De Pecoso:

Terminó la participación en Copa Libertadores, ya estábamos eliminados pero, fiel al sentimiento, esperaba un poco más del Cali en Buenos Aires ante Boca en su maltratada cancha. Nos comimos seis en una noche en la que fácilmente pudimos traer más goles. No apareció, como hace rato, la seguridad en defensa y nuestra «generosidad» nos paso factura y de paso le deja, a todos, una lección dura y vergonzosa.

Casualmente aunque no tiene nada que ver, este año serán 20 años desde cuando el finado Julián Idarraga (QEPD) levantara las manos el domingo 14 de julio de 1996. Esa tarde, en El Pascual Guerrero ante el rival de patio y con tribuna llena los dirigidos por Fernando Castro nos permitieron celebrar con el ¡Campeón Cali campeón!

La vida y el fútbol son así, a quienes aplaudimos hoy mañana los veremos partir. Hoy el profe Pecoso no es más el DT del Deportivo Cali y, como le leí a la periodista Paula Daza, «cometió errores que la vida le puede perdonar pero el fútbol no», toda la razón. Esos errores, al margen de todo lo demás, eso que no será probado, obligaron al Cali y a él a terminar su contrato.

Justa salida, si, por los resultados claro, injusto por la forma en que se dio con un pésimo manejo dado por el club y una hinchada malagradecida azuzada por parte de la prensa deportiva caleña que no sabe qué más hacer para mostrarle a Cali y el país lo mediocre y bajo que pueden caer por una chiva o por hacer un favor. Ya el Pecoso salió, tiene su lugar en nuestra historia, el respeto de muchos de nosotros y toda nuestra gratitud.

Y, estoy seguro no me equivocaré en esta, se va déjando sembrado en la cabeza, así digan que no, de sus dirigidos ese «algo» que en un futuro les permitirá decir en casa, en la intimidad de su hogar «el viejo loco tenía razón». Gracias profe Castro, gracias Pecoso por siempre.

A Mabeto:

Les decía que el fútbol es incierto como maravilloso. Pecoso se va como el ídolo que es dejando en nuestro escudo bordadas dos de las nueve estrellas que lo engalanan. Ahora, si no pasa nada extraordinario, llega al banco técnico Mario Alberto Yepes, campeón con el Cali en 1998. Ídolo por ídolo, solo que Mabeto tiene, digamos, la ventaja de estar en la memoria fresca de una hinchada que reclama, sin pensar en la institución como empresa, un titulo ya, urgente, inmediato.

Viene cargado de camerino, de experiencia, de lidiar con estrellas del fútbol nacional y mundial. Viene preparado, según entiendo, por cursos en Italia y Argentina. Esta listo para el Deportivo Cali.

Pido, de corazón, que el entorno a Yepes le sea favorable. Que la hinchada valore su experiencia y entrega dentro del campo de juego como píldora para la memoria cuando, Dios no lo quiera, en la raya se equivoque.

Que la prensa no le vaya a caer cuando decida no atenderlos, hacerlo en la forma en que no les gusta o que, simplemente, no les de la razón. Sabemos que tintas y micrófonos son sensibles a un debate con la verdad por delante, Pecoso lo demostró.

Espero que Martínez, nuestro presidente, quien lamentablemente anunció que no aspirará a otro mandato tras entregar este en 2017, le de a Mabeto las herramientas que el DT le pida. Ya con su cuerpo técnico hay un avance, ahora a purgar la nomina y reforzar el talento de la cantera con experiencia, jerarquía y sobretodo fútbol que el Deportivo Cali necesita. Lo administrativo lo ven muy pocos y lo valoran aún menos.

El Profe Castro apostó duro jugándosela con una cantera de talento inconmensurable. Nos invitó a creer en ellos y unirnos alrededor suyo, lo hicimos y alcanzamos lo impensable, la novena estrella pero es una apuesta que ya nos dimos cuenta debe manejarse con mayor inteligencia y madurez, esa que a muchos les faltó.

Del Pecoso, gracias por devolvernos la fe, por marcarnos el camino, por este renacer bonito del orgullo de ser hincha de la mejor institución deportiva del país, nuestro, si nuestro, porque nadie lo siente como usted, amado Deportivo Cali y a Mabeto todos los éxitos posibles y años, ojalá lo dejemos, años de trabajo frente al club.

Gracias Profe Castro y que el futuro nos traiga más celebraciones, esta vez como hinchas, pues ahora es el momento de otra era, la de otro ídolo, la de Yepes. Bienvenido Mabeto a esta, su casa.

Nos vemos en Palmaseca, nos leemos por acá

Germán Salcedo Cajiao

@germanchos

*Foto: Eltiempo.com y deportesrcn.com