La de Yepes es clara y así lo hizo saber desde que llegó como director técnico al Deportivo Cali, el «eterno capitán» fue enfático en decir que trabajaría de una manera que implicaría una serie de cambios en toda la estructura del club y que, de una u otra manera, lo hará siempre con el respaldo de la junta directiva pero en total autonomía. Álvaro Martínez, nuestro presidente, lo validó con las contrataciones que se hicieron (conservando el 70/30 tan discutido) para darle a Mario un equipo con más minutos, peso internacional, jerarquía y mentalidad ganadora.

Contamos en DeporCali con la mejor nomina, hombre por hombre, del país y si no lo es está muy cerca. Canteranos ya con campeonatos y Libertadores encima a los que se les agregó la experiencia de los «veteranos» que llegaron entre ellos dos ídolos de la casa: Abel y Mayer.

Tenemos 27 jugadores de altísimo nivel y que, junto con nuestro estadio, son el objeto del deseo de muchos equipos, (se vale acusarme de convencido y decir que no), es una nomina muy competitiva confeccionada al gusto de un DT que quiere, anhela poder pelear y ganar cada una de las finales a las que el Deportivo Cali llegue, concretamente la Copa Águila, en donde nos veremos con el rival de patio y la Liga Águila en donde tenemos unas cuentas pendientes por cobrar.

Esto, el tener tanto material de trabajo y de calidad obliga a Mario Alberto a rascarse la cabeza y ensayar, si, probar jugadores, nombres y posiciones. Sin duda eso fue lo que buscó hacer el pasado domingo en Ibagué ante el Tolima. No salió bien, perdimos por la mínima por un generoso penal en contra.

Seis cambios hubo respecto al equipo que derrotó a Cortuluá en la primera fecha siendo los más notables la ausencia de Mayer, Giraldo y el capitán Andrés Pérez. ¿Deportivo Cali perdió por eso? Difícil saberlo con certeza cuando el juez condicionó el resultado pero lo que si es cierto es que el equipo no se veía ordenado, corto y acoplado como lo hemos visto antes. Parecía que los jugadores no hicieron empatía con sus parejas. Kevin y Abel no se entendieron. Roa logró jugar algo mejor cuando entró Candelo y los huecos en defensa regresaron con Mera y Banguero, este último conviene que revise el terreno antes de arrancar, hombre, más resbalones que centros, no es normal.

Preciado sigue perdido y se ve hasta pesado. El gol llegará pero debe reconciliarse con la pelota y para eso necesita que el medio campo esté en sintonía perfecta, con generación de juego y profundidad. Preciado, sigue sin compañía, sin chispa.

Yepes lo dijo «la mejor forma de ver el nivel de los demás jugadores es dándoles la posibilidad para que actúen, hay un grupo amplio, y analizando cada partido se van a utilizar los futbolistas para el momento en que se necesiten» lo cual, de una vez y clarito, nos dice que la cosa seguirá de la misma manera, es decir, con rotaciones. Cuestión de entenderlo como algo válido en el fútbol moderno pero que debe manejarse con la cautela suficiente para no tener otro revés que merme la confianza en el método y en los muchachos más con una hinchada como la nuestra, que desespera a la primera, que es de tendencia derrotista y fría y a la que describieron, exageradamente pero a su vez de forma certera en un trino que leí, como «histérica».

Deportivo Cali rompió un paradigma en el pasado, ese de «los muchachos ganan partidos, los veteranos campeonatos» al lograr la novena con pelaos y de visita. ¿Podremos romper el de «equipo que gana no se toca»?  Veremos, con lo que tenemos, con lo que sabemos, con lo que queremos estoy convencido que si.

La labor del DT es demostrar, como lo hicieron otros antes que él, que se puede. La nuestra, como hinchas, es seguir de cerca los avances exigiendo, con respeto y sin histeria, que lo que se trabaje en Pance se vea en el Estadio Deportivo Cali y en cualquier cancha. Para eso estamos, para verlos y saberlos ganadores. ¿O no? Hay que creer, hay que meter y hay que alentar.

Profe, podés sentar a once, si es tu voluntad y creés en sus reemplazantes, lo que no podés sentar, ni permitir que se siente o se vaya, es el deseo, las ganas y la ambición por salir a ganar un partido y no solo a jugarlo. No debés permitir que todos, los 27, no hablen el mismo idioma o tengan la misma idea, la misma entrega, el mismo compromiso, no señor, eso déjaselo a otros, en Deportivo Cali no.

Tenemos una nomina amplia, si, gracias a Dios y por fin, pero administrarla no debe convertirse en una polémica. Imagino, atrevidamente porque a los entrenos no he podido ir, que Yepes escoge a los mejores y a los que considera responderán a la exigencia y condiciones del rival, pero, si hay una columna en la que deberían, a mi juicio en este momento deportivo, estar Hernández, Pérez , Mayer, Sambueza y Preciado de forma regular. y rodearlos con quienes mejor estén para asegurar, ojalá, una victoria. De no lograrse dicho triunfo lo mínimo es saber escoger aquellos que se van hacer matar por la camiseta, por el escudo que representan y les permite ser lo que son.

Rotaciones todas las que querás de nombres y posiciones, nunca de valores, actitud o compromiso.

Tenemos una nueva ocasión para seguir evaluando los avances de nuestro Deportivo Cali, lo haremos en casa ante La Equidad, sabemos que seguimos en mora con los puntos de visitante, cosa que debemos corregir a brevedad porque el equipo que se armó no está para «ver que pasa» no, está para ganar.

Los partidos irán mostrando el camino y aquellos que se queden en la titular serán los que, por trabajo, entrega y sobretodo compromiso, nos den las alegrías que pedimos.

Lo de Ibagué ante el Tolima fue solo un partido perdido en tan solo la segunda fecha de 20, no entraré a discutir la pasión de cada uno pero, para mi, es exagerado pedir que rueden cabezas o indisponerse con «X» o «Y» jugador por 90 minutos de fútbol. Es histérico.

Eso si, el resultado del experimento de Yepes, de la de él,  es una alerta que espero sea atendida con la seriedad y sobriedad con las que Mario Alberto  ha venido manejando todo en el Cali.  No es momento para la soberbia, nunca lo es,  y no nos viene bien ignorarlo sólo por tener la razón como tampoco nos hace bien destruirlo todo por un revés, el primero.

Estadio Deportivo Cali, miércoles 13 de julio, 18:00 horas, ahí los veré, nos veremos y seguiremos evaluando, sin alcahueterias pero con criterio y mesura los avances. Si es de criticar se hará, si es de aplaudir se hará también pero siempre, como debe ser, exigiéndole a un equipo profesional de gran talento y condición lo que debe dar: ¡TODO!

Vamos Cali, vamos carajo.

Nos leemos por acá, en Palmaseca los veo.

Germán Salcedo Cajiao

@Germanchos

 

Ante los nuevos viejos rumores de quinta que se escuchan por ahí sólo diré: Ojalá los implicados salgan a desmentir esa versión y que el club, de manera solidaria, los respalde y exija, de ser el caso, una retractación de lo dicho. Es hora, hace rato, de que el Deportivo Cali se defienda y de una buena vez por todas tome las acciones que vengan al caso. Esos rumores son dañinos para los profesionales implicados y para la institución; ambos tienen derechos que deben hacerse valer así como el periodista una responsabilidad con la verdad.

 

*Fotos: Futbolred.com