Diciembre 3 de 2013
Por: Azzurro
El cambio define a la
condición humana. Estamos diseñados para cambiar, querámoslo o no. Sin embargo,
cuando la decisión de cambiar está en nuestras manos, es importante saber qué
cambiar, cuándo cambiarlo y por qué hacerlo.
Millos viene mal. De un
tiempo acá el equipo bajó. Las lesiones, el nivel de varios jugadores, los
malos refuerzos y la falta de alternativas terminaron por eliminar a nuestro
equipo y debilitar sus posibilidades en la reclasificación. Hoy, aún faltando
dos partidos del torneo, se hace oficial que la Junta Directiva (que no se
pronuncia sino vía comunicados de prensa) decide retirar a Hernán Torres, a su
equipo de trabajo y a Felipe Gaitán. Se rumora, además, la llegada casi segura
de Juan Manuel Lillo como reemplazo de Torres…
¿Al sacar a Torres se cambia
lo que se debía cambiar? En mi opinión, no. El cambio era de jugadores, no de
DT. El trabajo de evolución del proceso de Torres se tenía que hacer
refrescando la nómina en posiciones clave: lateral izquierdo, competencia en
los puestos de creación, un central digno de acompañar a Román, jugadores con
hambre, que no troten la cancha, que no se dediquen a manotear cuando pierden
un balón sino que luchen por recuperarlo, menos taquitos y más dinámica…
Repito: el cambio era de jugadores, no de DT. Cambio mal cambiado.
¿Es correcta la forma y el
momento de esta decisión? Sacar al DT que nos hizo campeones con un comunicado
de prensa es INFAME. Gústenos o no
Torres, su aporte a Millos es histórico. Este señor debe irse por la puerta de
adelante, no por la de atrás. Siento vergüenza por la manera con la que Millos
sale de Torres. Además, sacarlo faltando dos partidos del torneo, en los que
aún se van a jugar puntos clave para la reclasificación es de una torpeza digna
del coyote. No se entiende. Cambio mal cambiado.
Quiero ser claro: No conozco
al señor Lillo. Dicen que es amigote de Guardiola, que es una biblia del
fútbol, y también que es experto en descender a los equipos que dirige. No
tengo elementos para criticarlo, ni alabarlo. Solo le deseo suerte y que venga
a trabajar. Para mi el problema no es si Lillo es bueno o no; para mi el
problema es la forma con la cual se toma esta decisión, el momento en la que se
toma y lo que se cambia. Desde mi punto de vista, este es un cambio mal
cambiado.
Cierro dándole las gracias a
Hernán Torres y al Chusco Sierra. Pude oír las declaraciones de Torres luego de
enterarse de su salida y me sorprendió el nivel profesional de este señor. Qué
tamaño. Qué grande. Ojalá no lo extrañemos en unos años, tal como extrañamos en
su momento a Juan Carlos Osorio… Gracias, profe Torres. La hinchada de Millos
sabía cual era el cambio correcto, y acá siempre lo recibiremos con los brazos
abiertos. 14 veces gracias, profe Torres.
En Twitter: Azzurromillos
Azzurro