Azzurro

Septiembre 25 de 2012
 

Quiero hacer unas reflexiones sobre el «ofrecimiento»
de Felipe Gaitán de devolver dos estrellas que, según él, Millonarios ganó
gracias al narcotráfico.

 

Las estrellas no son del señor Gaitán, ni de la
señora Sanín, ni del señor Silva. Las estrellas, las 13, son de Millonarios, de
sus hinchas y de sus jugadores. Solo ellos seríamos quienes podamos tomar esa
decisión. Los cargos y alcurnias de estos señores, por muy altos que sean, no
les permiten tomarse esta atribución.

 

Colombia es un país lleno de problemas, crímenes e
injusticias. Muchas veces nuestro fútbol refleja nuestros peores defectos
(¿Gerardo Bedoya? ¿Andrés Escobar? ¿Tigre Castillo? ¿Álvaro Ortega?) y
evidencia nuestro lado más feo como sociedad. Todos sabemos que el narcotráfico
invadió y aún invade rincones de la vida nacional, incluido el fútbol. Hoy oí a
Chiqui García decir que si Gaitán tenía pruebas de lo que decía debía hacerlas
públicas. Ese no es el caso. Ese no es el debate.

 

Esto no se trata de demostrar crímenes, sino de
reflexionar sobre nuestro pasado como país, como sociedad. Hacerlo es valioso.
A este país le hace falta abrir debates profundos sobre su pasado, su ética,
sus valores. Es válido que se planteen esos debates, pero la solución del señor
Gaitán raya en lo ridículo.

 

Para mi la reflexión que propone Gaitán es acertada,
pero la solución que plantea es inviable e inapropiada. Por eso le hago una
contrapropuesta: Señor Gaitán, mire hacia delante. Construya desde el hoy lo
que debe ser la estructura moral del fútbol colombiano. Me parece perfecto que
Millonarios lidere una iniciativa seria para  matar vicios que carcomen a nuestro fútbol hoy como las
cometas, el tráfico y bloqueo de jugadores, la violencia entre barras, las
roscas, las deudas que se tienen con jugadores de años atrás, etc. Cuente con
nosotros si su objetivo es lograr que todos los vicios que han invadido el
fútbol se eliminen y se vuelva al juego de pelota básico, inocente y familiar.
Pero no especule, ni busque visibilidad con las estrellas que Millos ha ganado
en un país que no es perfecto pero que, con su liderazgo, señor Gaitán, puede
ser mejor hoy y en el futuro. Miremos hacia adelante, construya con lo que
usted ha ganado y solo mire para atrás para saber qué errores no quiere cometer
ahora que está al frente del equipo más grande de Colombia.


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Azzurro