Mayo 1 de 2009

Por Azzurro

Han pasado 21 largos años desde que Millonarios fue campeón de Colombia por última vez. El año pasado dejamos de ser el equipo más veces campeón de Colombia. Hoy, faltando 4 fechas por jugarse, ya estamos eliminados y se completan así 4 torneos sin clasificar a los cuadrangulares finales del torneo nacional. Hemos perdido jerarquía, historia, pasión, mística, dignidad…

El pasado miércoles caímos ante un verdugo conocido: Envigado. Ante no más de 2500 personas, un Millonarios fantasmagórico se dejó caer como una gran plasta inerme, indigna del tiempo y dinero de sus apasionados hinchas. No fui al estadio, ni volveré a ir hasta que no haya un proyecto deportivo serio (el que sea, pero proyecto serio).

¿Qué nos saca de este profundo hueco? ¿Acaso serviría traer a otro técnico tipo Bernal, Otero, Cheché, etc.? ¿Acaso serviría traer más jugadores mercenarios que cobran trillones de pesos al mes para luego pasearse por la cancha sin percatarse de la grandeza de la camiseta que portan? No. No más. No más repetición de la repetidera.

En el plano de jugadores solo creo en una teoría: que vengan los de la cantera. Necesitamos un proyecto deportivo a largo plazo que esté enfocado en hacer crecer a los jugadores de la cantera que hoy día conforman selecciones Colombia y que ganan todos los torneos juveniles en los que compiten. Que los acompañen tres o cuatro jugadores «grandes» pero no más Hurtados, no más Marinelis, no más Miltons, no más Tejeras, no más. Prefiero ver perder a un equipo que se rompe las piernas y que siente la camiseta (y que cobra lo justo) a ver perder un equipo lleno de divas sinvergüenzas. ¡Que vengan los «pelaos»!

En el tema del director técnico solo tengo dos opciones en mi cabeza. La primera es que regrese Juan Carlos Osorio. El trabajo de Osorio fue serio y nos llevó cerca de la final. La hinchada siempre estuvo conectada con él. Lo respetamos. Su salida intempestiva le hizo mucho daño a Millos, pero es un director técnico serio, entregado y que se enamoró de Millos.

La segunda  opción es que regrese Luís Augusto García. Si, me leen bien: que venga el Chiqui. Mucho se dice de este personaje. Se le culpa de todo lo que pasa en Millos. No sé si es o no es el culpable. Le he pedido insistentemente a las personas que dicen conocer todas sus mañas y maldades que las denuncien. Nada ha ocurrido. Sé que García lleva trabajando las divisiones de Millonarios en los últimos años (por un sueldo envidiable). Nadie mejor que él para saber qué jugadores de la cantera vale la pena promover y apoyar. Si los jugadores son de él, como tanto se rumora, los cuidará y pondrá a los mejores. García es una apuesta arriesgada, pero para un momento tan oscuro se requieren salidas osadas.

La teoría de estos años fracasó. No más repetición de la repetidera. Algo de creatividad, vergüenza y planeación le caería muy bien a un equipo al que quieren destruir.

¿Quién vendrá? ¿Llegó la hora del regreso de García?

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Azzurro