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JUNIOR 2, SANTA FE 0

Un dominio leonesco durante 3 minutos es el signo inicial que en manos de
los rojos se dibuja en el Metro. Santa Fe muestra sus garras pero acude a la
agresión impotente de Anchico que gana su premio amarillo; Junior ataca por las
puntas y los defensivos laterales rojos impiden los centros de Palacios,
Fawcett o Ruíz.  Santa Fe muestra su
temple defensivo y acude al dominio que hace ver a un dispuesto Junior
impetuoso, emputado, y arriesga la
clase de Paulo César quien acude a la magia de su género -escondida hasta
ahora-, y revienta hermosamente un pelotazo en el palo ante la embestida de los
marinos arenosos, de los tiburones del Caribe.

Un juego arduo, con una semiótica interesante de avisar. Un juego entre
Santa Fe y Junior que fue bueno, bonito, inteligente y nunca -los actores-, faltaron
a la regla de ganar; un juego que satisface a la expectativa y a la prospección
anhelante y esperanzadora que le tenemos a este Junior de nuestras raíces, de
nuestra condición amorosa y estética.

Con Junior así, vale la pena comprar todas las sillas del Metro por lo que
resta del campeonato. Porque no es que juegue para alimentar un pasatiempo cumplidor
sino que juega con una actitud que he comprendido: juega acomodándose al rival,
su play es vincular una lectura del
rival para luego escribir sus letras por los intersticios que imprenta el
contrario, y así fue ayer 17 de abril, ante los rojos rolos leonescos. Ante un
Metro que esperaba más público, pero ajá, ¿a la gente le duelen los resultados
mediocres? ¿A la gente le duele el juego funcional impreciso?

Lo cierto es que Junior embotelló al rival. Lo arrinconó y le cerró las
autopistas de salida; Junior actuaba con respeto a la localía y fue fastuoso en
el dominio. Unos Casanova, Palacios, Fawcett, Cortés fueron valiosos… Ruíz se
perdió en su filigranaje. Santa Fe por momentos acudió a su clase imperativa
pero no le siguió su lenguaje porque Junior le desbloqueó sus secretos.

JOSSIMAR (sí en mayúsculas), fue el mejor conector lingüístico, ingeniérico,
arquitectónico y mejor diseñador, como un tropo con magia y como, un luchador,
un guerrero accesante que permitió unir la estructura defensiva con la ofensiva
y con creatividad y modernidad en su juego particular, hacía disparos, que
desviados unos y otros no, nos comunicaba de su potencia contemporánea para
constituirse en unos de los volantes de mayor proyección en el rentado
colombiano. Fue el mejor jugador de Junior y cuando Umaña lo saca, nuestros
corazones palpitaron porque era, hasta ese momento el jugador que bordaba, el tejedor
de los sueños… pero Umaña, lo cambia y afortunadamente Junior no desvía su atención
prospectiva sino que sigue atacando y el segundo tiempo es para los tiburones
su papel protagónico. ¡Qué gusto ver a este Junior así!

Eso es otra cosa. ¡Ajá por fin supe qué pasó con este Junior de Umaña!

A Santa Fe le duró poco su enjundia. ¡Buen equipo! Unos muy buenos
laterales y un Omar Pérez agradable, como siempre el mago de la pelota y de la
calma inteligente para brindar solvencias al equipo y a la tribuna. Su salida y
la anulación del gol de Santa Fe, empalidecieron a los leones, pero también la actitud
juniorista, esa actitud que se define por -sobre todo- la función y estructura estética
futbolera del Caribe, esas fueron las razones, las que tuvieron los tiburones que
mandaron a Santa Fe a la derrota. Sé que el juez de línea actuó con desacierto
y que ese gol e Santa Fe hubiera, como hipótesis, cambiado la cara del partido…
pero Junior estaba anoche para grandes cosas porque su línea es coherente y es
pura cohesión de fútbol contemporáneo. Aunque Villarraga cometió muchos errores
al igual que Flotta y González quienes debilitaron la fuerza santafereña y no
me debería meter con el rival, pero ojo Basílico.

En fin, así es que se juega Umaña, así es el estilo para local y visitante,
para lo que se presenta y para lo que viene más allá de toda competición porque
es lo que le queda a uno como hincha, de eso está compuesto el amor por Junior.
De una imagen positiva.

Comentarios buenos a Gio que se comportó como es: excelente pase para el primer
gol. A Ruíz que no todos los juegos son iguales. Arzuaga muy pesado, de ahí su
amarilla muy tonta pero su gol fortalece porque sabe ubicarse por sus reflejos
aún de adolescente que posee. Me hubiera gustado ver a Acuña metiendo centros y
llenado de nervios estallantes y resplandecientes a la tribuna cuando se mete
por la izquierda, comunista agradable
este Piojo
; ver a Paulo César con un poco más de blindaje técnico, a Bacca
por su gol técnico, a Valencia por su buen comportamiento de anoche junto a
Torres, a Casanova que así es, a los pelaos que tiene Junior en la sub 19, que me
impresionaron cuando jugaron contra el Unión en el partido pre-estelar. ¡Qué
futuro tiene la Costa! Ahí hay recambio. Felicitaciones Junior.

Creo que Ruíz, el árbitro, se comportó bien, lástima que su ubicación no le
sirvió para contradecir al juez de línea sobre el gol anulado a Santa Fe, pero
no actuó parcializado. Ése fue su error. Pero no es la medida argumentada de la
derrota de los leones en el Metro. Creo que cuando el cero a cero que se venía
dando, hubiese Ruíz validado el gol santafereño, -quizá- a Santa Fe no le hubiera
aguantado la gasolina ni física, ni actitudinal ni futbolística para ganarle a
Junior. Así que no aceptaré el resultado como injusto ni aceptaré tampoco que a
Santa Fe le robaron el resultado, el partido. No seamos incrédulos hinchas
santafereños, su equipo no es que sea de lo mejor, es bueno pero no es para
tanto. Échenle la culpa a Basílico y a sus jugadores como así mismo a Yanes, Flotta,
a Julio y otros. Pero no a Omar Pérez.

Saludos a Delménico. Y Saludos a La Sabana que está que
no cree en nadie.

Chulespe volverá. Antes aclaro el título de esta entrada, pero le quiero hacer un homenaje a Jossimar.

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Hey y ¿Seijas? Este venezolano es mucha calidad
y ni siquiera aparece asomadito… qué pérdida de jugador… lástima que los
problemas emocionales de Basílico afecten a toda una gran hinchada como la de
Santa Fe. Porque esas malcomprensiones por los técnicos mal educados como las
de Basílico afectan el progreso futbolístico de una ciudad-equipo-hinchada-economía, miren el ejemplo aunque
no sea el mejor, el de Berbia. Junior dijo, no juega y no juega y tapó el
chorro de desaciertos. Aunque no sea el mejor ejemplo, es contrario lo que
ocurre con Seijas. Tremendo jugador y en la banca del olvido.


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