Cuando parecía que por fin reaccionaba Junior en la Liga, cayó frente al recién ascendido Tigres y quedó prácticamente eliminado. La victoria frente a Cortuluá sólo sirvió para generar falsas expectativas para la anhelada resurrección del equipo, que por lo visto difícilmente ocurrirá. Ni Gamero era el problema, ni Comesaña la solución, porque insisto: “Es un problema Institucional”, no de técnico ni de jugadores. En Junior no hay rosca, ni sindicato, ni nada que se le parezca, sencillamente el equipo tocó fondo hace rato porque a sus dueños no les interesa el club, el fútbol ha evolucionado y no se han percatado que no se puede manejar a Junior igual que hace treinta años.

El pasado mes de noviembre, Sebastián Viera criticó fuertemente a las directivas de Junior, resaltando el gran trabajo y modelo a seguir que es hoy en día Atlético Nacional y alzando su voz de protesta por la poca planificación y pobre infraestructura en las instalaciones de Junior. Todos lo aplaudimos, hacía falta que alguien le dijera de frente a los dueños del equipo lo que tanto añoramos. Hoy, muchos lo critican y lo tratan de “sindicalista” y “rosquero”,  pero ¿qué tan ciertos son esos señalamientos?

Para que un equipo le haga la rosca a un técnico se necesitan muchas cosas, y la más importante es que todos, o por lo menos la inmensa mayoría piense igual, tiren para el mismo lado (en contra de los intereses del orientador), ¿se han preguntado qué tan fácil es que 30 JUGADORES se logren poner de acuerdo para perder los partidos y hacer echar a un técnico (que es lo que se insinuaba en la ciudad)? Es una tarea prácticamente imposible, si ese fuera el caso, algún jugador siente el club y filtra la información a la prensa. Y si ninguno siente la camiseta, por lo menos sí sentirán el bolsillo, porque ellos son los principales perjudicados. Dejan de recibir premios, se desvalorizan, etc.

Un reconocido periodista de la ciudad nombró varios jugadores que conformaban la supuesta rosca que quería sacar a Gamero. En esa lista, llama mucho la atención que varios de ellos ni siquiera eran titulares, entonces ¿cómo podían amañar los partidos? Si Gamero sabía de la supuesta rosca, ¿no era más fácil sentarlos y así salvar su responsabilidad? Y si ya sacaron a Gamero, ¿también le están haciendo la rosca a Comesaña?, ¿y después de Julio Avelino qué?

Navegando por internet y las diferentes redes sociales, llego a la conclusión que nos convertimos en loros, nos limitamos a repetir lo que escuchamos. Juan dice que Viera es rosquero porque Pedro le dijo, pero Pedro lo vio en comentario de que hizo Carlos en Twitter, que a su vez comentó lo que vio en un grupo de Facebook. Todo se ha vuelto una cadena, y las únicas “pruebas” del sindicato que hay en Junior son una nota de voz y un “screenshot” de una conversación de whatsapp; pero nadie sabe quién grabó la nota de voz ni de quién es la conversación.

De ninguna manera trato de defender a los jugadores, ellos también son culpables y tienen gran parte de responsabilidad de la vergonzosa situación del club, pero las críticas deben ser basadas en aquello en lo que se tiene certeza. Por algún motivo no hubo empatía de varios jugadores con Gamero, eso es cierto, pero eso es muy diferente a haberle hecho la rosca. Seamos objetivos, podemos decir que Viera se ha equivocado, que Correa no es el mismo después de la lesión o que James Sánchez está muy lejos de ser el del 2016. Pero otra cosa, es creer en comentarios malintencionados de los que no se sabe su procedencia. Indaguemos primero, por no hacerlo es que celebramos falsas estrellas y corremos a recibir jugadores en el aeropuerto.

Finalmente, me resisto a creer que Sebastián Viera tenga un sindicato armado en Junior. En más de seis años al servicio del club, el uruguayo ha mostrado lealtad y compromiso con la institución. Ha rechazado varias importantes ofertas internacionales, ha criticado a las directivas del equipo y capítulo aparte merece el haberle dicho “No” a Nacional de Montevideo, el club de sus amores.

Si alguien tiene una verdadera prueba de que hubo rosca o sindicato en Junior, que la de a conocer. Mientras eso no suceda, difundir y hablar de información no verificada, sólo empeora el ambiente que rodea al equipo.

Muchas gracias por leer. Hasta pronto.

 

Por: Miguel Elías Pumarejo Sánchez

En Twitter: @MiguePumarejo

Correo electrónico: migueleliaspuma@gmail.com

P.D: Con Comesaña, Junior empató con Millonarios, sufrió para ganarle a Cortuluá (penúltimo de la tabla) en Barranquilla y perdió con Tigres. Evidentemente el problema no era solo Gamero.