Cuatro partidos de la Liga Águila y uno más de la Copa ya muestran rasgos de los que veremos en el resto de este semestre con Millonarios al mando de Rubén Israel. El primer partido ante patriotas fue como un coletazo de la emoción por el debut de un equipo con 12 contrataciones y 16 mil abonados. Ganó bien, goleó y la sensación que quedó fue la de estar frente a un Millonarios equilibrado, organizado en defensa y contundente en ataque.
Pero los cuatro partidos siguientes fueron borrando dos de esas tres cualidades que mostró el equipo en su primera salida. Siguió siendo organizado en defensa pero perdió poder adelante frente a Santa Fe, Equidad, Pasto y Alianza, lo que en consecuencia lo hace en un equipo desequilibrado. A diferencia de lo que pasaba con el anterior técnico Ricardo Lunari, al que le gustaba atacar tanto que se descubría groseramente en defensa, el «modelo Israel» es bastante defensivo pero tímido a la hora de ir a buscar una victoria, entre otras cosas porque también el nivel de Rángel es muy discreto, Ovelar aún está adaptándose y Nuñez pierde energía centrando balones a la nada.
¿El problema de funcionamiento o de falta de goleadores? Parece que las dos cosas. Hasta ahora todo indica que Peluffo e Israel se quedaron cortos reforzando el equipo en la delantera pero hay que entender también que uruguayo que se respete en el fútbol primero se preocupa por tener buenos arqueros, defensas y volantes de marca. En eso va hasta ahora Millonarios y a pesar de que no gusta del todo su fútbol, está invicto y con 8 puntos arriba de la tabla… nada mal!
Si bien es cierto que a la hinchada de Millonarios nunca le ha trasnochado el «juego bonito» si deber hacerse a la idea de ver a un equipo sin nada de adornos, fuerte en marca, tirando sin pena el balón a la tribuna, lanzado pelotazos desde su propio arco para que corran los «aleros» y pescando en el área con un 9 pesado pero «metelón».
Si así se logra clasificar, ganar ante los equipos grandes y pelear título, bienvenida la garra «criollo-charrúa» a Millonarios. Eso del «Ballet Azul» sonará contradictorio y seguramente a muchos románticos les dolerá no ver «baile». Es cuestión de gustos, pero tanto pragmáticos como puristas del juego vistoso seguro estarán igual de contentos si Millonarios logra mantenerse arriba de la tabla.
Lo que no puede pasar es que, jugando a lo «Israel», Millonarios no gane y en la fecha 12 esté haciendo cuentas para clasificar. Si eso pasa, la deuda será doble porque además de no cumplir con la obligación de pelear título, habría que achacarle el hecho de que sacrificó el espectáculo para nada.
Por ahora este Millonarios me da sueño, pero veo la tabla de posiciones y se me quita. Ojalá la apuesta funcione… defenderse bien también da títulos así a muchos no les guste!
Gisselle Aparicio
@gisselleapa
Foto: www.millonarios.com.co