Por Azzurro

Febrero 14 de 2009

Falta un día para que Millos vuelva al Campín. Falta un día para que de nuevo la tarde bogotana se vista de azul y la ciudad entera oiga los cánticos de la hinchada más grande de Colombia. Falta un día para que de nuevo la ilusión aflore en las gargantas azules y creamos, una vez más, en la tan anhelada estrella 14.

No puedo dejar de recordar la catástrofe que sufrimos hace solo un par de meses. Esa tarde en la que, contra Envigado, los jugadores azules trotaron la cancha mientras Equidad aprovechaba todas las ventajas que dio Millonarios durante todo el torneo y nos sacaba a sombrerazos de la final del torneo. Cumplíamos así, el tercer torneo en línea sin clasificar a los cuadrangulares finales. El recuerdo es doloroso y ya parece crónico.

Durante estos meses amargos me pregunté una y otra vez si debía o no volver al estadio. Me cuestioné si debía invertir más dinero en esta ilusión que parece, a veces, enfermiza y febril. Subí una encuesta a la versión de este blog en la página oficial de Millonarios (81% de los encuestados, 922 personas, señalaron que sí regresarán al Campín). Conversé y debatí con mis amigos azules  y compañeros de estadio. Lo medité en las noches y hasta analicé lo que podría hacer con esa plata para gastarla «mejor».

Hoy, un día antes de que vuelva la ilusión a Bogotá, tengo en mi mano el abono que me acompañará durante este año. Decidí volver al Campín a ver a Millos. Y es que Millonarios no es un puñado de dirigentes; no es un grupo de jugadores que van y vienen; no es un recuerdo, ni una leyenda. Millonarios es su hinchada y la ilusión que vive en cada uno de sus hinchas. Es por eso que una vez más nos veremos en el Campín. Nos veremos sufriendo, gritando, celebrando… Nosotros somos Millonarios.

Barranquilla

El Millonarios de hace ocho días solo confunde. Luego de un primer tiempo muy interesante, cayó en un letargo que lo hizo perder ante un Junior aplicado y que supo aprovechar todas las ventajas que Millos le dio. Grave la poca lectura del partido por parte de Quintabani. Desde el banco se limitó a observar cómo el equipo se agotaba y se dejaba embestir una y otra vez por el onceno costeño. No logró reordenar al onceno y salimos con las manos vacias.

Siempre jugar en Barranquilla será difícil. Pero el primer tiempo dejó ver cosas tan interesantes que muchos nos dimos por ganadores.

Millonarios ha tenido problemas de regularidad en los últimos torneos. Puntos que hemos regalado infantilmente nos han hecho falta a la hora de clasificar. Esperemos que este torneo no sea una vez más la repetición de la repetidora.

Nota: Me disculpo por la falta de actualizaciones. Cambié de trabajo y no he podido estar tan activo como debería. Los invito a unirse al grupo del blog en Facebook y a incluir mi perfil en su lista de amigos.

Vamos Millos.

La gloria del pasado, vive en el Futuro.

Azzurro