Y sí, no va con nuestro ADN, si es que en ese momento podíamos hablar de algún rastro genético de aquello por lo que nos dijeron «Amenaza Verde» o nos proclaman «Glorioso», prácticamente, por alguna razón u otra, sin desconocer que había y hay mucho talento en la nomina, ya no se sentía fiel a ese «ADN verdiblanco».
Pelusso se puso la camiseta (literal), habló poco, pero lo hizo con sensatez. Hay que trabajar, dijo, es un reto importante, aseveró y, tras una pretemporada llena de dudas el equipo inició su campaña 2018-I en la Liga Águila.
Un empate en el juego inaugural, la hinchada histérica, parte de la prensa regocijándoce con el resultado y lo visto en la cancha. Estaban felices, los enemigos del Cali, incluso los que atienden juiciosos las asambleas y sus seguidores foráneos por redes sociales, celebran cada caía o traspiés, porque, al parecer, el estar viudillo de poder los mortifica mas que cualquier otra cosa, pero bueno, juntos vamos a ir sacándolos. Es otro tema.
La temporada siguió y con ella las decisiones. Un jugador separado, dos más a entrenar aparte y otros en duda. «Quien no corra, no juega» citaba el uruguayo. Deportivo Cali empezó a ganar (ya llevamos cinco victorias al hilo, cuatro por liga algo que no lográbamos hace poco mas de tres años). Goles, Sand y Benedetti entendiéndose como si fueran hermanos de úteros diferentes. Las bandas siendo explotadas como escudo del Panini en el centro. Mejor dicho, una banda sumado, eso sí, a la labor hecha en recuperar la seguridad en la zaga incluyendo a un gran, enorme, Camilo Vargas, que aunque lo quieran vestir de Armani, debe, con este nivel, ir al Mundial.
La prensa, no toda sino esa que gusta de la sangre, el dolor y el escándalo, no encontraba qué decir. Quisieron sembrar cizaña, romper al grupo, Hablan de contratos, de molestias y hasta a uno de los nuestros le hicieron un perfil psicológico en el que le diagnosticaron «aburrimiento deportivo». ¿Qué hicieron los muchachos entonces? se agruparon, se unieron (aún mas) y decidieron, liderados por don Gerardo, hablar en la cancha, donde se debe. 14 goles a favor y dos en contra para decirnos, a los habituales en nuestro Estadio, «aquí estamos, no volvás a faltar vos».
Alegría en la tribuna, una sensación de paz en el alma siempre inquieta del hincha azucarero y un levantar de cabeza, orgulloso como siempre claro, pero más ahora con nuestro equipo peleando arriba y no solo eso, peleando con razones de peso, con un plantel metido en cada partido como si fuera el último de sus vidas, todos con ganas de jugar, de correr, de sudar y dejarlo todo por y para el Deportivo Cali, como debe ser y este «ADN» me gusta, ganar me gusta.
Don Gerardo es mas un coach que un DT, los rescató de la zona de confort, los obligó a enfrentarse sanamente a ellos y entre sí. Los presionó, los exigió y les imprimió un nuevo deseo de gloria, sed de victoria, hambre de triunfo. Puro compromiso, vergüenza deportiva y ahí están, los vituperados de antes son celebrados sin cuestionamientos e incluso los favoritos de la grada lo han dicho «nos faltaba meter más». Gracias, de verdad.
Viene el clásico, mamita querida, un partido aparte, oportunidad para que aseguremos cupo en los ocho y, sin importar qué o quién, salir, como se debe en el derbi, por todo, con toda.
Vamos Cali, sigamos así, un paso a la vez, metidos, unidos, en familia, fuertes y junto al Cali por siempre
Nos vemos en el estadio, nos leemos por acá
Coaching: Anglicismo que procede del verbo inglés to coach, «entrenar» es un método que consiste en acompañar, instruir o entrenar a una persona o a un grupo de ellas, con el objetivo de conseguir cumplir metas o desarrollar habilidades específicas.
Esta entrada es para vos, Diana Rangel: «Flacu» de esta salís bailando, como te gusta, con toda tu alegría. Sos muy fuerte. Dios y la familia verdiblanca estamos con vos y los tuyos. (Si querés apoyarla en su recuperación mirá acá )
*Foto: Futbolred.com