Marco Caicedo, nuestro vicepresidente en ejercicio desde apenas el pasado 09 de diciembre declaró recientemente a Carlos ‘Petiso’ Arango y a su mesa de trabajo en «Zona libre de humo» que en el Deportivo Cali que recibieron no había ni para un tinto que, prácticamente, tuvieron que recurrir a favores de terceros y hacer una ronda de bancos para lograr algunos recursos y solventar temas, incluso, de nomina.

Ese, si me afanan, era el Deportivo Cali del 2011 y anteriores, el Cali del día a día, de los prestamos, de los mecenas, de las ganas (por necesidad o amistad) de vender a las joyas a precio de hojalata. ¿Volvimos a lo mismo?

Durante el proceso electoral, incomodo y tristemente celebre en el circulo del fútbol local cuando debería ser ejemplar, hablaron de una economía de mentiras en el club. Posteriormente se aclaró el tema, en teoría, y si bien el club no cuenta con el flujo de caja necesario para operar tiene, como antes no lo tenía, la capacidad y credibilidad suficiente para recurrir a prestamos y, así mismo, lograr llenar un fondo que asegure su operación. Es bien sabido, los socios solos no van a mantener los gastos del club y en esa medida hay que poner a producir la marca y, por supuesto, vender jugadores para no solo cubrir los gastos sino también inyectar talento al plantel profesional.

Confianza y credibilidad. Una posición fuerte de marca, valor de la misma y que sirva de respaldo. Sí, eso es lo que se requiere.

Frecuentemente  nos comparamos con el modelo del Atlético Nacional, quienes desearían nuestro modelo de cantera, buscando sus logros deportivos ignorando , quizá, el tamaño del dinero y tiempo invertido en esos logros. Me gusta del equipo paisa que todos sus asuntos, escandalosos o no, se quedan en su seno. Los presidentes salen y en silencio se retiran, rara vez hay un cuestionamiento publico, la hinchada responde a pesar de unos abonos costosos y la prensa se ocupa mas en hablar de fútbol y construir que en buscar detalles de la interna, mismos revelados por personas de la entraña de equipo. Si vamos a copiar algo debería ser eso, el tratar la marca como un tesoro.

Lo mejor del cuento es que nada es oculto en los de Medellín, es decir, el silencio verdolaga no es para tapar nada, no, porque en ese caso serían complices, lo hacen porque saben, en su modelo de empresa como lo es Postobón (muy a la altura de Colombina, por cierto), que cualquier palabra en un entorno y contexto no acertado atentaría contra el negocio, contra la imagen, contra los accionistas. Al final todo se sabe porque acusación sin pruebas es chisme.

Igual, Cali es Cali y en este caso nuestro Deportivo Cali es el Deportivo Cali y por ello nos preocupamos, porque dudo mucho que exista un simpatizante verdiblanco que no lo esté.  Es preocupante, molesto e incluso desalentador.

El tiempo transcurrido desde la posesión del 40% del comité (el otro 60% repite), el tiempo desde la llegada de don Gerardo Pelusso, la incorporación de refuerzos y contrataciones ha sido poco, muy poco, para ver y medir algo que nos diga a ciencia cierta, como prueba, que vamos bien o mal.

Sin embargo no podemos olvidar que venimos de un segundo semestre 2017 horrible en lo deportivo y que la hinchada, radical o no, está fastidiada porque conoce mas de la interna por las acostumbradas filtraciones de los «amigos» del club así como de los que se declaran sus «amantes» y en esa «interna» reina el odio, la cizaña e incluso ven conspiraciones, sindicatos y otras situaciones en donde debería haber armonía, un norte común al menos.

La hinchada siente, con razón, que los jugadores andan con la cabeza en otro planeta, que el refuerzo es caro, que las contrataciones son pobres o de calidad inferior a la que la misma cantera tiene. Y lo digo no porque me parezca, sino porque lo escuché en el estadio tras el empate con Envigado. Lo otro que escuché me lo guardo porque no voy a reproducir infamias de ese tamaño y menos cuando se trata de la dignidad de la gente. Acusación sin pruebas, insisto, es chisme y chisme publico es calumnia, no lo olviden.

El tiempo corre, urge una victoria, urge ver goles, fútbol y tener resultados. Urge sumar y tratar de llenar la olla raspada de la paciencia del hincha, de la tolerancia y, aunque confío en nuestra cultura caleña, en el respeto.

Pienso que no deberíamos estar hablando de nuestra situación económica cualquiera que esta sea y menos si se podría tomar como una excusa y no una explicación a lo que nos sucede. Independiente de todo, lo de casa debe quedarse en casa, sin complicidad ni ser tapado, esos temas no deberían ser públicos y mucho menos salir por canales de amplia acogida en redes sociales en donde cualquier gota de agua levanta la marea.

Si estamos en crisis, lo desconozco porque no tengo acceso a los libros contables, pues salgamos de ella, con trabajo, con dedicación, con orgullo y seriedad como antes lo hizo don Alex. Basta ya de andar quitándonos la ropa en la calle para la burla del rival y dejarnos por el suelo, perdés, no sé si son consientes de ello, cualquier nivel de confianza. ¿Quién va querer venir, aportar, meter o comprar en un club declarado por su vicepresidente como quebrado?

Quiero pensar en que es un descuido y no una estrategia. Quiero pensar en que es parte de una reacción a la critica, que sea como sea, debería ser bienvenida para construir no para ser ignorada o, lo que es peor, borrada, anulada y silenciada. Acusemos con pruebas a los responsables y hagamos la limpieza bien, de adentro para afuera, porque eso de hacer del club una cocina o un show circense no es verdiblanco, eso no es Deportivo Cali.

La olla está raspada, no sé si los bancos, pero sí se que la paciencia del hincha lo está y no sobra recordar que vivimos, como entidad deportiva, para ellos y es para ellos que se arman los equipos porque nada les gusta, nos gusta mas, que pasear rivales, ganar clásicos y gritar campeón. Con trabajo, los resultados llegarán, la olla se llenará otra vez  y, como dicen, de lo que sembrás vas a cosechar. Sembremos optimismo entonces, sin alcahuetería.

Primero el Deportivo Cali, como siempre.

Nos vemos en el estadio, nos leemos por acá

Germán Salcedo Cajiao

@Germanchos

*Foto: Facebook Deportivo Cali oficial.