Julio 24 de
2010 

 

Por Azzurro

 

Han pasado
meses. Varios meses. No encontraba claridad para escribir sobre Millos. De
hecho, no sé si la encuentre. El Mundial me absorbió y preferí guardar
silencio. Silencio que hoy destruyo -justo el día en que volveremos a ver a
Millos en un Campín en obra- para de nuevo poner mi mente y energía en
Millonarios.

 

Todo indica que
nuestro equipo cambia. Que se abre camino para un renacer que nos ilusiona. Los
«quíntuples» y Estupefacientes parecen en retirada, y con Arango llegan nuevos
aires, nuevos horizontes. Luego de décadas -¡cuánto daño nos hizo el
narcotráfico!- de malos manejos, tristezas, novelas, impotencia y desilusión,
los hinchas azules nos volvemos a sentir orgullosos, dispuestos y alegres. Y no
es para menos. El simple hecho de cambiar de dirigentes es motivo de fiesta.

 

Y es que la
ilusión que vivimos es un reclamo a los nuevos dirigentes y dueños para que su
actuar sea radicalmente diferente al que los hinchas azules hemos padecido en estas
décadas. No queremos dirigentes diciéndole a los técnicos qué hacer. No
queremos ni duplas, ni quíntuples que vean en Millonarios un negocio privado en
donde no se respeta a la hinchada. No queremos ver jugadores que se vienen a
reencauchar en Millonarios, cumpliendo objetivos individuales pero no los de la
hinchada y los del equipo. No queremos Comités Ejecutivos divididos, con
agendas personales, con tramas novelescas y calculadoras. No queremos ver que
técnicos profesionales y respetables se vayan de nuestro equipo por
confrontaciones con dirigentes hinchas del vecino. No queremos malos manejos
financieros que dejen a Millonarios debiendo hasta las lámparas.

 

Este Millos que
se viene a partir de hoy, tiene la oportunidad de constituirse en el renacer
del equipo más grande de Colombia. Tal vez no ganemos el campeonato. Tal vez
nos demoremos en tener unas finanzas sanas. Pero sí tenemos que construir
-dirigentes junto a hinchada y jugadores- un equipo dinámico, con divisiones
menores productivas, con jugadores orgullosos de nuestros colores, con unas
finanzas transparentes, con rivales que lo respeten y teman y con una hinchada
que siga acompañando como siempre lo hace la hinchada más grande de Colombia.

 

Para terminar
el proceso prometido por Arango aún hace falta que se avance en varios pasos.
Sin embargo, ya hay un comienzo. Y con ese comienzo basta para querer volver al
Campín. Con ese comienzo es suficiente para querer, de nuevo, gastarse la plata,
el tiempo y la energía cada fin de semana con el equipo más querido. Con el que
hemos sufrido y gozado desde niños.

 

Mi perfil en
Facebook: http://www.facebook.com/home.php?#/profile.php?id=1180041707&ref=profile

 

Grupo oficial
del blog en Facebook: http://www.facebook.com/home.php#/group.php?gid=114942635715

 

Vamos Millos.
Vamos a renacer.

 

Azzurro