Jeréz, portero de Alianza había subido al cabezazo, corría el minuto 90 con dos minutos de adición en el partido. Atrás habían quedado los cinco goles del encuentro, tres del local, dos de la visita. Estábamos defendiendo el arco de Hernández todos y cada uno de los verdiblancos en Palmaseca, sabíamos, en el fondo, que la victoria no se iría, no en el debut del profe Yepes en casa y así fue. Ganamos, ganamos apretados pero con justicia. Tres a dos.

En las prácticas que lleva Mario Alberto con el equipo, ninguna de ellas por lo que me cuentan haciendo fútbol once contra once,  ya empiezan a mostrar cambios. Se nota un equipo suelto, mucho más regulado e incluso, si me permiten el concepto personal, “elegante”. Si, la elegancia se ha pasado al campo de juego y, el toque-toque de Petrolera lo mostró, ha sacrificado un tanto la agresividad. No es del todo malo incluso se puede decir que es bueno, más si de lo que se les pide es un estilo de juego fluido y generación de fútbol pero no podés dejar que el rival te controle el balón de esa manera, no en tu casa. Menos mal es un defecto detectado y seguro corregido.

El equipo se nota más seguro y de a poco va regresando la confianza en cada uno de sus elementos. Volvieron Mateo y Harold al gol; volvió Borré a la cancha y, por fin, le vimos a Banguero un partido aplicado. De a poco va volviendo el Deportivo Cali a un nivel mucho más cercano a aquel que nos permitió la novena aunque, siendo sinceros, estamos lejos todavía.

Siete puntos de nueve en las tres últimas salidas. Va cuadrando caja a falta de cuatro fechas para cerrar el todos contra todos. Estamos octavos superando al noveno solo por gol diferencia, reflejo de lo que hemos sido en este semestre.

El camino es complicado, pero nada que no podamos sortear positivamente.  Sigue Junior, recibimos a Jaguares, vamos al Polideportivo Sur de Envigado y cerramos con Águilas de, temporalmente, Rionegro. Según los cálculos de los expertos de esos 12 puntos necesitamos al menos seis con cara de siete para clasificar. Con el equipo que tenemos, su talento, su renovada confianza y alegría lo podemos lograr. Esperemos tengan gasolina en el tanque.

Buenas sensaciones deja entonces el profe Yepes. Su discurso mesurado es valioso, saber y reconocer el esfuerzo de un grupo de jugadores desgastados por los viajes y las concentraciones es para rescatar. Viene pasando una semana tranquila antes de su nueva prueba en el Metropolitano, semana en la que debe estar concentrado para reforzar la idea futbolística, el ambiente del equipo y realizar actividades tácticas, Mabeto lo dijo claro, “es más lo que hemos hablado que lo que hemos trabajado” entonces hay que prepararnos, se vienen mejoras.

Ya fue anunciado el regreso de Lloreda del Cúcuta. Ya el presidente dice que está de acuerdo con Yepes en que se requieren refuerzos y piensan en al menos cuatro de buen nivel, aunque descartó a Christian Zapata todavía hay canteranos por el mundo, en la MLS por ejemplo. Vienen cosas buenas.

Igualmente Alvaro Martínez abrió un canal personal invitando a quienes buscan revocarle para escucharlos y que le permitan hablar. Esperar si se presentan.

Todo va mejorando lentamente. Llegó nuevo cuerpo técnico, un ídolo pedido por la hinchada y su grupo de trabajo. Regresaron los goleadores y las victorias. Pero, ¿y la gente?

Es muy triste, si así lo siento yo como hincha no me quiero imaginar qué puede sentir el jugador o el DT, saber que al debut del profe Yepes en Palmaseca solamente estábamos poco más de 6.800 personas y que de ellas solo 1.157 adquirieron boleta, los otros éramos los abonados y los socios.

Sé que el club se ha equivocado, sin mala intención, en las campañas de mercadeo y que no todo el mundo tiene los recursos para comprar una entrada o desplazarse al estadio, es real y no se discute, pero es lamentable que muchos exijan por redes sociales, con vehemencia y sin respeto alguno, que el Cali tenga esto y aquello, que traiga refuerzos y no sé qué mientras se queda en casa viéndolo por TV. ¿Cómo haces para pedir si no estás dispuesto a dar?

Igualmente, sabemos que no hay cultura del fútbol y que el facilismo (pereza) puede con todo. Es su vida, sus gustos y su plata, bien pueda haga lo que mejor le parezca, pero, y el Deportivo Cali debe colaborar en esto, en las finales no te quiero ver pidiendo boletas baratas, buscando cortesías ni puteando a los pelaos desde la grada.

Y no es un pedido solo mío, no, el mismo Yepes lo dijo “los muchachos necesitan el apoyo de la gente, que estén con ellos porque eso genera confianza en algún momento para tener la personalidad para jugar” lo que es fundamental de cara a las finales y agregó el profe: “En condición de local, vamos a seguir necesitando el apoyo de nuestro público”. No es joda mía.

En fin, quedan dos partidos en casa antes de las semifinales: Jaguares y Rionegro. No son clásicos, sí, pero, al menos para mi, eso no cambia el hecho de saber que mi deber como hincha que soy (no que digo ser) del Deportivo Cali es estar ahí, alentando, presionando al rival sin atentar contra él y al juez para que no se equivoque tanto.

Mi deber como hincha es apoyar a los muchachos, bridarles el aliento que les permita ganar en claridad, en fortaleza, en seguridad y en contundencia. Tenemos con qué pero es una pena que solo los mismos 8.000 de la familia verdiblanca lo sepamos y es una vergüenza que vos, viviendo en Cali y sus alrededores, teniendo los recursos, la salud y el tiempo no estés con nosotros en Palmaseca para compartirlo como se debe en fin, allá vos, última vez que toco el tema solo espero e insisto en esto,  que el club se acuerde de nosotros los 8.000 y no beneficie, como lo ha hecho, a los “sofahinchas”.

Adelante Cali, vamos glorioso, vamos Mario Alberto y sus muchachos, que estamos es con ustedes, para ustedes.

Nos leemos por acá y, a los de siempre, nos vemos en Palmaseca

 

Germán Salcedo Cajiao

@Germanchos

 

Foto: Goal.com, Blog donazucarero y El País Cali