Febrero 5 de 2011-02-05

Por Azzurro

Año tras año, campeonato tras campeonato, los hinchas de Millonarios vemos el inicio del torneo como el inicio de un sueño, de una ilusión. Siempre que arranca la temporada repetimos la ya conocida frase: este semestre sí.

Esta ilusión se construye desde la distancia; desde el recuerdo. Son tantos los domingos que hemos dejado de ver a Millonarios que el deseo nos nubla y comenzamos a pensar que el equipo que nos robó insultos, decepción y tristeza, ahora nos va a dar alegría, pasión y coraje. Son los refuerzos, los lanzamientos de nuevas camisetas, y las voces optimistas de los técnicos e hinchas los que nos inflaman el orgullo y nos muestran que soñar con un nuevo campeonato es posible.

Han sido muchos los torneos en los cuales la ilusión furiosa del principio de temporada se fue desinflando para terminar en la ya conocida derrota. ¿Por qué este semestre puede ser distinto?

Francamente, no hay garantías de que vaya a ser distinto. Este torneo está antecedido por la renovación más profunda que ha sufrido el plantel de jugadores de Millonarios en años, pero también por disputas públicas entorno a Luís Augusto García y los nuevos dirigentes azules.

A pesar de su postura temerosa, el incauto José Roberto Arango salió fortalecido del ataque que trató de propinarle a su proyecto el ladino García. Cualquier hincha azul toma como afrenta personal un ataque de García en contra del equipo Embajador. A pesar de su lentitud, poca planeación e improvisación José Roberto Arango, hoy por hoy, cuenta con todo el apoyo de la hinchada azul -y del plantel profesional- como una demostración del repudio, indignación e ira que sentimos hacia la persona de Luís Augusto García.

Este será el primer torneo que Millonarios juega abiertamente distanciado de García, en muchos años. Los proyectos de Osorio, Vanemerak, Quintabani, etc. estaban, de una manera u otra, bajo la influencia de este personaje funesto. En el torneo pasado, el primero que Arango comandó como presidente, la relación entre García y Millonarios fue, por lo menos, diplomática. En este torneo que comienza mañana, en cambio, sí hay alguna garantía de que el plantel deportivo estará aislado de la influencia de García, dada su disputa con los actuales dirigentes azules. Es por eso que podremos probar la tesis que señala que la situación paupérrima de Millonarios se debe, en buena medida, a la influencia del «Chiqui» en nuestros procesos deportivos y administrativos.

Espero que Arango sepa aprovechar esta oportunidad y el apoyo con el que cuenta. Que acelere los planes que nos ha vendido en estos meses y concrete las soluciones que Millonarios demanda. Para nadie era un secreto que el fútbol colombiano es un terreno viscoso, raro e impredecible. No pudo haberlo sido para el señor Arango, gladiador de luchas públicas y empresariales complejas y que ha sacado adelante. Y para serles franco, lo que realmente espero, es que José Roberto «El Incauto» Arango, no se deje intimidar por Luís Augusto «El Chiqui» García, y finalice el proyecto que cuenta con el apoyo obligado de la parcial azul.

Estaremos todos los hinchas azules, una vez más, con la frase en la boca «este semestre sí», y con la camiseta puesta -¡qué camiseta se fajó Adidas!- para revivir el orgullo Embajador y la ilusión, que sigue intacta.

Vamos Millos.

Azzurro

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