El objetivo está claro: la 14. Pasado el resbalón ante Tigre, en un partido en el que no hubo el habitual aliento de la hinchada más grande del país y el equipo se equivocó, Millonarios y su gente tienen que estar unidos. A seguir soñando. Razones hay de sobra.
¿Y quién dijo que el mundo se acabó esta noche para Millonarios? Ahora es cuando más unidos, optimistas y concentrados tenemos que estar. El semestre no se ha terminado. Hay una Liga que ganar, señores. Hay un sueño que como equipo e hinchada tenemos y vamos a hacer realidad. Hoy, más que nunca, se vale seguir soñando.
Me dijeron esta semana que siempre veo el vaso medio lleno. Y pues sí. Si algo bueno podemos sacar de la irritante derrota ante Tigre es que ahora nos centramos en un solo objetivo: la estrella 14.
A conciencia sabemos que Torres y el equipo se esforzaron por mantener viva la ilusión de los dos torneos. Pero esta no fue la noche, eso pasa. Así las cosas, el dilema se acabó.
Más que tristeza, da rabia haber perdido así, ante un equipo tan, pero tan limitado. Tan chimbo, tan poquito, tan digno de ese paquetazo, de esa mentira de técnico que es Gorosito.
Da rabia no haber metido al menos una más de las innumerables opciones que se generaron tanto en Bogotá como en Argentina. Da rabia no haber tenido dos minutos más para darle su merecido a un planteamiento mezquino y tacaño.
Pero la rabia y la tristeza se acaban esta noche. Las lágrimas frustración de los jugadores al finalizar el partido demuestran que esta frustración no es otra cosa que combustible para afrontar con más ganas la pelea por la Liga.
No es momento de buscar culpables o señalar a nadie. No vamos a romper la unidad del grupo. Sin embargo, sí hay cosas para anotar. Mejorarlas y aprender será clave para lo que viene.
Lo primero: el equipo está fallando demasiado en definición. Cosme no está fino y Wason tampoco está conectado; de hecho, hoy jugó todo el segundo tiempo en una pierna e, inexplicablemente siguió en la cancha. Bueno saber que Perlaza ya marcó y que en la banca hay una promesa co hambre de gloria como Yuber Asprilla. Sin embargo, el recambio es poco, pues Erick Moreno no está en buen nivel.
Por otra parte, Millonarios está equivocando bastante los pases. El equipo sabe tener el balón. Pero tiene baches y entrega mal cuando está tocando hacia los lados (algo que está repitiendo demasiado y lo hace predecible). El bajonazo en el nivel de Mayer Candelo, quien está regresando de una lesión, puede ser una explicación. El debate sobre qué hacer con el 10, que lleva ya tres partidos con un bajo nivel, está abierto.
Esos dos problemas (definición y manejo de balón) se personificaron ante Tigre en Wason y Candelo, quienes debieron haber salido. No se trata de marginarlos porque sí. Ni de nada personal. Si no están físicamente, mejor cuidarlos y que se recuperen para lo que viene. Pero no sacarlos, por la circunstancia que sea, afecta. En eso se equivocó Torres.
El tercer punto es el pelotazo. Millonarios, que ha demostrado que tiene cómo y con quiénes tocar muy bien la pelota, hacerla circular en el piso, no tiene por qué de mandar centros y más centros. A recuperar ese buen toque que brindan Candelo, Vásquez, Ochoa, Ramírez, Otálvaro, Wason, Mosquera (cuando está) y Cosme.
Hasta ahí lo futbolístico. Porque hay un tema anímico que no solo depende del equipo y en el que la hinchada es fundamental. Ante Tigre faltó ese plus. En los momentos más complicados, brilló por su ausencia el aliento masivo de todo un estadio acompañando al equipo. Ahí se notó que llegaron muchos admiradores (no hinchas) de ocasión.
Y ojo: todo el mundo tiene derecho a ir al estadio. Soy enemigo de esos guetos excluyentes en el fútbol. Que vaya el que quiera, le guste y pueda pagar. Pero no vaya a putear. No vaya a hacer gala de su ignorancia sobre la gran campaña de Millonarios. Y sobre todo: aliente.
Alrededor mío, muchos de los que putearon, putearon, putearon y se cansaron de putear (sí, putear), se quedaron callados en los momentos claves. Justo cuando, cansados de correr, estos jugadores necesitan que corramos con ellos, no dijeron ‘mu’.
Pitazo final y todos esos ‘hinchas’ de largaron. ¡Todos! No les miento. Pero son una minoría que no puede empañar esa conexión hinchada-equipo que nos ha traído hasta este punto. Quienes nos quedamos, la inmensa mayoría más millones de corazones frente a la TV, en las calles y todo el mundo, aplaudimos a este equipo para hacerle sentir que estamos con ellos. No se trata solo de un consuelo, pues también les hicimos saber que el reto que viene está claro: queremos la 14.
La batalla se reinicia el domingo a las 5:30 de la tarde ante Pasto, en nuestra casa. La siguiente cita será el miércoles, en Ibagué, ante Tolima. Y al siguiente domingo, el cierre será con Junior en El Campín. Las cuentas son simples: a ganarlo todo para seguir vivos.
