Mayo 20 de 2008

Por Azzurro

Pensé que el dolor que sentí cuando vi el gol del Envigado el domingo no lo iba a superar nada en las próximas semanas. Me equivoqué rotundamente. Tras la eliminación, ahora la división al interior de Millonarios se hace evidente. En entrevista a los Dueños del Balón, retomada por El Tiempo, Luís Augusto García señala que ahora sí intervendrá en Millonarios y que no tuvo nada que ver en la toma de decisiones que precedieron este campeonato. Lavándose las manos y desconociendo que repetidamente asiste a los entrenamientos del equipo y se hace presente constantemente en los Comités Ejecutivos, el «Chiqui» se presenta como un aire renovador para el golpeado Club Embajador. Divide y reinarás.

Hace algunos meses, en el espacio que tengo en la página oficial de Millonarios, señalé que el problema principal de Millonarios era la división que existía (y existe) en la dirigencia azul. Decía entonces, que las diferentes agendas personales que existen en la cúpula embajadora serían las culpables de la desgracia que vivimos hoy. Los medios de comunicación promovían la supuesta alianza López-García. Se referían a ella como la «dupla maldita» haciéndole creer a los hinchas que este par maquinaban oscuras estrategias para saquear a Millonarios. Con las declaraciones de García se confirma que esto es muy lejano a la realidad. Lo que se ve es un dirigente poderoso en el fútbol colombiano, uno de los más fuertes accionistas azules, desmarcándose del fracaso del Club y promoviéndose como el salvador de nuestro equipo. Lo que se ve es a un Chiqui García echándole toda el agua sucia a López, el blanco más fácil y obvio en todo este fracaso. López está íngrimo solo.

No voy a hacer juicios de valor. Tampoco voy a caer en los errores que cometen varios periodistas de señalar a García sin tener pruebas. Pero sí criticaré basándome en lo que veo y analizo.

Decía un jefe mío que cuando existe un equipo, las derrotas y las victorias son de todos los miembros del equipo y no particulares. Se comparten. Chiqui tiene a su cargo las divisiones menores de Millonarios. Está presente en instancias decisivas del Club, pero no se compromete. Deja que sean otros los que ponen la cara y aguantan el vendaval. No va al estadio. Es fácil acusar una vez cometido el error o consumado el fracaso. Millonarios no necesita ese tipo de estrategias de saboteo. Necesita dirigentes que se unan, que tengan los mismos objetivos y defiendan el bien del Club por encima de todo lo demás. Las declaraciones de García me parece que van en contra vía de esto y por eso la condeno. Divide y reinarás.

Creo que llegó la hora de repensar la forma bajo la cual se toman las decisiones en Millos. No quiero que los intereses personales sigan primando por encima de los del equipo. Sigo pensando que llegó la hora de conseguir un inversionista serio para Millonarios. Que se materialice la idea que hace 4 semanas esbozó Juan Carlos López en el programa radial que hoy García utilizó para lavarse las manos. Sin capital, sin inversión, seguiremos siendo testigos de este tipo de jugadas sucias que dañan la fe del hincha en el Club.

Sin embargo, la petulancia del mismo García al decir «»A mí no me da miedo vender y si lo hago no es porque me insulten» me hace pensar que estamos lejos de llegar a ese punto. Por lo visto, la historia se repetirá. Divide y reinarás.

La solución para revivir a Millonarios no está escondida detrás de la llegada de un héroe que decida de la noche a la mañana tomar el timón del Club. La solución depende de un trabajo serio, planeado, constante, coherente y en el cuál todos (hinchas, jugadores, directivos)  entendamos las responsabilidades que tenemos y no las evadamos para luego, una vez venido el fracaso, decir: Yo lo dije.

Con este tipo de estrategias de sabotaje, comienzo a dudar que la gloria del pasado viva en el Futuro…

Azzurro