Octubre 23 de 2008
Por Azzurro
Ayer en el Campín hizo un frío estremecedor. El viento pegaba duro de sur a norte. Los valientes hinchas que se atreven a ir a la cancha en la noche bogotana cubiertos solo con la camiseta azul, decidieron añadirle un saco o una chaqueta a su indumentaria. Extrañamente, Gerardo Bedoya quien siempre sale con una camisa manga larga debajo de la camiseta de Millonarios, decidió quitársela para el segundo tiempo. Fue una noche de contrastes.
Sí, estoy feliz por la victoria de ayer. Era clave ganar esos tres puntos contra uno de los peores equipos que se han visto en Bogotá, como fue el discretísimo Huila. Pero no quedo satisfecho con el rendimiento del equipo, al cual se le vio nervioso, impreciso y muy permeable.
Sí, Millonarios es tercero y está a 4 puntos (para algunos son 5) de clasificarse a las finales. Pero no se le ve al equipo el nivel que mostró en los primeros partidos de este torneo. Ayer tuvimos a un rival muy limitado enfrente. Me pregunto si Millonarios, con el nivel exhibido, podría enfrentar con seriedad a equipos que vienen conectados como el Cali o el Tolima, quienes estarán en las finales. Claro, Huila vino a encerrarse y a enredar el partido, pero lo de Millonarios fue también muy limitado.
Se habla mucho de la irregularidad de este campeonato. Nada más cierto. En este torneo uno puede ver un domingo un partido espectacular de Millonarios, y al miércoles siguiente debe sufrir con una exhibición de fútbol limitado, casi primíparo.
Se habla mucho de los ciclos de los equipos. Se dice que lo importante es que lo equipos que estén en las finales entren a los cuadrangulares con la «curva ascendente». Es claro que Millonarios no está en dicha curva ascendente. Quedan 4 partidos para que finalice la primera fase del torneo, es fundamental que Millonarios se suelte, y empiece a mostrar más de lo que se le vio en las primeras fechas. Si no es así, puede que sí clasifiquemos, pero que no podamos ilusionarnos demasiado.
Sí, ganamos. Sí, estamos felices porque en este momento del torneo hay que ganar como sea. Pero no me siento satisfecho. No me gustó la imprecisión de Robayo de ayer (nos tenía mal acostumbrados, pues es de los mejores jugadores del semestre, sin duda alguna). No me gustó Milton que sigue peleando con el arco y no se le ve claro. No me gustó cómo Araujo se fue disolviendo, pues al entrar en el segundo tiempo parecía ser un jugador que entraba a aportar, pero terminó perdido y sin peso. Bien por Pérez a quien se le ve en un nivel muy superior al que mostró en los últimos meses. A Jhonatan se le sigue viendo impreciso, pero ayer logró encajar varios tiros peligrosos al arco, cosa que no se le ve muy frecuentemente. Tejada sigue siendo un incógnita: ayer empalmó un remate espectacular de volea sin dejarla caer y que hubiera sido un golazo si el arquero Estacio no hubiera volado a sacar el balón como lo hizo; pero a los cinco minutos estuvo en posición de gol y dudó 4 segundos con el balón en los pies, dándole la oportunidad a los opitas de ahuyentar el peligro de su arco. Sí, pero no.
Quiero salir campeón este año. Quiero creer que en diciembre las calles bogotanas se llenarán de azul. Quiero que Millonarios le sume la 14 a su escudo. Ya es hora. Pero para que esto pase, se debe ver mucho más fútbol e inteligencia de la que se vio ayer en el helado Campín.
Seguiré invitándolos a que apoyemos a nuestro equipo. La grandeza de la hinchada de Millonarios es de las pocas certezas que tenemos. Con la hinchada la cosa es «sí y claro que sí». El sábado volveremos al clásico contra un rival que no gana hace varias fechas y que tiene mucha presión encima. Ojala los equipos no salgan a especular. No quisiera ver un tibio y miedoso 0-0. Necesitamos ganar, no solo por lo puntos, sino por el impulso anímico que representa ganar un clásico y que es tan importante en esta altura del campeonato. Ganar el clásico nos puede poner en la tan famosa e importante «curva ascendente». Todos al estadio.
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Hurtado
Iván Hurtado es, tal vez, el jugador más importante del torneo nacional. Es también, probablemente, el más costoso. Hurtado había hecho un buen trabajo con Millonarios. Se encargaba de darle jerarquía a la defensa Azul y le imprimía seguridad a los movimientos defensivos y de salida del cuadro Embajador. Su lesión es una tragedia para los objetivos y finanzas azules.
Su ausencia le abre la posibilidad a jugadores como Mera (quien ayer se hizo expulsar de una forma tonta e innecesaria) y a juveniles como Salinas y Henríquez. Me gusta que Andrés Salinas vaya a tener la posibilidad de volver a la titular de Millos. Es un «pelao» trabajador y que en la Copa Sudamericana cumplió. Espero que la ausencia de Hurtado se pueda volver no un problema, sino una oportunidad para que jugadores como Salinas puedan retomar el ritmo y ganarse un espacio en la nómina que ojala esté en las finales de este torneo. Ojala Quintabani tenga la sabiduría y las herramientas para cubrir el hueco que deja la ausencia de Iván Hurtado en lo que resta del campeonato.
Vamos Millos.
La gloria del pasado, vive en el Futuro.
Azzurro