El domingo, con el ánimo renovado y las penas enterradas, hay que demostrar por qué se vale soñar de la mano de este Millonarios. El domingo, la hinchada fiel, la que no deja de alentar nunca, estará presente.
Esto apenas comienza. Yo creo en Millonarios. Con esta camiseta puesta no hay por qué temerle a nada.
Y sí: se vale soñar. Se vale seguir soñando. Razones hay de sobra.
Vamos por esa estrella.
¡Vamos Millos!
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La verdad el partido lo perdio Torres hasta cuando tenemos que estar esperando que nuestros tecnicos no nos dejen al borde de las finales almenos, porque tampoco teniamos nada contra sao pablo ganado y la verdad si da rabia salir eliminados asi, ver a Cosme tan falto de tecnica, a wason tan renegon y sin alma y a mayer ay mayer cuando hay que meterle las de abajo se arruga, jugo pesimo, la tuvo solito y ese tirito de 3 mil pesos y esa defensa, ese gol estaba cantado ese equipo no tenia mas, se los habia advertido en el primer tiempo,y como no salen para dejar el fuera del lugar.porfavor el domingo desde el primero que juegue perlaza, y en el medio otalvaro y harrison, o vasquez, mayer con ese andar cancino y creyendose messi sin haber ganado nada no nos sirve, necesitamos jugadores con ganas, y a torres hablandoles,diciendole a ramirez que entregue bien ese balon y a henriquez mandenlo al huila con erick moreno,con cosme, y martinez, necesitamos jugadores de clase dignos de millos, esperemos que con este billete que nos metimos tengamos para comprar 4 o 5 refuerzos buenos, un central de clase para cuando franco o torres se lesionen, chao iturralde, y vamos por la 14 tenemos con que, pero falta hambre falta actitud.
Me identifico plenamente con el concepto de este destacado escribano. Hoy más que nunca, debemos tener la frente en lo más alto de nuestra emotividad, de cara a conseguir el otro objetivo, la 14 nos espera, y digo que nos espera porque lo tenemos todo para conseguirla. Se hizo una campaña formidable e inobjetable en este torneo continental, representamos más que dignamente a nuestro País; debieron pasar cinco años antes que otro equipo colombiano llegara a una instancia tan importante, en un torneo internacional, como lo hizo nuestro Millonarios; y adivinen quién protagonizó esa última gran gesta?, nuestro Millonarios!!!! (Bueno y creo que Santa Fe también, cuando lo eliminó Vélez Sarfield, me corrigen por favor). Llegó el momento de pasar la página y canalizar toda nuestra energía en la tan esquiva estrella 14; con seguridad que hoy aquellos detractores que estaban plenamente "aculillados" de pensar que este equipo de pocos pergaminos nominales, y lejos de ser uno de los de mayor músculo económico, como otros, se alzara de esta manera en ambos torneos; hoy gozan sin escrúpulos y se regocijan con la eliminación azul. Para todos ellos, mil gracias, son nuestros máximos consumidores, viven de nosotros, se nutren del día a día de las noticias de nuestro equipo; no se dan cuenta que cada vez que comentan y nos destruyen, nos hacen más grandes de lo que somos. Desde el plano futbolero, hay que decir que Millonarios “Mató el cuero y se asustó con el Tigre”, dominó a su antojo ambos encuentros, pero ese dominio se hacía insulso cuando el resultado no aparecía. Anoche, el fútbol fue implacable con nosotros y nos cobró por ventanilla esas ocho opciones de gol sin concretar en Buenos Aires. Esperamos que la lectura que haga el profe Torres, para los partidos que se nos vienen, sea la correcta; la tenencia del balón no garantiza los puntos. Parte de la columna vertebral (Candelo, Rentería y Cosme) no funcionó contra los dirigidos por Gorosito, lucieron apáticos, erróneos y completamente divorciados con el arco; eso es claro y hay que corregirlo, no podemos pasarnos todo el partido levantando la pelota y tirando pelotazos cuando tenemos pies como los de Candelo, Otálvaro, Vásquez o Tancredi. Ayer les faltó todo el temperamento que nos trajo a las semifinales, profe: a corregirlo desde el camerino!!!!!. El sueño está latente, y continúa este domingo contra Pasto.
Hola germanricardo,
Gracias por comentar. Tiene razón. Torres, usualmente fino en los cambios y la lectura del partido no estuvo fino. Tampoco los delanteros.
Pasado el trance de la Sudamericana, el grupo públicamente se comprometió con la consecución de la estrella 14. Me alegra saber que son conscientes de la altura del reto. Esperemos que esa voluntad se traduzca en fútbol.
Un saludo albiazul!
Hola Rolove
Antes que nada, mil gracias por sus amables palabras. Me alegra saber que lo que escribimos le gusta y lo representa. Confío en que ante Pasto esa columna vertebral de la que usted habla, levante su nivel. Es el núcleo del equipo.
La hoja de ruta es clara: hay que ganarlo todo para estar vivos. El sueño, como usted lo dice, está latente.
Un abrazo albiazul y siempre bienvenido a este espacio!