brivar en las tribunas; Junior en estos trozos del primer tiempo lució brillante y aguerrido, pero nada más a la larga pues no dio más.

Quintabani como siempre fresco, intentando encontrar su melodía en el equipo pues
lo mueve de nómina cada vez que juega indistintamente en los torneos donde Junior
participa.

Cambios locos e inesperados y sin resultados fueron la táctica esperanzadora
de los pocos hinchas -quizá más costeños que «equilibrados»- en las tribunas heladas del
estadio bogotano, pero también la neurótica desesperada de un técnico
que no ha logrado distanciarse de su antecesor Umaña en la LIga en cuanto a resultados
compartivos.

¡Claro! La diferencia es el desempeño que está teniendo en La Libertadores,
aunque lo veremos en tierra brasileña y ahí le mediremos el verdadero aceite de
Tiburón a Junior.

Lo de hoy en Bogotá fue realmente preocupante pues el equipo no tuvo ganas,
estructura y valentía, fue una maquinaria de estilo bajo.

Es decir, Junior no la toca bien, y cuando retrocede no sabe actuar, se desnuda y se mete en errores aburridos
que le cuestan un gol. Además, desperdicia pases, opciones de gol, y el estado físico es muy «malito».

¿Está en cuidados intensivos?

¿Se le vino la noche?

¿Está el Junior entonces aprovechando los «medio huevos» de Huánuco y Oriente?

Y es por eso que el paliativo aparece como un signo retórico y mentiroso que confunde a la hinchada?

Pero que la verdad el trabajo de Quintabani ¿no ha sido estructural, integral, íntegro y verdaderamente profesional?

No nos confundas entonces Quintabani, ojo que si le ganas al Gremio o le sacas un empate
demostrando un buen juego, entonces nos callamos la boca y esta apuesta hipotética
que lanzo hoy, será basura y ¡no! estarías haciendo un buen trabajo
y entonces la excusa son los viajes, los cambios, las lesiones, las expulsiones de Viáfara, etcétera

son las causantes de tu irregularidad.

–Chulespe volverá-

Compartir post